Miguel Ángel Cordera, Maps (Mapas) de la serie Softer Image, 2018. Cortesía del artista.

El derecho y la empatía se refieren a interrelaciones entre individuos: el primero busca brindar certeza a esas relaciones y la segunda a que los sentimientos y emociones se desarrollen de manera racional y objetiva.

¿Pero cuál es la percepción social de ambos y su interrelación?

El creciente rechazo de las nuevas generaciones a la autoridad ha generado corrientes que exigen mayores libertades, espacios de flexibilidad, incluso “miopía al cumplimiento de las normas”, dando lugar a mayores desacuerdos, ya que al violentarse los principios de imparcialidad y objetividad, se resta certidumbre y se generan diferencias más profundas.

La influencia de los grupos que exigen una visión paradigmática priorizando “los derechos humanos” ha modificado de manera estructural a los sistemas jurídicos, sin respetar un principio fundamental de la norma jurídica: la bilateralidad que exige se otorguen derechos, a cambio de cumplir deberes. Mientras tanto, la psicología cobra mayor importancia, dado que el sujeto se enfrenta a situaciones y sentimientos cada vez más complejos y busca resolverlos mediante apoyos o esquemas emocionales.

La empatía se ha convertido en un valor prioritario debido al creciente número de colectivos en busca de identidad, factor o herramienta de tipo político al que han de enfrentarse jueces y autoridades.

Entendemos que esos grupos acaban por enfrentarse a la autoridad y al no obtener respuesta a sus exigencias se sienten violentados, pues bajo su óptica únicamente demandan igualdad y justicia, sin embargo, en el fondo no tienen una argumentación clara, tal vez únicamente buscan ser escuchados. Evidentemente esos grupos deben ser atendidos, pero no bajo un esquema de “falsa empatía”, sino brindando respuesta al origen de sus demandas.

¿Qué hacer para alcanzar los beneficios de una convivencia fructífera?

En las relaciones humanas no existen fórmulas exactas. Las normas jurídicas deben custodiar valores, pero cómo sin renunciar a su naturaleza coercitiva. Desde su origen dichas normas se han integrado bajo una óptica que les brinde un fundamento sólido. En este análisis se vincularían desde su origen los conflictos y sus posibles alternativas de solución, mismos que buscarían normarse con un enfoque empático dirigido o inspirado en una justicia social y colectiva.

De acuerdo con esto, la norma jurídica deberá generarse considerando los valores que esa sociedad desea preservar (axiología jurídica), con el apoyo de la coercibilidad que brinda el derecho, custodiando en su contenido la vida, la salud, la igualdad, el respeto, además de brindar respuesta a las exigencias colectivas. En esta tarea es fundamental subrayar la posibilidad de respetar a los sujetos en sus emociones y valores, como lo propone la empatía.

El Estado genera sistemas jurídicos conformados por normas estructuradas de acuerdo con la ideología de los grupos, pero si no es debidamente observada la ideología y los valores imperantes, se pueden aprobar normas en el legislativo, sin ser las idóneas para cubrir los intereses de la sociedad que habrá de cumplirla.

¿Qué es fundamental destacar en este punto?

Los legisladores que redacten las normas deberán estar conscientes de la importancia de que representarán los valores que permitirán a esa sociedad lograr el desarrollo y los acuerdos para generar marcos jurídicos con equidad, transparencia, generalidad y justicia. Esos marcos le permitirán a los gobernados generar exigencias y derechos, pero a la vez habrán de cumplir las condiciones que en ellas se contengan.

El derecho y la empatía deberán tener mayor interrelación, pues tan importante es que el juzgador desarrolle sus tareas con actitud positiva, sana y objetiva, como también se requerirá de una campaña de educación para alcanzar mayor empatía, a fin de hacer eficaces las relaciones que se requieren cumplir bajo el marco elaborado.

Las diversas escuelas filosóficas han buscado un modelo jurídico ideal, cualquier sistema habrá de enriquecerse permanentemente al plasmar y custodiar los valores de la sociedad, el respeto, la equidad, la certidumbre y de esa manera encontrar el sistema jurídico que reúna las características que les permitan a los integrantes de esa sociedad una coexistencia pacífica y ordenada.

Miguel Ángel Cordera, Maps (Mapas) de la serie Softer Image, 2018. Cortesía del artista.

El derecho y la empatía deberán tener mayor interrelación, pues tan importante es que el juzgador desarrolle sus tareas con actitud positiva, sana y objetiva, como también se requerirá de una campaña de educación para alcanzar mayor empatía, a fin de hacer eficaces las relaciones que se requieren cumplir bajo el marco elaborado. 

Miguel Ángel Cordera, Neon (Neón) de la serie Softer Image, 2018. Cortesía del artista.

[…] es fundamental subrayar la posibilidad de respetar a los sujetos en sus emociones y valores, como lo propone la empatía.

Miguel Ángel Cordera, Brains (Cerebros) de la serie Softer Image, 2018. Cortesía del artista.

La Doctora María del Carmen Rodríguez Servín es académica de derecho.