por Melissa Mota
Con instalaciones inmersivas y arte geométrico, el artista danés-islandés Olafur Eliasson transforma el espacio en una experiencia sensorial que invita a reflexionar sobre nuestra percepción del mundo y abre un nuevo camino de aprendizaje, que desafía los límites culturales impuestos sobre la realidad.

Olafur Eliasson, 숨결의 지구 (Breathing earth sphere) [Esfera terrestre que respira], 2024. Vista de instalación: Dochodo, Condado de Sinan, Corea del Sur, 2024. Fotografía de Kyungsub Shin. Encargado por el Condado de Shinan. © 2024 Olafur Eliasson.
Sus obras cuestionan la forma en la que vemos, aprendemos, experimentamos e interactuamos con el mundo que nos rodea.

Olafur Eliasson, Your sunset shadow (Tu sombra del atardecer), 2024. Vista de instalación: Olafur Eliasson: OPEN, The Geffen Contemporary MOCA, Los Ángeles, 2024. Fotografía de Zak Kelley. Cortesía del artista; Tanya Bonakdar Gallery, Nueva York / Los Ángeles; neugerriemschneider, Berlín © 2024 Olafur Eliasson.

Olafur Eliasson, Observatory for seeing the atmosphere’s futures (Observatorio para ver el futuro de la atmósfera), 2024. Vista de instalación: Olafur Eliasson: OPEN, The Geffen Contemporary MOCA, Los Ángeles, 2024. Fotografía de Zak Kelley. Cortesía del artista; Tanya Bonakdar Gallery, Nueva York / Los Ángeles; neugerriemschneider, Berlín © 2024 Olafur Eliasson.
El espectador deja de ser receptor para tomar un rol de productor de la pieza.

Olafur Eliasson, Kaleidoscope for plural perspectives (Caleidoscopio para perspectivas plurales), 2024. Vista de instalación: Olafur Eliasson: OPEN, The Geffen Contemporary MOCA, Los Ángeles, 2024. Fotografía de Zak Kelley. Cortesía del artista; Tanya Bonakdar Gallery, Nueva York / Los Ángeles; neugerriemschneider, Berlín © 2024 Olafur Eliasson.
A lo largo de su trayectoria, Olafur Eliasson ha buscado transformar los modelos de pensamiento y de percepción establecidos como verdaderos. Por medio de sus obras cuestiona la forma en la que vemos, aprendemos, experimentamos e interactuamos con el mundo que nos rodea.
Desde 1995 explora y desarrolla proyectos en su estudio interdisciplinario de Berlín, en el que ha colaborado con científicos, historiadores del arte, ingenieros, arquitectos, técnicos especializados, matemáticos, geómetras y diseñadores. Esto hace que se asemeje más a un laboratorio experimental en el que logra materializar ideas ambiguas y abstractas de manera conjunta.
Además de su interés por interactuar con fenómenos naturales como la luz, el agua o el aire, Eliasson se ha enfocado en las posibilidades de una geometría alternativa que va más allá de los principios euclidianos y fuera de la concepción euclidiana en la relación espacio-tiempo. Esto le ha permitido desarrollar piezas que superan los límites de lo que culturalmente se percibe como real y brinda la posibilidad de entender el mundo desde otro ángulo, a fin de reafirmar la relatividad de nuestro entorno.
Weather orb (Orbe meteorológico), por ejemplo, es una estructura compuesta por cuatro capas de poliedros —cuadrados, hexágonos, octógonos, decágonos y un icosaedro en el núcleo— cuyo conjunto forma una esfera suspendida en el espacio. Las caras de los cuerpos geométricos tienen filtros polarizados que generan un complejo juego lumínico y cromático que se va modificando conforme el espectador se desplaza a su alrededor. Algo similar sucede con Uncertainty lens (Lente de incertidumbre), una pieza reciente expuesta en la galería neugerriemschneider de Berlín, en la que poliedros romboédricos realizados con material doble refractante cobran vida al colocarlos entre polarizadores, provocando una amplia gama de colores con el movimiento de quien la observa. Es una instalación que aborda la cualidad de lo imprevisible y de la coexistencia de lo ausente y lo presente, pues sin polarizador el color no se manifiesta, solo queda en potencia.
En 2024 el condado de Shinan en Corea del Sur le comisionó una obra pública, Breathing earth sphere (Esfera terrestre que respira), para rendir homenaje a la riqueza natural de la región. El artista ideó un espacio esférico de diez metros de diámetro, cuya mitad superior se compone de una estructura de acero abierta a la intemperie y la mitad inferior de una concavidad subterránea con baldosas de piedra volcánica coloreada a la que se accede mediante un túnel. El efecto de continuidad se logra gracias a los poliedros formados, tanto en la estructura como en la disposición de los bloques de piedra, que interactúan con el desplazamiento del visitante y difuminan la barrera entre el entorno humano y el natural.
Eliasson se ha interesado también por los caleidoscopios y su principio de reflexión de la luz a través de los espejos que lo componen. Más allá de la exploración de los patrones simétricos e inagotables que se pueden formar en función del movimiento, al artista le interesa despertar la conciencia del acto de ver y la experiencia perceptual. El espectador deja de ser receptor para tomar un rol de productor de la pieza. Esto se puede ver en obras como Kaleidosphere (Caleidosfera) que reúne 30 caleidoscopios diferentes en una escultura esférica que al girarla fragmenta el entorno y al espectador o en Kaleidoscope for plural perspectives (Caleidoscopio para perspectivas plurales), que genera un flujo constante de diferentes patrones coloridos, en función del ángulo de observación y de la orientación de la interacción de los tres discos iluminados en el extremo del dispositivo.
En algunos casos ha explorado otras posibilidades, como Rehearsal room for spatial imagination (Sala de ensayo para la imaginación espacial), en el que, mediante espejos triangulares y un juego de líneas lumínicas, se crea la ilusión de formas geométricas espectrales suspendidas en el aire, o Mikroskop (Microscopio), una instalación en la que fusionó el espacio interior y exterior del Martin-Gropius-Bau de Berlín al construir un espacio caleidoscópico con paredes de aluminio que reflejaba la estructura metálica y la luz natural del techo.
Con este tipo de obras el artista logra hacer palpable lo relativo y despertar cuestionamientos sobre la experiencia de estar en el mundo. El lenguaje abstracto de la geometría permite a Eliasson no solo interactuar con el espacio, también brindar las herramientas perceptuales para que el espectador cuestione y reaprenda de la realidad que lo rodea, más allá de los límites impuestos culturalmente.

Olafur Eliasson, Rehearsal room for spatial imagination (Sala de ensayo para la imaginación espacial), 2024. Vista de instalación: Olafur Eliasson: OPEN, The Geffen Contemporary MOCA, Los Ángeles, 2024 Fotografía de Zak Kelley. Cortesía del artista; Tanya Bonakdar Gallery, Nueva York / Los Ángeles; neugerriemschneider, Berlín © 2024 Olafur Eliasson.
Con este tipo de obras el artista logra hacer palpable lo relativo y despertar cuestionamientos sobre la experiencia de estar en el mundo.

Olafur Eliasson, Uncertainty lens (Lente de incertidumbre), 2025. Vista de instalación: The lure of looking through a polarised window of opportunities, or seeing a surprise before it’s reduced, split, and then further reduced, neugerriemschneider, Berlín, 2025. Fotografía de Jens Ziehe. Cortesía del artista y neugerriemschneider, Berlín..

Olafur Eliasson, Uncertainty lens (Lente de incertidumbre), 2025. Vista de instalación: The lure of looking through a polarised window of opportunities, or seeing a surprise before it’s reduced, split, and then further reduced, neugerriemschneider, Berlín, 2025. Fotografía de Jens Ziehe. Cortesía del artista y neugerriemschneider, Berlín..
www.olafureliasson.net | Instagram @studioolafureliasson
Melissa Mota es historiadora del arte por la Universidad Iberoamericana, cuenta con una maestría en Historia del Arte por la UNAM y actualmente es doctoranda de la misma institución. Fue coordinadora de la galería Ángulo Cero, un espacio dedicado a la intersección entre el diseño y el arte, y ha colaborado para revistas como Código y Gatopardo.