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LA ECONOMÍA TIENE CONCIENCIA IMPLÍCITA

Justine Smith, Money Map of the World MMXX - MMXXI (Mapa de dinero del mundo MMXX - MMXXI), 2020-2021. Cortesía de la artista.

por Diego Sosa
imágenes de Justine Smith

ECONOMÍA Y CONCIENCIA SON DOS CONCEPTOS QUE A SIMPLE VISTA PODRÍAN CONSIDERARSE AJENOS, NO OBSTANTE, EL DESARROLLO DE LA ECONOMÍA SE DA POR MEDIO DE LA CONCIENCIA QUE SE ALCANZA ACERCA DE LAS NECESIDADES DE LOS INDIVIDUOS Y SOCIEDADES, ASÍ COMO LAS REFLEXIONES SOBRE CUÁLES DEBERÍAN DE SER LAS FORMAS DE SATISFACERLAS.

La conciencia es la capacidad de los seres humanos de reconocer y percibir su propia existencia, su entorno e inclusive sus necesidades. Al mismo tiempo, permite relacionarse con la realidad, reflexionar sobre el entorno e inclusive sobre sí mismo. 

Considerando lo anterior, la conciencia fue el elemento fundamental para que los seres humanos reconocieran sus necesidades, además de encontrar la imprescindible manera de satisfacerlas. Esta búsqueda fue la esencia de lo que dio origen a la economía, por ello algunos han llegado a señalar que ésta es tan antigua como la propia humanidad, ya que los recursos disponibles siempre han sido limitados. 

Entre las necesidades de supervivencia del individuo, cuya base es fundamentalmente fisiológica, la alimentación ha sido la más relevante y para cubrir dicha necesidad surgieron la agricultura, la pesca y la ganadería, las primeras actividades económicas de la humanidad.

En un principio, estas actividades primarias eran básicamente de subsistencia, pero con el tiempo y un mayor conocimiento alcanzado, el rendimiento de dichas actividades aumentó y comenzaron a obtenerse excedentes que servirían para intercambiarse por otros productos de otras comunidades o regiones.

Esta conciencia sobre poder obtener otros productos mediante trueques y que esto posibilitara la satisfacción de necesidades superiores a las básicas, fue el paso hacia un nuevo estadio económico basado en el comercio.

Con el paso del tiempo el trueque dejó de ser una práctica viable debido a que para llevarse a cabo debía haber interés común entre las dos partes, lo cual no siempre se daba. Además, el trueque no era capaz de definir el valor real de las mercancías.

El reconocimiento de estas limitantes impulsó la introducción de productos como elementos de valor referencial que servirían para regular los intercambios. En un primer momento, se utilizó el ganado o el trigo y posteriormente, aparecieron el oro y la plata. La preferencia por el uso de los metales preciosos como dinero-mercancía derivó de su preciado valor porque eran difíciles de falsificar y se los podía almacenar. 

Esta nueva conciencia sobre la función del dinero como medio de atesoramiento, fue el aliciente para que el sistema económico evolucionara del mercantilismo a uno donde el objetivo era la acumulación de riqueza mediante la acumulación de dinero, es decir, el capitalismo.

Entre las premisas del sistema capitalista sobresalen la noción de la propiedad privada y la preferencia a que el mercado sea el único mecanismo para asignar los bienes escasos, ya que sostiene que sólo de tal manera es como se alcanzaría la asignación más eficiente.

No obstante, con el paso del tiempo, la distribución inequitativa que propició dicho sistema ha dividido a la sociedad en clases sociales de acuerdo con su ingreso económico y posesión de capitales. La relación entre los más desfavorecidos y los más privilegiados ha reproducido y perpetuado la pobreza de los primeros según lo que señala el pensamiento marxista.

Por lo anterior y aunque el crecimiento económico observado bajo el capitalismo ha sido muy alto, la mayor crítica hacia éste es que al mismo tiempo ha provocado una amplia desigualdad entre la población, generando la conciencia sobre la necesidad de encontrar otro sistema económico.

Hasta ahora las alternativas se fundamentan en el logro de un mejor estado de bienestar general, es decir, en alcanzar una sociedad en la que el valor de la igualdad está por encima de todo. No obstante, estas ideas no han dejado de ser algo meramente teórico.  

Justine Smith es una artista que vive y trabaja en Londres. El papel siempre ha sido materia prima en la obra de la artista; su trabajo actual está relacionado con el concepto de dinero y cómo éste toca prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas. Sus mapas collage, hechos con billetes del mundo, exploran nuestra relación con el dinero en un sentido político, moral y social, invitándonos a reflexionar sobre temas como la gestión de recursos, la creación de riqueza y las formas en que producimos, distribuimos y consumimos. www.justinesmith.net | Instagram @justinesmith_artist

Diego Sosa es economista, egresado de la UNAM, donde también estudió la maestría y se inició en la docencia. Posteriormente, laboró en medios impresos cubriendo la fuente económico-financiera, obteniendo reconocimientos como el premio de “Periodismo sobre ETF´s” otorgado por Black Rock México. Asimismo, ha colaborado en radio aportando su análisis sobre temas económicos. Desde 2012 trabaja en el sector bancario y en 2020 se reintegró a colaborar en medios impresos abordando temas de economía.

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