Greta Thunberg, 2018. Fotografía de Anders Hellberg.
por Julia Tziri Tasso Mejía
EL PROBLEMA DEL CAMBIO CLIMÁTICO PUSO A GRETA THUNBERG EN EL OJO PÚBLICO, TODO LO QUE PASÓ DESPUÉS HA SIDO MÉRITO PROPIO.
Greta Tintin Eleonora Ernman Thunberg nació el 3 de enero de 2003 en Suecia. Irónica, directa, a veces sarcástica, Greta es todo lo contrario a tierna. Estudia y se ha convertido en una activista global contra el cambio climático. Sus padres son muy conocidos, su madre, Malena Ernman, cantante de ópera sueca, ayudó a su hija a llegar a las redes sociales, mientras que su padre, Svante Thunberg, es un actor reconocido. Su abuelo es el actor y director Olof Thunberg. Desde pequeña, Greta fue diagnosticada con autismo, Asperger y TDAH.
Greta veía de pequeña (como tantos de nosotros) documentales sobre el deshielo del Ártico y muchos otros temas alrededor del calentamiento global, pero a diferencia del resto de los niños ella confesó: “Me afectó sobremanera. Comencé a pensar en eso todo el tiempo y me puse muy triste. Esas imágenes se quedaron grabadas en mi mente”. A los 11 años cayó en una gran depresión que la llevó a abandonar la escuela e incluso dejar de comer. Sus padres dicen que dejó de crecer. Para ella, los últimos seis meses han sido “un extraño contraste”; ha tenido que hablar, y mucho. Los pacientes de Asperger no están muy acostumbrados a hablar y menos en público, pero ella señala: “Toda mi vida había sido invisible, la niña invisible al fondo que no dice nada, de un día para otro la gente me escucha. Es un contraste extraño, difícil”. Y continúa: “Antes mi mundo interno era muy grande. Estaba completamente sola”. Cuando alguien le pregunta si su mundo solitario sigue ahí, ella dice, “Sí, pero se está haciendo más pequeño, mientras que el mundo real se hace más grande. Ahora me siento más feliz. Tengo un propósito. Tengo algo que hacer”. Thunberg tomó tiempo para recuperarse, pero lo que en realidad la hizo sentir mejor fue el hecho de saberse escuchada, ya que convenció a sus padres, y a su familia en general, que dejaran de volar en aviones y que se volvieran veganos, para poder así reducir su huella de carbono. Sin embargo, Greta asegura que su mamá sigue comiendo queso cuando ella duerme.
Greta falta cada viernes a la escuela para recordarle al mundo […] que el calentamiento global no es un juego.
Lo que separa a Greta de otros activistas globales es que tiene 16 años. No obstante, se destaca también su “gran acción”: Greta falta cada viernes a la escuela para recordarle al mundo, y más que nada a los políticos del mundo, que el calentamiento global no es un juego. De esta manera, ha convocado a todos los adolescentes del mundo a saltarse las clases cada viernes con el fin de manifestarse en contra del calentamiento global. Greta empezó esto sola, cada viernes se sentó frente al parlamento sueco esperando ser escuchada. Después, se le unieron otros ciudadanos hasta que trascendió las fronteras y ahora, en muchos países, estas manifestaciones o marchas tienen el título de “Fridays For Future” (en español el movimiento se conoce como Juventud por el clima). Básicamente es un llamado al gobierno. También se le llama “strike for future”, ya que la manera que encontró Greta de hacernos notar fue faltar a clases para marchar o hacer plantones en nuestras ciudades.
La primera gran marcha internacional tuvo lugar el miércoles 15 de marzo de 2019, en la que participaron más de 1524 ciudades de 116 países. Greta ha dado algunos discursos como las “conferencias TED”, con las que ha logrado inspirar a toda una generación a tratar de hacer un cambio. Somos millones de adolescentes los que apoyamos la causa de Greta y los que marchamos los viernes para intentar que los gobiernos nos vean y nos escuchen. Greta tiene una vida que ha servido de inspiración para muchos jóvenes de hoy. El gran lema de estas marchas es “¿por qué estudiar para un futuro que no tenemos?” Esto es así ya que Greta pronosticó que quedan 11 años hasta que el daño sea irreversible. Después de esto, salvar la tierra será imposible y moriremos sin haber vivido un futuro.
Julia Tziri Tasso Mejía nació un 6 de enero, es una estudiante de preparatoria que cree que es posible luchar contra el cambio climático y aspira a estudiar una carrera de cine.