La palabra curiosidad proviene del latín curiosĭtas, -ātis y es definida por el diccionario de la Real Academia Española (RAE) como: 

1. f. Cualidad de curioso.
2. f. Cuidado, esmero o limpieza.
3. f. Cosa curiosa (la que llama la atención).

De las tres acepciones, nos centraremos en la del punto tres: “que llama la atención”; es decir, pensar a la curiosidad ligada a lo desconocido pero con un grado de atractivo, de ahí que constantemente preguntemos: ¿qué, cómo, cuándo, dónde, por qué? 

¿Qué relación existe entre la curiosidad y la auditoría financiera? En el presente artículo daremos a conocer la importancia que tiene ser un profesional curioso como cualidad primaria en la auditoría financiera. La auditoría consiste básicamente en emitir una opinión sobre lo razonable de la información financiera, en palabras simples, es la rama de la contaduría que se encarga de revisar a las demás ramas.

Existen distintos tipos de auditoría, por ejemplo, tenemos la auditoría financiera, la fiscal, la forense, la interna, la externa y la operacional, entre otras. Nos enfocaremos en la auditoría financiera, por lo que resulta necesario entender el objetivo de ésta: aumentar el grado de confianza de los usuarios en los estados financieros. Éste se logra mediante la opinión de un auditor de que los estados financieros han sido preparados, en todos los aspectos materiales, de conformidad con un marco de información financiero aplicable.

A su vez, la opinión del auditor se forma con una auditoría realizada de conformidad con las Normas Internacionales de Auditoría (NIA), así como con los requerimientos de ética aplicables, para obtener una seguridad razonable de que los estados financieros están libres de incorrección material, debido a fraude o error. En este sentido, los requerimientos relativos a la ética requieren que sea íntegro, objetivo, competente, diligente, confidencial y comportamiento profesional.

Las NIA también exigen que el auditor cumpla por lo menos con los siguientes requerimientos:

• Ética
• Independencia mental
• Escepticismo profesional
• Juicio profesional
• Obtención de evidencia de auditoría suficiente

Ahora bien, en lo que hace al trabajo de auditoría de los estados financieros, las NIA establecen tres etapas en el desarrollo del trabajo:

• Planeación
• Ejecución
• Informe

Ahora, ¿qué tiene que ver la curiosidad con el trabajo de auditoría? Los requerimientos de ética especifican presentar un escepticismo profesional, entendido como el desconfiar o dudar de algo o dudar de su eficiencia.

En auditoría el escepticismo profesional implica una atención especial a ciertos puntos como a la evidencia que contradiga a otra evidencia, la fiabilidad de los documentos y las respuestas a indagaciones que se vayan a utilizar como evidencia. Es menester señalar que el escepticismo se debe mantener durante toda la auditoría. Las NIA se clasifican en:

• Normas personales
• Normas de ejecución de trabajo
• Normas de información

Para el desarrollo del tema nos enfocaremos en las normas personales que el auditor debe cumplir para satisfacer los requisitos mínimos que exigen las NIA. Las normas personales son las cualidades que el auditor debe tener. La norma señala que los auditores deben tener pre adquiridas ciertas cualidades y que esas cualidades se deben mantener durante todo el desarrollo del trabajo, tales como: entrenamiento técnico y profesional, cuidado y diligencia profesional e independencia.

Aun cuando la norma no lo señala expresamente, se infiere que entre las principales cualidades pre adquiridas es innegable que la curiosidad es necesaria en todas las etapas de la auditoría. Esto es así, ya que la curiosidad se presenta desde el inicio de los trabajos de auditoría. Veamos cómo:

Al momento de la entrevista con el cliente preguntamos: ¿a qué se dedica la entidad?, ¿cuántos trabajadores tienen?, ¿cuántos ingresos obtienen?, ¿cuántos gastos erogan? entre otras preguntas. Conforme vamos avanzando aparecerán más, con el objetivo de entender a la entidad, estar en condiciones de proponer el trabajo adecuado y diseñar las pruebas para evaluar el control interno de la entidad y el nivel de riesgo.

Ya en la ejecución el auditor deberá mantener a flote esa curiosidad para indagar conforme va realizando las pruebas de recorrido o las selectivas, así como al momento de obtener y evaluar la evidencia recogida, esa capacidad de querer saber cómo y por qué hará que el auditor cumpla con los requerimientos exigidos por las NIA pues éstos permitirán que el auditor desarrolle plenamente su trabajo.

Con la curiosidad como característica inherente el auditor logrará cumplir con los requerimientos establecidos en las NIA y podrá desarrollar un trabajo que permita que los usuarios de la información financiera tengan plena certeza de que los estados financieros muestran un marco fiel de la situación y que están libres de errores materiales y de fraude.

No debe quedar duda de la importancia que la curiosidad tiene en los trabajos de auditoría pues es la principal herramienta que llevará al auditor a cumplir su objetivo.  

“No tengo talentos especiales,
pero sí soy profundamente curioso”.
Albert Einstein