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GENERAR CONCIENCIA AMBIENTAL: LA ESPERANZA COMO GENERADORA DE CAMBIO SOCIAL

Todas las imágenes: Christoffer Relander, de la serie 365 Days Of Double Exposure (365 días de doble exposición), 2022. Cortesía del artista.

por Cristina Ayala-Azcárraga
imágenes de Christoffer Relander

ANTE LA EMERGENCIA CLIMÁTICA, CAMBIAR EL DISCURSO FATALISTA POR REFLEXIONES REALISTAS PERO INSPIRADORAS PUEDE SER UN CAMINO QUIZÁS MÁS PAUSADO, PERO SOSTENIBLE, PARA FORTALECER LA CONCIENCIA AMBIENTAL.

Estamos ante una crisis socioambiental civilizatoria, cuyas causas se remontan principalmente a las actividades antropogénicas. Las consecuencias de esta situación las hemos empezado a sentir día a día y comienzan a tomar espacio en los noticieros. 

Esta situación nos ha llevado a la urgencia de tomar acción con la esperanza de retrasar o incluso revertir los daños que hemos generado. Por esto, el discurso ambientalista se ha filtrado a diversos espacios, con la intención de hacer conciencia. Sin embargo, el mensaje no es necesariamente el más efectivo si lo que buscamos es que las personas comprendan la problemática y decidan hacer algo al respecto. 

En investigaciones recientes se muestra que el uso de representaciones aterradoras respecto del cambio climático puede ser contraproducente. Aunque estas imágenes pueden hacerse virales pues generan miedo y ansiedad, sabemos que el miedo es una herramienta poco eficaz para generar un compromiso personal genuino a largo plazo. 

Encabezados como “La ONU dice que vamos a morir en 30 años” (cosa que, de hecho, la ONU nunca ha dicho) o “Comienza el apocalipsis del cambio climático” llaman nuestra atención, pero al mismo tiempo nos hacen sentir que la problemática es tan grande, que sale del control humano. Le da una dimensión intangible y difícil de aterrizar que nos aleja de una toma de conciencia efectiva. 

La idea de tratar de trasladar a la sociedad hacia un modelo de desarrollo sostenible parece una tarea tan grande que muchos concluyen que no tiene sentido intentarlo. Incluso pueden negarse a pensar en ello y hasta a escuchar a las personas que pueden ofrecer buenas ideas. El malestar desesperado ante la crisis convierte la creencia de que “la sociedad no cambiará” en una profecía autocumplida en la que no se hace ningún esfuerzo porque, se cree que no existe acción alguna que haga la diferencia. 

[…] el miedo es una herramienta poco eficaz para generar un compromiso personal genuino a largo plazo. 

La respuesta podría estar en mantener un discurso esperanzador pero apegado a los datos, que no oculte ni trivialice la información, pero que sea capaz de inspirar a actuar.

El miedo como estrategia generadora de cambios tiene otro problema: la dificultad de mantenerse a largo plazo. Esto lo pudieron constatar Thomas Lowe y colaboradores en 2006, cuando llevaron a cabo encuestas antes y después de que un grupo de personas vieran la película El día después de mañana (2004). Esta película trata acerca de las terribles catástrofes que se pueden desatar en el mundo como consecuencia de los cambios climáticos causados por el calentamiento global. En su estudio, la mayoría de las personas reportaron una preocupación mayor y un sentido de urgencia por actuar después de haber visto la película. Sin embargo, el interés bajó conforme pasaron los días, una vez que el susto había pasado. 

El miedo no es la única emoción paralizante, la tristeza también lo es. Pensemos en la imagen de un oso polar flotando sobre pedazos de hielo que se derriten; esa imagen tristísima nos duele tanto que preferimos mirar hacia otro lado. 

La urgencia por actuar ante la crisis socioambiental es real, pero entonces, si tenemos que modular los resultados de las investigaciones científicas para no aterrar a las personas, ¿cómo deberíamos comunicar el mensaje? 

La respuesta podría estar en mantener un discurso esperanzador pero apegado a los datos, que no oculte ni trivialice la información, pero que sea capaz de inspirar a actuar. Ya sé, suena cursi, pero las investigaciones al respecto nos demuestran que la esperanza colectiva es necesaria para generar un cambio social. 

Tenemos que aprender a revelar los datos sin caer en posturas pesimistas pues esto puede ser un desmotivante poderoso ante el deseo de generar un cambio, personal o colectivo. De acuerdo con autores como Victoria McGeer, si las personas no confían en su capacidad para obtener resultados, serán más reacios a actuar. 

Una forma de mantener un mensaje esperanzador es reconocer las escalas de actuación de cada sector de la población. Si le dices a una persona que está en sus manos salvar el planeta, el reto es tan grande que se verá rebasado. Generar una conciencia ambiental a partir de una cultura para la sostenibilidad nos permite aterrizar las expectativas de las personas. No es cosa fácil, pero es necesario no sólo usar la ciencia para investigar los fenómenos, sino que debemos incorporar los conocimientos para saber cómo incidir de forma más efectiva en la sociedad. Sabemos que urge hablar de estos temas “sin filtro”, pero ser más estratégicos y menos reactivos hará que los mensajes sean más efectivos y transformadores. 

Christoffer Relander es un artista y fotógrafo autodidacta finlandés. Su obra presenta imágenes de exposición múltiple que con gran sensibilidad y delicadeza exploran la relación entre el ser humano y la naturaleza, y aún más, presentan a la humanidad como parte de ella. En gran medida la belleza y potencia de las imágenes reside en la forma sutil en que representan nuestra vida interior como reflejo o interiorización de nuestro entorno. www.christofferrelander.com | Instagram @chris_relander

Cristina Ayala-Azcárraga es bióloga y Doctora en ciencias de la sostenibilidad por la UNAM. Profesora de la Facultad de Arquitectura de la misma institución. En su podcast “Ciudades para todos” y sus redes sociales difunde información que le permita a las personas formar su propio criterio respecto a temas relevantes a la sostenibilidad.
www.ciudadesparatodos.org | Instagram @crisstagram

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