LA TIERRA DE LA COHERENCIA Y LOS INVITADOS NO DESEADOS

por Arvo Muñoz Morán
imágenes de Davide Balliano

La coherencia, un concepto fundamental en epistemología y en las teorías de verdad y justificación, le ha servido a la humanidad para organizar su sistema de creencias y eliminar contradicciones. Sin embargo, tradiciones como el dialeteismo o el budismo desafían su predominio y proponen que algo puede ser verdadero y falso simultáneamente. Incluso, defienden el valor de "ninguno". Estas perspectivas abren espacio a un nuevo marco que permite explorar el conocimiento humano desde otras aristas.

La coherencia no es coherente. Intenta serlo, pero no siempre lo consigue. Los seres humanos hemos tenido que desarrollar herramientas para mantener la cordura ante la multiplicidad de estímulos e información que recibimos día a día. Una de éstas es la coherencia: la conjunción de objetos, mentales o físicos, bien acomodados, unos conforme a los otros, sin contradicción. 

Sin ir más lejos, nuestras teorías de verdad y de justificación han girado en torno a este concepto. Así ha sido en epistemología, aquel terreno filosófico encargado de investigar el conocimiento. En él, “coherencia” es la herramienta principal que permite que nuestra red de creencias se mantenga bien fundamentada, que nuestra torre de Jenga se sostenga cuando añadimos y quitamos pequeños bloques de información al enfrentarnos con la evidencia que el mundo arroja. Si un nuevo pensamiento es coherente con nuestra red de creencias, es decir, si no derrumba la torre, decimos que ese pensamiento es justificado. Si el pensamiento es coherente con la red de evidencia que tenemos de nuestro mundo, decimos que es verdadero.

En el centro de lo que entendemos por coherencia está la ausencia de la contradicción. Ésta ha sido la virtud más buscada por el marco clásico que establece cómo se debe comportar una teoría lógica o matemática. Pero, como veremos, la contradicción es un fenómeno natural, del cual Occidente parece no haberse percatado.

Sin embargo, las tierras donde la coherencia solía habitar han recibido visitas. Allí, en estas tierras antiguas en donde todo es verdadero o falso, se han construido palacios mucho más modernos, en los que se permiten cosas que se consideraban prohibidas. Por ejemplo, existe el palacio del dialeteismo, un marco teórico en el cual las cosas pueden ser verdaderas y falsas al mismo tiempo. La tradición binaria se desvanece para dejar paso a un territorio nuevo donde se admite una tercera opción. También existe otro palacio que intenta imponerse: el de lo ninguno, ni verdadero ni falso. Aristóteles recurría a una frase que les hacía rascarse la cabeza a todos aquellos que habían defendido teorías más tradicionales. ¿Qué valor le podemos asignar, verdadero o falso, a la oración “Los barcos atacarán mañana”? Si pensamos que la historia futura aún no ha sido escrita, asignarle verdadero parece tan poco justificable como asignarle falso, así que quizás es más cómodo decir “ninguno, ni verdadero ni falso”.

Hay quienes responderán: “Entendido, a veces ser agnóstico viene bien. Pero... ¿admitir contradicciones en nuestro lenguaje y conocimiento? ¡Jamás!”

A ellos les presento este caso, cortesía de Graham Priest.

En el siglo XIX, las leyes en Australia establecieron dos cláusulas: “(1) Ningún aborigen tendrá derecho a votar. (2) Todos los propietarios tendrán derecho a votar.” Al inicio, esto no introdujo ninguna contradicción pero eventualmente, los aborígenes lograron ser propietarios legales. Dado que no había ninguna jerarquía preestablecida para imponer una ley sobre la otra, ¿cuál es nuestra mejor respuesta a la pregunta: “¿Es legal que los aborígenes voten?” Habrá quien piense que la pregunta no es coherente o no está bien formulada. Pero otra respuesta posible es que y no; que ambas respuestas son igualmente legítimas. Pueden votar porque la ley dice que los propietarios pueden hacerlo. No pueden porque son aborígenes, y la ley les prohíbe el voto.

Esta teoría del dialeteismo, que admite contradicciones, tiene aplicaciones sorprendentes en matemáticas, bases de datos, física cuántica –pensemos en el gato de Schrödinger– y en lingüística. Pero este nuevo palacio en Occidente es uno de los más antiguos en Oriente, donde el budismo había hecho las paces con la contradicción y brindado teorías formales para explorarla. 

La coherencia, invadida de invitados no deseados, ha perdido territorio. A veces intenta zafarse, pero a veces se da por vencida y deja sitio para que ciertos conceptos incómodos planten raíces. Así, hemos reconstruido nuestra herramienta y formado un nuevo marco que nos permite expandir nuestros horizontes.

Davide Balliano, UNTITLED_0209 (SIN TÍTULO 0209), 2021. Fotografía de Dario Lasagni. Cortesía de Tina Kim Gallery, Nueva York – Cardi Gallery, Milán / Londres.

En el centro de lo que entendemos por coherencia está la ausencia de la contradicción. Ésta ha sido la virtud más buscada por el marco clásico que establece cómo se debe comportar una teoría lógica o matemática. 

Davide Balliano, UNTITLED_0290 (SIN TÍTULO 0290), 2024. Fotografía de Dario Lasagni. Cortesía de Tina Kim Gallery, Nueva York – Cardi Gallery, Milán / Londres.

Arvo Muñoz Morán es investigador en el equipo de Perspectivas Globales de Rethink Priorities y trabaja para el Instituto de Prioridades Globales de la Universidad de Oxford. Anteriormente fue analista de investigación en la Forethought Foundation para la Investigación de Prioridades Globales. Asumió ese rol después de completar el MPhil en Economía en la Universidad de Oxford. Antes de eso, estudió Matemáticas y Filosofía en la Universidad de St. Andrews. Es cofundador de la Biblioteca de Bienestar Animal. www.arvomm.com

Davide Balliano es un artista italiano que trabaja y vive en Nueva York. Su investigación artística opera entre la pintura y la escultura y utiliza un lenguaje austero y minimalista de geometrías abstractas en diálogo estrecho con la arquitectura para abordar temas existenciales como la identidad humana en la era de la tecnología y su relación con lo sublime. Austeras y concretas, las meticulosas pinturas de Balliano a primera vista parecen limpias y precisas, sin embargo, una inspección más cercana revela raspaduras y rayones que descubren la complejidad de la comprensión y la experiencia humana. www.davideballiano.com | Instagram @doommood

error: Contenido protegido !!