Elena Pallarés, Pensamiento indestructible. Cortesía de Saatchi Art.
por Natalia Vega
LA AMPLITUD DE SIGNIFICADOS QUE EL TÉRMINO “EXPERIENCIA” EVOCA, NOS INVITA A REFLEXIONAR SOBRE CÓMO ACTUAMOS EN LAS DIFERENTES DIMENSIONES DE NUESTRA PROPIA EXISTENCIA Y A BUSCAR UN ENFOQUE QUE NOS AYUDE A VIVIR DE MANERA SIGNIFICATIVA Y MEMORABLE.
“La experiencia no es lo que te sucede,
sino lo que haces con lo que te sucede”.
Aldous Huxley
La experiencia desde el punto de vista profesional, académico y social, sin duda es un factor de éxito que garantiza la seguridad en la consecución de los objetivos.
No podemos negar que mientras aprendemos algo a veces se nos hace difícil pensar más allá del cómo hacerlo.
Gracias a la experiencia se va completando con el cuándo, el dónde y el porqué. Por ejemplo, en el ámbito empresarial, un emprendedor novato seguramente enfrentará gastos que, con la experiencia, podrá optimizar e incluso omitir.
Sin embargo, no confundamos la experiencia con la soberbia. Cuántas veces no encontramos personas que como tienen “experiencia” ya no prueban nuevas formas de hacer, no consideran nuevas perspectivas o simplemente dejan de buscar la mejora continua porque “así les ha funcionado” y no les interesa probar.
Elena Pallarés, Chaos (Caos). Cortesía de Saatchi Art.
Elena Pallarés, Je voudrais me divertir (Me gustaría divertirme). Cortesía de Saatchi Art.
Un precio caro pagan quienes caen en ese error y cruzan esta línea tenue entre experiencia y soberbia, pues se les olvida que el cambio es la única constante en la vida y ante él no queda más que ajustarnos y adaptarnos conforme se presenta. Irónicamente esto sólo sucede cuando estamos dispuestos a probar y generar experiencias nuevas y diferentes.
Ahora vayamos a un enfoque más “humano” del término y que además complementa lo dicho anteriormente. En nuestra vida y en todas las áreas en las que actuemos será vital hacer que cada experiencia sea especial, única, productiva y memorable. Si realmente dimensionáramos el valor de nuestra vida y la de quienes nos rodean, así como de todo lo que tenemos, el enfoque de nuestra experiencia en cada momento cambiaría radicalmente.
Tan es así, que los mejores mercadólogos saben muy bien que antes de vender un producto o servicio lo que necesitan si desean tener éxito y mantenerse en el mercado, es vender la experiencia que generará en aquella persona que lo adquiera.
¿Por qué no poner toda nuestra atención y acción en hacer de todo lo que vivimos una experiencia que por sus efectos permanezca en nuestra memoria y corazón? Hagamos que esa junta de trabajo sea todo un éxito, esa reunión familiar, memorable, esa convivencia con amigos, única.
[…] convertir esas experiencias difíciles en algo productivo y transformarlas en algo útil, beneficioso y que te haga más fuerte, más maduro y más sabio.
Por ahí también se dice que al final del camino, en nuestra vida, lo único que nos quedan son esas experiencias, momentos y recuerdos que nutrirán el alma en nuestro último respiro. Regala experiencias bonitas cada día a quienes te rodean, ofrece a tus alumnos tu mejor clase, a un extraño tu mejor sonrisa, a quien se te acerca tu atención total, a tu familia la expresión de todo tu cariño y al planeta la mejor versión de ti mismo.
Pero a este punto no pienses que las experiencias se presentan sólo en su parte bonita, armónica y feliz. En el camino también se presentan experiencias difíciles, tristes y a veces injustas y es necesario, para que de verdad valgan la pena, que no las rechaces, no les huyas y no las resistas, ya que muchas veces incluso son inevitables y tenemos que vivirlas (nos queda clarísimo el ejemplo de la pandemia en 2020).
Cuando tengas que vivir ese tipo de experiencias considera la posibilidad de obtener algo bueno de ellas y superarlas al poner en práctica tus valores, al aplicar lo que has aprendido gracias a tus otras experiencias y usar el conocimiento que te han dejado, convertir esas experiencias difíciles en algo productivo y transformarlas en algo útil, beneficioso y que te haga más fuerte, más maduro y más sabio.
No cabe duda de que cuando reflexionamos en el tema de esta edición nos damos cuenta de su importancia y trascendencia además de que se antoja hacer un cambio que se refleje en nuestra experiencia a partir de hoy.
Natalia M. Vega Veiga es directora de Universidad Humanitas campus Mérida.