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NATURALEZA: LA MEJOR MENTORA DE NEGOCIOS

por Juan Luis Becerril Reynoso
imágenes de Christian Abusaid

LOS NEGOCIOS EXITOSOS TIENEN COMO DENOMINADOR COMÚN EL ESFUERZO, EL TALENTO Y LA DEDICACIÓN. NO OBSTANTE, POR ENCIMA, SE ENCUENTRA LA DISCIPLINA COMO EL MOTOR PRINCIPAL, DEFINIDA COMO LA DETERMINACIÓN DE HACER LO QUE SE TIENE QUE HACER, AUNQUE NO SE DESEE LLEVARLO A CABO Y LA NATURALEZA TIENE MUCHO QUE ENSEÑARNOS EN ESTE TEMA.

Es curioso darse cuenta de que la naturaleza, siempre contundente y a veces cruel, nos demuestra que la disciplina se hace presente como testigo silencioso de las interacciones entre seres vivos, desde las estructuras celulares más simples, hasta las recién descubiertas especies del fondo del mar. 

¿Has pensado por ejemplo que el turismo requiere observar la coreografía quirúrgica que la naturaleza ofrece para confeccionar sus productos o servicios? ¿La industria pesquera sería la misma si las especies cambiaran súbitamente sus preferencias según la temperatura del mar?

Así, la producción de alimentos, la moda, los restaurantes o la generación de energía se convierten en áreas productivas y negocios que encuentran en la naturaleza su principal fuente de insumos, pues los ciclos se presentan con impresionante puntualidad, por lo que se pueden planificar a fin de satisfacer las necesidades fundamentales o las creadas por los humanos.

Aprendiendo sobre disciplina en la naturaleza
La naturaleza actúa como maestra sabia y de ser observadores, podremos incorporar tales aprendizajes para lograr mejores resultados en nuestros negocios. La disciplina es el elemento que conecta todos los componentes.

El trabajo en equipo
Resulta increíble pensar que debemos deliberada y constantemente prepararnos para mejorar algunas de nuestras habilidades, sobre todo en áreas de interacción corporativa, cuando en nuestro entorno, la cooperación sucede espontáneamente y nos tenemos que motivar para lograr enfocarnos en metas comunes, pues si no observamos un beneficio personal, suele ocurrir que nuestra participación estará en duda.

Estamos configurados a requerir de múltiples razones para creer y pertenecer a una organización mientras que, en contraste, las hormigas llevan alimento a su refugio al tiempo que pueden coordinarse para mover objetos más grandes; los castores son capaces de derribar árboles y construir presas, obras arquitectónicas de alta complejidad, o incluso podemos ser testigos de los roles que ejecutan las abejas con gran maestría, ya sea como obreras, soldados o incluso como la reina.

La disciplinada forma de ejercer lo que necesita una comunidad para prosperar nos da una enorme lección al anteponer el bien común al beneficio particular.

Planes de contingencia
En la industria agrícola he tenido la oportunidad de aprender de fenómenos que me han permitido reinterpretar mis percepciones. En el campo vi unas mazorcas de maíz muy pequeñas, quizá la mitad del tamaño esperado y la explicación técnica fue a causa del estrés que sufrió la planta por falta de agua.

Se sabe que el fin último de estos organismos es sobrevivir y asegurar su descendencia, motivo por el que, al verse amenazadas, aceleran el ciclo de vida hasta florecer y dar fruto. A pesar de las características diferentes, cumplen su objetivo. Ésta es la mejor expresión de un plan de contingencia y pido que traslademos este ejemplo a los negocios.

Los imponderables son parte de la realidad, sin embargo, la capacidad de respuesta, el seniority de los ejecutivos, el sobreanálisis, la burocracia o las famosas políticas de la empresa, se contraponen con los comportamientos prácticos enfocados a la solución del problema. No se me malinterprete, entiendo que la sobrevivencia no puede ser comparable con un proceso corporativo, pero ¿cuántas veces nos hemos arrepentido por la falta de una acción oportuna?

La naturaleza actúa como sabia maestra y de ser observadores, podremos incorporar tales aprendizajes para lograr mejores resultados en nuestros negocios. 

Todas las imágenes: Christian Abusaid, AXIS MUNDI, 2023. Cortesía de SGR Galería.

Esta es quizá la manifestación más clara de disciplina en la naturaleza: las especies no están configuradas para desperdiciar recursos, al contrario, la maximización es el nombre del juego.

Administrando los recursos
Ésta es quizá la manifestación más clara de disciplina en la naturaleza: las especies no están configuradas para desperdiciar recursos, al contrario, la maximización es el nombre del juego.

Pensemos en el maravilloso proceso de hibernación: especies como los osos, murciélagos o caracoles entran en un modo de ahorro de energía peculiar. En el caso de los primeros, se alimentan en exceso para incrementar la grasa corporal y tener reservas durante las bajas temperaturas, reducen su frecuencia cardiaca y su respiración es reflejo de una estrategia minuciosa para no desgastarse.

Encontrar el balance entre los niveles de inversión en las empresas y los equipos de trabajo para su correcta operación y la displicencia en el uso de recursos, es materia de interés para supervisores y gerentes en sus procesos operativos pues las dos fuentes de ingreso por antonomasia son las ventas y el control de gastos… la utilidad, en otras palabras.

Sembrando reflexión
Somos muy afortunados quienes tenemos la oportunidad de forjar líderes, pues nuestra responsabilidad se centra en la disciplina de los procesos de desarrollo, pero no de una manera tan mecánica. Debatir, proponer, contrastar y saber capitalizar los errores transformándolos en aprendizaje, es una secuencia clave que debemos establecer en beneficio de nuestras organizaciones.

La tríada que conforman los negocios, la disciplina y la naturaleza me llevó a reflexionar sobre lo mucho que nos hace falta conectar con lo básico pues si bien la virtualidad, los metaversos y la Inteligencia Artificial capturan la atención de las audiencias, considero fundamental mantenernos vinculados a nuestra esencia, pues ahí se alojan muchas respuestas. Sobre todo si consideramos que el principal miedo humano, es el de confrontarse consigo mismo, con su propia naturaleza. Por algo será. 

Christian Abusaid es un artista colombiano que vive y trabaja en la Ciudad de México. Se considera un artista tranformador cuya postura es emplear el arte para generar una nueva conciencia. En esta línea, la obra que se presenta aquí rescata y pone en valor prácticas, conocimientos y estéticas ancestrales que desde una sensibilidad muy local plantea el reencuentro con la naturaleza por medio de lo bello. SGR Galería, en Bogotá, representa su obra. www.sgr-art.com | www.christianabusaid.com

Juan Luis Becerril es administrador de empresas de profesión; cuenta con un posgrado en mercadotecnia y casi tres décadas de experiencia en áreas comerciales. Además de crear HARTO contraste y CHINWoman en YouTube, es columnista de la revista Merca2.0, orador y se ha especializado en la creación de propuestas de valor y experiencias para clientes del sector agrícola desde 2009 con la convicción de que a través de su labor como agromarketer contribuye activamente en la misión de alimentar al mundo. Twitter e Instagram @soyjuanbecerril

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