Teresa van Dongen, Electric Life (Vida eléctrica), 2019. Fotografía de Rene Gerritsen. Cortesía de la artista.
por Alejandra Rojo
LA OBRA DE LA DISEÑADORA NEERLANDESA TERESA VAN DONGEN SE INSPIRA EN LA BELLEZA Y EL PODER DE LA NATURALEZA, ADEMÁS DE SUSTENTARSE EN EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO PARA DESARROLLAR PROYECTOS INNOVADORES QUE TRANSFORMAN LA ENERGÍA DE LA NATURALEZA EN LUZ.
La naturaleza es energía y conexión con lo esencial, además de inspiración de múltiples disciplinas creativas como el diseño. Esta fuente inagotable de conocimientos que nutre colaboraciones entre entes con diversas perspectivas y fines comunes, es origen de equipos multidisciplinarios que han sido indispensables en el desarrollo del trabajo de la diseñadora Teresa van Dongen, a quien su fascinación por la ciencia la llevó a estudiar biología para comprender los misterios de la naturaleza. Este hecho le resultó frustrante al darse cuenta que muchos de los grandes avances científicos no logran salir del laboratorio.
A la par de su formación como científica, Teresa nunca abandonó su curiosidad por actividades creativas, intereses que la llevaron a inscribirse en la Design Academy de Eindhoven. Su entendimiento científico en combinación con su conocimiento de los procesos de diseño, le facilitaron generar una poderosa sinergia entre ciencia y diseño. Sus esfuerzos se centraron en la conversión de energía en luz y en fusionar la naturaleza, mientras que la física del movimiento y el diseño le permitieron explorar la energía en su forma más pura, más allá de los combustibles tradicionales.
Cautivada por fenómenos naturales como el resplandor azul de las olas del mar en la oscuridad, producido por microorganismos bioluminiscentes (emisores de luz), desarrolló Ambio, una lámpara viviente que reproduce un fenómeno similar en un tubo de vidrio con bacterias que responden al oxígeno para mantener encendida una luz azul. El líquido se oxigena como resultado de su propio movimiento. De igual manera, este experimento se llevó a cabo en el proyecto ganador del Eyes on Talents, One Luminous Dot, una instalación de lámparas de vidrio en forma de estrellas con bacterias luminiscentes extraídas de la piel de pulpos que oscilan emitiendo ondas de luz.
Otra tecnología natural que implementa en su trabajo es utilizar bacterias que generan electricidad. Uno de los sellos predominantes en su trabajo es Spark of Life, proyecto ganador de la beca Keep an Eye, en el que un metabolismo de bacterias electroquímicamente activas emite pequeñas corrientes eléctricas que iluminan la lámpara sin necesidad de enchufarla. Así establece una nueva relación entre el objeto y el usuario, quien tiene un papel activo al alimentar a las bacterias vivas con acetato y suministración de agua. Este mismo principio lo sigue Electric Life, lámpara con forma de robot que fue exhibida en el Centre Pompidou para la exposición La Fabrique du vivant. En este diseño Van Dongen utiliza los microorganismos encontrados en los asentamientos del fondo lodoso de ríos y lagos, lo cuales excretan electrones que se convierten en un medio de iluminación al ser alimentados con nutrientes, vinagre y agua, obteniendo una relación de beneficio mutuo y dependencia entre éstos y el usuario.
Teresa van Dongen, Spark of Life (Chispa de vida), 2016. Fotografía cortesía de Palazzo Clerici.
A la par de su formación como científica, Teresa nunca abandonó su curiosidad por actividades creativas […].
Teresa van Dongen,Ambio, 2014. Fotografía de Hans Boddeke. Cortesía de la artista.
Teresa van Dongen, Electric Life, (Vida eléctrica), 2019. Fotografía de Rene Gerritsen. Cortesía de la artista.
Teresa van Dongen ha hecho del uso de la naturaleza en el diseño una fuente de energía que es directriz de su trabajo […].
Entre sus colaboraciones más importantes se encuentra Biolume, lámpara cuya tecnología —al igual que Spark of Life y Electric Life— reside en el uso de geobacterias que purifican el agua mientras producen energía. Este proyecto es parte de la reconstrucción del castillo medieval de Slot Schaesberg. Para crear la pieza se tomaron como inspiración los cuadros, la reflexión de los candelabros y las lámparas de aceite de la época, además de la toma de muestras de fango de los alrededores, que presentaron bacterias con electroactividad. La lámpara de pared es de hierro forjado resistente, con un depósito con líquido aislado (que se derivó del foso del castillo) de donde proviene la energía cuyo resultado es una luz cálida, tenue y misteriosa como la de la época de apogeo del castillo.
Ganadora de múltiples premios y reconocimientos, Teresa van Dongen ha hecho del uso de la naturaleza en el diseño una fuente de energía que es directriz de su trabajo, constantemente complementado con grandes colaboraciones con el Centro de Ecología y Tecnología de la Universidad de Gante, el Fondo de Industrias Creativas Holandés, la organización Material Sense, además de diversos biotecnólogos, quienes le permiten llevar sus innovadoras ideas a cabo.
Teresa van Dongen, One Luminous Dot (Un punto luminoso), 2015. Fotografía de Hans Boddeke. Cortesía de la artista.
Teresa van Dongen, Biolume, 2021. Fotografía de Wouter Kooken, BlickFänger. Cortesía de la artista.
www.teresavandongen.com | Instagram @teresavandongendesign
Alejandra Rojo es diseñadora industrial por la UAM Azcapotzalco y Maestra en estudios de diseño por CENTRO, se desempeña como consultora creativa y docente de pensamiento y técnicas creativas para CENTRO y Dalia Empower.