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UN NUEVO LIDERAZGO PARA LOGRAR EL MÉXICO DESARROLLADO EN ESTA GENERACIÓN

Lograr el desarrollo sólido y tangible de nuestro país es un reto que parece todavía lejano, es momento de que los ciudadanos de las nuevas generaciones tomemos un papel más activo y de liderazgo en nuestras comunidades para construir día a día, desde nuestra propia realidad, el México que todos queremos.

Elizabeth Carmel, Red Door (Puerta roja), 2005. Cortesía de Elizabeth Carmel.

por Enrique de la Madrid Cordero

En el marco de la comida anual de los 300 líderes más influyentes de México, realizada por la Revista Líderes Mexicanos el pasado 7 de septiembre, pronuncié un discurso, en representación del presidente Enrique Peña Nieto, sobre liderazgo y los retos que como país enfrentamos. En éste, tuve la oportunidad de dar a conocer mi visión sobre los logros alcanzados y el potencial que tiene México para convertirse en un país desarrollado en esta generación. Éste es el mensaje principal que plasmé en un libro titulado México en la generación del desarrollo. Nunca tan cerca como hoy, en el que creo firmemente y quiero compartir con todos ustedes. Si cada vez somos más los mexicanos que lo imaginemos y actuemos en consecuencia, no habrá obstáculo alguno que impida que cumplamos esta gran misión.

1. LA PLATAFORMA QUE HEMOS CONSTRUIDO
1.1. Logros nacionales
Es cierto que nuestro país aún enfrenta retos importantes y rezagos ofensivos. No obstante, es elemental reconocer los enormes avances que los mexicanos que nos han antecedido alcanzaron, y que hoy constituyen la plataforma sobre la que esta generación tiene la obligación de seguir construyendo un México mejor. Permítanme enumerar sólo unos ejemplos: En materia de salud, la esperanza de vida de los mexicanos se ha duplicado en las últimas ocho décadas, y ha pasado de 34 años en 1930 a 76.7 años en la actualidad, cifra no muy lejana de los 83 años de Japón y muy por encima de los 59 años de Sudáfrica. En materia educativa, el porcentaje de la población entre 6 y 14 años que asiste a la primaria pasó de 64.5% en 1970 a 96.2% en 2015, y la tasa de cobertura del nivel medio superior, del 48% al 71% en el mismo lapso. Por otra parte, en los últimos años el turismo se ha consolidado como un motor de crecimiento en México y hoy representa 8.5% del PIB nacional. Hoy en día nuestro país se encuentra en el noveno lugar del ranking de países más visitados en el mundo y sustenta de forma directa e indirecta alrededor de 9 millones de empleos en México.

Es importante reconocer que todos estos logros se han hecho bajo un contexto de perfeccionamiento de nuestra democracia e instituciones. Hace 40 años, un reclamo generalizado en nuestro país era la falta de un régimen político verdaderamente democrático. Parecen lejanas esas elecciones de 1976 cuando un solo candidato contendió por la presidencia, un hecho que hoy sería absolutamente impensable. Hoy contamos con una ciudadanía que utiliza de forma racional y diferenciada su voto; con un sistema de contrapesos representados por un poder judicial y un congreso independientes; con estados soberanos y municipios fortalecidos en sus facultades, así como con órganos constitucionales autónomos.

1.2. Ventajas comparativas
Por otra parte, México cuenta con importantes fortalezas que lo hacen uno de los países más competitivos en el mundo. La estabilidad macroeconómica de nuestro país es el resultado de un esfuerzo por mantener una política monetaria y fiscal responsable en las últimas tres décadas. Hace sólo 30 años, se registraron niveles de inflación de hasta 159%, cifra que contrasta drásticamente con el 2.13% con el que cerramos el año pasado, y que significa el menor nivel de inflación desde que el INEGI tiene registro. No hay que olvidar que México se ubica al lado de la economía más poderosa del mundo. Los mexicanos hemos sabido aprovechar esta ubicación mediante la consolidación de una economía abierta, con una red de 13 tratados de libre comercio que nos brindan acceso privilegiado a 46 países. Gracias al TLCAN, por ejemplo, México comerció en 2015, 531 mil millones de dólares con Estados Unidos, una cifra cinco veces mayor a la de 1994 cuando entró en vigor.

Además, en los últimos 15 años hemos experimentado un crecimiento de casi seis veces en la recepción de inversión extranjera directa, y el año pasado se rompió nuevamente el récord al recibir 28 mil 382 millones de dólares, cifra 25.8% superior a la de 2014. Gracias a la competitividad de México, hemos dejado de depender de las exportaciones petroleras, que en 1970 representaban 70% de las exportaciones. En la actualidad, son las manufacturas las que representan casi 90% de éstas.Por ejemplo, hoy en día México es el primer exportador de televisiones de pantalla plana en el mundo y el primer productor en fabricación de vehículos nuevos y dispositivos médicos en América Latina.

1.3. Reformas estructurales impulsadas por el presidente Peña Nieto
Es a partir de esta gran plataforma que hemos construido a lo largo de generaciones, que hoy bajo la administración del presidente Peña Nieto, nos encontramos en un proceso de reformas orientadas a dinamizar y hacer todavía más competitiva nuestra economía.

Algunas de estas reformas ya han comenzado a brindar importantes resultados y beneficios: Gracias a la reforma financiera, el crédito creció cinco veces más que la economía y con ello la penetración financiera ha pasado de 25% del PIB en 2012 a casi 31% en este año. Además, las tasas de interés han disminuido 9% en el mismo lapso. La reforma en materia de telecomunicaciones ha permitido que los consumidores de telefonía tengan tarifas 30.5% más baratas y representa un ahorro anual superior a los 20 mil millones de pesos. Desde la implementación de la reforma laboral, se han generado 2 millones de empleos, la cifra más alta en los últimos cuatro sexenios. La reforma educativa responde a uno de los más importantes retos que tenemos: educar a las generaciones futuras. Decía Benito Juárez: “la instrucción es la primera base de la prosperidad de un pueblo, a la vez que es el medio más seguro de hacer imposibles los abusos del poder”. En la reforma educativa no podemos dar marcha atrás. Podemos encontrar consensos para perfeccionar su instrumentación, pero dar marcha atrás sería condenar a los mexicanos, especialmente a los menos favorecidos, a la pobreza y a la inmovilidad social permanente. En estos momentos es importante recordar lo que sobre el tema pensaba José Vasconcelos: “Educar es preparar al individuo para determinado propósito social… solamente los pueblos civilizados procuran formar buenos ciudadanos; es decir, hombres y mujeres libres, capaces de juzgar la vida desde un punto de vista propio, de producir su sustento y de forjar la sociedad de tal manera que toda persona de trabajo esté en condiciones de conquistar una cómoda manera de vivir”.

2. RETOS Y DESAFÍOS A NIVEL INTERNACIONAL Y NACIONAL
2.1. Retos y humor social en el mundo
No obstante, hay que reconocer que existe un sentimiento de malestar, enojo y molestia en la ciudadanía. Pero no es un sentimiento privativo de nuestro país. El otro día me hizo reflexionar el comentario de una persona que me dijo: la gente en el mundo está enojada con sus gobiernos porque no están encontrando soluciones a sus problemas. Tiene razón y México no es la excepción. Sin embargo, considero que no vamos a encontrar solución a nuestros problemas mientras los sigamos atacando de la forma en que lo hemos hecho hasta ahora. No debemos seguir enfrentado los problemas mundiales como si fueran locales. ¿O no son problemas mundiales: el insuficiente crecimiento económico, la baja generación de empleos y la falta de oportunidades para los jóvenes que resulta de ello o una creciente desigualdad o una migración masiva resultado de la persecución política de unos países y la falta de oportunidades en otros, además del terrorismo, el crimen organizado y el cambio climático?

2.2. Retos y desafíos en México
En México también enfrentamos varios de esos retos comunes, pero tenemos nuestros propios desafíos internos. El fondo de la insatisfacción de los mexicanos radica en que, a pesar de lo logrado, todavía no hemos sido capaces de abatir la pobreza, y de construir instituciones y un estado de derecho sólido que erradiquen la impunidad, la corrupción y la inseguridad en nuestro país. Sin embargo, este descontento es en sí mismo positivo y representa la evolución de la sociedad mexicana, que hoy aspira a mejores condiciones de vida a partir de otros estadios superados. Detrás de este pesimismo existe un enorme optimismo sobre nuestras potencialidades. Sólo se rebela aquél que sabe que puede estar y aspirar a algo mejor. México está inconforme y molesto porque sabe que puede ser un México mucho mejor. En la insatisfacción y exigencia de los mexicanos estamos definiendo el país al que aspiramos. Queremos un país con menos pobreza, porque para alcanzar la felicidad, todos necesitamos un mínimo de bienestar. Nadie debe ser condenado a ser pobre por el hecho de haber nacido en esa condición.

Queremos un país honesto donde los funcionarios públicos manejemos con inteligencia, rectitud y transparencia los recursos que nos encomienda la sociedad; donde los ciudadanos se acojan a la ley; y donde los empresarios cobren lo justo por los bienes y servicios que proveen. También queremos un país con justicia y seguridad en donde se premie a los que respetan la ley y se castigue a los que la violan, así como a los que atentan contra nuestra seguridad, la de nuestras familias y nuestros bienes. Ese México al que aspiramos es posible y alcanzarlo dependerá de todos nosotros.

3. ¿CÓMO LE VAMOS A HACER?
Tres son, desde mi punto de vista, las áreas donde debemos de trabajar hacia delante para lograrlo.

3.1. Mejores gobiernos y fortalecimiento institucional
Mejores gobiernos que tengan la capacidad de diagnosticar más adecuadamente los problemas de la sociedad, hacer mejores políticas públicas y coordinar los diferentes esfuerzos gubernamentales y de la sociedad para hacerles frente. Y mejor gobierno no significa más gobierno, sino un gobierno mejor preparado, que cuente con las mejores condiciones e incentivos para tener y retener a los mejores mexicanos al servicio del país. Un mejor gobierno no sólo atañe al nivel federal, sino también al local. Debemos dotar de más capacidades a los gobiernos de los estados y principalmente a los municipios, pues hoy manejan más recursos y precisan de mayor capacidad de gestión para hacer un uso más racional e inteligente de éstos. Si en algo coinciden la mayoría de los analistas y los organismos internacionales, es que lo que distingue a los países ricos de los pobres, es la fortaleza de sus instituciones.

3.2. Cambio en la concepción del ejercicio de la democracia
También necesitamos una sociedad mucho más participativa. Debemos complementar nuestra democracia electoral con una democracia participativa. Estoy cada vez más convencido de que la solución a nuestros problemas requiere de la participación activa de cada uno de nosotros. Lo público y el interés general nos incumbe a todos. Así como los temas de la salud no se pueden dejar sólo en las manos de los médicos, con más razón los retos y oportunidades de los países no se pueden dejar en manos de los gobernantes. Atrás quedaron los tiempos de los liderazgos unipersonales o mesiánicos donde nos quieren vender que ellos o ellas tienen la solución a todos nuestros problemas. Que no nos preocupemos, que se los dejemos a ellos, que ellos o ellas nos sacarán adelante. No caigamos en falsas ilusiones para luego desilusionarnos. Es el trabajo conjunto de la sociedad y su gobierno el que hace grandes a las naciones.

Elizabeth Carmel, Island Colors, Baja (Colores de isla, Baja)Cortesía de Elizabeth Carmel.

Elizabeth Carmel, Golden Passage, Pozos (Pasaje dorado, Pozos)Cortesía de Elizabeth Carmel.

 

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«[…] no vamos a encontrar solución a nuestros problemas mientras los sigamos atacando de la forma en que lo hemos hecho hasta ahora ».

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Elizabeth Carmel, Afternoon Sky, Pozos (Cielo de la tarde, Pozos). Cortesía de Elizabeth Carmel.

TheCarmelGallery.com

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«México está inconforme y molesto porque sabe que puede ser un México mucho mejor».

3.3. Un México más solidario
Por último, cada vez es más claro para muchos de nosotros que es necesario un México más solidario, que se preocupe y ocupe en apoyar a los que menos tienen. No hay duda que si seguimos por el camino que nos hemos trazado e instrumentamos adecuadamente las reformas impulsadas por el presidente Peña Nieto, nuestra economía crecerá y dará más empleo a los mexicanos. Sin embargo, la velocidad a la que ocurre no es suficiente para atender el rezago. Todos debemos participar directamente en el apoyo de mexicanos necesitados y en la búsqueda de oportunidades. Parafraseando a un líder moderno, mientras haya un niño que no vaya a la escuela, una familia sin vivienda o un anciano sin retiro, yo, como mexicano, soy responsable. Somos parte
de un mismo país, de una misma familia y de una misma casa. No podemos pensar que sólo basta con hacer nuestra parte y decir: “ya cumplí”. Tenemos que dar ese extra; involucrarnos con nuestra comunidad; ver y sentir los problemas que aquejan a la mayoría como propios; ser solidarios y ser corresponsables con nuestra sociedad. La indiferencia no es una alternativa. ¡Esta generación sí tiene la oportunidad de cambiar la vida de los demás!

4. UN NUEVO LIDERAZGO PARA ENFRENTAR EFICAZMENTE LOS RETOS ACTUALES
Para alcanzar el desarrollo en esta generación, México requiere de un nuevo perfil de liderazgo. Un líder es aquel que ayuda a su comunidad a tomar conciencia de sus retos y oportunidades y trabaja en conjunto en el diseño de estrategias para alcanzar un estadio de desarrollo superior. Este liderazgo se construye día a día y en cualquier espacio. Nuestro país requiere de la visión compartida de todos los sectores de la sociedad y del protagonismo de 120 millones de líderes. Así como los mexicanos del siglo XIX lucharon por establecer un país independiente y sentar las bases de un nuevo régimen político, económico y social; los mexicanos del siglo XX crearon instituciones para procurar un México más justo e igualitario; a los mexicanos de la primera parte del siglo XXI, los mexicanos de hoy, nos corresponde construir sobre estos esfuerzos y alcanzar el México desarrollado al que todos aspiramos.


Enrique de la Madrid Cordero es Licenciado en derecho egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México. Cuenta con una Maestría en administración pública en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard. Se ha desempeñado en diversas áreas e instituciones bancarias y de valores. Fue Diputado Federal en la LVIII Legislatura. Actualmente es Secretario de Turismo.

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