Kevin Callaghan, At a distance 3 (A cierta distancia 3). Cortesía de Saatchi Art.
por Carlos Sedano Martínez
PARA LOGRAR PROYECTOS DE EMPRENDIMIENTO EXITOSOS ES NECESARIO SABER CONJUGAR Y DESARROLLAR NUESTRA CREATIVIDAD, PASIÓN Y CAPACIDAD DE GESTIÓN.
Pasión, creatividad y emprendedurismo son palabras mágicas, ya que están relacionadas entre sí y la una no puede sobrevivir sin la otra. Si las vemos por separado tienen un campo de acción, pero siempre estarán ligadas a otro elemento para alcanzar la potencia necesaria y descubrir la sinergia que hacen entre sí.
La creatividad es potente. Continuamente nos preguntamos si somos creativos y escuchamos a personas que comentan: “a mí no se me ocurre nada, no soy creativo”, especialmente si se trata de emprender. Sin embargo, todos podemos ser creativos. Aunque algunas personas lo son de forma innata, la creatividad se puede desarrollar con técnicas que estimulen el hemisferio derecho del cerebro. La creatividad descansa sobre pilares como la fluidez, flexibilidad y originalidad, que nos ayudan a tener ideas más poderosas, pero no ofrecen un producto terminado. ¿Para qué queremos la creatividad? ¿Para solucionar problemas? ¿Para ir de vacaciones? ¿Para generar nuevos productos? ¿Para hacer una campaña de publicidad? ¿Para innovar en la empresa? Todos podemos ser creativos, ya sea de manera innata o al aprender técnicas externas.
En el caso del emprendedor pasa algo similar: podemos serlo de forma innata o es algo que se puede desarrollar. Podemos identificar al emprendedor desde niño, en algunas películas, cuando vemos al niño de diez años que, fuera de su casa, pone una mesita y comienza a vender limonada o al que arregla los jardines de sus vecinos para ganar un dinero extra. Sin embargo, también podemos ver a una persona de 60 años que por primera vez hace un emprendimiento. Cuando emprendemos es porque tenemos motivos lo suficientemente fuertes para convertirse en motivación y nos lleven a emprender.
[…] el emprendedor no sólo usa la creatividad para tener ideas, sino para llevarlas a cabo.
Kevin Callaghan, At a distance 1 (A cierta distancia 1). Cortesía de Saatchi Art.
Tenemos dos tipos de emprendedores: los que emprenden en una organización que no es de ellos que llamamos intrapreneurs que utilizan los recursos de la empresa para llevar a cabo sus proyectos, por ejemplo, los directivos de empresas que fueron contratados y que tienen un rol en la organización y los entrepreneurs que son los emprendedores que tienen una idea y son capaces de llevarla a la realidad. Los emprendedores toman los elementos del trabajo, el capital y los recursos para convertirlos en un bien o servicio que la sociedad requiere y satisface una necesidad o resuelve problemas que están latentes.
También podemos conocer a alguien que puede ser muy creativo, pero nunca concreta nada, como cuando nos encontramos a un amigo que hace tiempo no vemos y nos contesta “estoy desarrollando un proyecto de diseño de muebles innovadores que harán que sean más funcionales,” y nosotros recordamos que dos años antes nos dijo exactamente lo mismo. Este amigo es creativo mas no emprendedor, porque el emprendedor no sólo usa la creatividad para tener ideas, sino para llevarlas a cabo.
Los motivadores principales del emprendedor son la independencia de poder decidir a qué hora trabajar, qué hacer, no depender de nadie y no pedir permisos. Un segundo motivador es el poder, no el de tener un puesto político o en una organización, sino el poder de decidir. Si trabaja para una empresa y presenta un proyecto, éste pasa a un comité y la respuesta puede tardar meses, mientras que si se es entrepreneur, ve un producto que podría producir o capta una ventana de oportunidad de un problema y de inmediato empieza a trabajar en el desarrollo de la idea. Esto no quiere decir que no valore si la idea es buena o mala pero el proceso de decisión es mucho más rápido que en una empresa.
Pero, sin duda la cereza del pastel es la pasión que debe estar presente en todas nuestras acciones de la vida. Para el emprendedor es lo que lo mueve en todo momento, en cada actividad, y le permite sobreponerse a las barreras con que se encuentre e incluso le ayuda a superar el fracaso que puede estar presente en cualquier momento. Sin la pasión seguramente tiraríamos la toalla frente al primer problema, y no entregaríamos el alma para lograr obtener resultados positivos y que se obtenga el motivador número uno que tiene el emprendedor: el logro.
Aunque algunas personas lo son de forma innata, la creatividad se puede desarrollar con técnicas que estimulen el hemisferio derecho del cerebro.
Kevin Callaghan, At a distance (A cierta distancia). Cortesía de Saatchi Art.
Carlos Sedano Martínez es Licenciado en administración por la Universidad La Salle, Maestro en creatividad aplicada total por la Universidad de Santiago de Compostela y actualmente, se desempeña como Coordinador de la Licenciatura en finanzas en la Universidad Iberoamericana.