Shuli Sadé, Wild_Heterotopias, 2019. Cortesía de la artista.
por Ana Cristina Ortego
LA OBRA DE LA ARTISTA NEOYORQUINA SHULI SADÉ CONJUGA POESÍA, HISTORIA, TECNOLOGÍA, IMAGEN EN MOVIMIENTO Y OTRAS DISCIPLINAS QUE HACEN COLAPSAR LAS DISTINCIONES ENTRE EL MUNDO VIRTUAL Y EL REAL, PARA ACTIVAR LA ENERGÍA CREATIVA DE LOS ESPECTADORES.
Shuli Sadé, Wild_Heterotopias, 2019. Cortesía de la artista.
Shuli Sadé, Wild_Heterotopias, 2019. Cortesía de la artista.
Las instalaciones exploran cómo la energía forma parte fundamental de cada una y revelan la posibilidad de contar historias en el cruce entre
dos mundos; el real y el virtual.
Shuli Sadé, Upstream Downstream [Río arriba, río abajo (logogramas)], 2021. Cortesía de la artista.
Shuli Sadé es una artista multidisciplinaria cuya obra se enfoca en la memoria, el espacio, el urbanismo y recurre a diferentes medios como la fotografía, el video y la realidad aumentada.
El espectador activa sus proyectos de realidad aumentada, ya que la obra aparece únicamente cuando el público hace uso de celulares o tablets para encontrar los objetos virtuales en el espacio real. El trabajo de Sadé supone el uso de energía, entendida como la capacidad de realizar un trabajo, generar un cambio o poner en movimiento algún objeto; en este caso, el espectador es la energía que hace posible la existencia de la obra.
Las instalaciones exploran cómo la energía forma parte fundamental de cada una y revelan la posibilidad de contar historias en el cruce entre dos mundos; el real y el virtual.
DayDreams, expuesta en 2017 en los jardines del Centro Médico Montefiore en el Bronx en Nueva York, es una instalación que mezcla poesía y fotografía. Compuesta por 100 esferas de realidad aumentada en las que se juntan fotografías del Valle Hudson con fragmentos de poesía de Edgar Allan Poe. Sadé decidió incluir estos poemas para hacer referencia a la historia cultural local ya que el poeta vivió sus últimos años en el Bronx; además, se inspiró en el fragmento de uno de ellos, que cita: “todo lo que es, o que parece ser, no es más que un sueño dentro de un sueño”. Al recorrer el espacio donde se expuso esta instalación, y ver aparecer las esferas en una pantalla, la artista nos lleva a transitar por realidades que se mezclan y nos confunden, como si estuviéramos soñando.
Shuli Sadé, Daydreams (Ensueños), 2017. Cortesía de la artista.
[…] el espectador es la energía que hace posible la existencia de la obra.
La poesía y la fotografía tienen su propio ritmo, pero al combinarse con el uso de la realidad aumentada la pieza adquiere un ritmo nuevo activado y controlado por el espectador que decide en qué sentido recorrer el espacio y encontrar las esferas. Así, la energía de cada visitante, la velocidad de sus movimientos y el tiempo de observación, dan a DayDreams una esencia distinta para cada persona.
La instalación Wild_Heterotopias, expuesta en 2019 en el HighLine de Nueva York, hace visible esferas de jardines florecientes que se mezclan con el recorrido por el jardín elevado, así como imágenes de fragmentos arquitectónicos que hacen referencia al interés de la artista por los paisajes urbanos.
Estas esferas también aparecen en las galerías del HighLine cerca del río; así Shuli crea un mundo de espejos que llevan al espectador a un viaje entre la imaginación y la realidad. Al generar un diálogo entre los objetos que existen en el espacio real y los que aparecen en el virtual, Shuli revela un mundo paralelo donde el espacio, el tiempo, la materia y la energía se mezclan y generan una nueva realidad llena de posibilidades que van descubriéndose mientras el espectador transita la instalación.
Por último, Upstream Downstream es una instalación que se inauguró en junio de 2021 en el Parque Riverside de Nueva York. El proyecto consta de unos platillos compuestos por logogramas e imágenes topográficas del río Hudson desde Nueva York hasta el océano Atlántico.
Estos objetos generan un lenguaje efímero y representan una metáfora que habla sobre toda la información que circula en el río basada en experiencias humanas y de la naturaleza que unen lo rural y lo urbano. El movimiento que supone el flujo del agua y sobre el que Shuli reflexiona en esta instalación, también nos habla de la energía que se transforma cada vez que los humanos y la naturaleza interactúan con el río.
Entre sueños, heterotopías y transitares, la obra de realidad aumentada de Shuli es un cúmulo de energías y sinergias que transitan e interactúan entre realidades y crean nuevos mundos y espacios de reflexión.
Ana Cristina Ortego es Licenciada en historia del arte por la Universidad Iberoamericana. Ha trabajado como curadora en galerías de arte y como asistente de investigación. Desde 2012, coordina proyectos culturales y de difusión y promoción de artistas y exposiciones independientes. Actualmente es coordinadora editorial de la artista María José de la Macorra.