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ESTÉTICA Y MATEMÁTICAS: UN ENCUENTRO AFORTUNADO

Aubin Arroyo, Nudo Trébol 31: 2 352 esferas y sus reflexiones, 2017. Cortesía de Aubin Arroyo.

por Andrea Bravo

LA EXPOSICIÓN NUDOS SALVAJES, PRODUCTO DE LA COLABORACIÓN ENTRE EL ARTISTA FRANCÉS JEAN-MICHEL OTHONIEL Y EL MATEMÁTICO MEXICANO AUBIN ARROYO, ES UN EJEMPLO DE CÓMO UN BUEN LIDERAZGO ES AQUEL QUE SABE ABRIRSE AL DIÁLOGO Y COMPARTIR SU CONOCIMIENTO PARA ASÍ FORTALECER SU PROPIO TRABAJO.

Recientemente en el Centro Cultural Kirchner en Buenos Aires se presentó la exposición Nudos salvajes, resultado de un encuentro fortuito y muy afortunado entre dos investigaciones y procesos de pensamiento aparentemente antagónicos que llegaron al mismo resultado visual...

I. El atelier de Jean-Michel
Para el artista francés Jean-Michel Othoniel, el arte es una forma de mirar al mundo; una perspectiva, entre muchas otras, que desde su muy específico interés estético reflexiona sobre conceptos universales de la experiencia humana.

Así, el trabajo del artista se centra en explorar la relación entre nociones aparentemente opuestas como la delicadeza y la monumentalidad o la sensualidad y la sacralidad. Uno de los principales medios que utiliza el artista para hacer esta investigación es el vidrio soplado, que le sirve para indagar sobre las contradicciones y transformaciones de los cuerpos en el mundo físico y espiritual.

De estos ejercicios de investigación estética, basados en la intuición del artista, surgió una serie de esculturas de dimensiones monumentales que utilizan esferas de cristal enfrentadas entre ellas, y que, en el juego entre unas y otras, abren espacios virtuales que prolongan la vida al infinito, al tiempo que este último, contundente y sereno, se planta en el centro de la imagen. Imágenes complejas, como un problema matemático.

II. La poética de las matemáticas
A diferencia de la mirada del arte, las observaciones científicas buscan el rigor y la verdad. En su nivel más abstracto, las matemáticas estudian cómo razonamos, investigan las maneras en que articulamos la realidad y en última instancia, nos permiten hacerle nuevas preguntas al mundo para seguir conociéndolo.

Aubin Arroyo es un matemático y divulgador de la ciencia mexicano, interesado en acercar estas disciplinas a públicos no especializados. Esta búsqueda lo ha llevado a encontrar en las imágenes y su potencial de hacer sentir y pensar, una vía efectiva para la difusión de la ciencia.

Así fue el caso con su investigación sobre los nudos salvajes, una teoría matemática que estudia asuntos de complejidad infinita, y que por lo mismo apenas se nombra fuera de los espacios académicos y, sin embargo, su representación visual se encuentra en la naturaleza –e incluso en las galerías de arte–. La representación física más aproximada de las ecuaciones que conforman esta teoría da lugar a una serie de dibujos a computadora de collares de esferas reflejantes que, una tras otra, se reproducen al infinito, imágenes que sorpresivamente coinciden estéticamente con las esculturas de Othoniel.

El arte permite emocionar a la gente hacia las matemáticas y las matemáticas impregnan de verdad científica a las esculturas para dotarlas de una nueva dimensión interpretativa.

III. Un encuentro, una intersección
El encuentro de dos procesos de pensamiento aparentemente opuestos –el racional de las matemáticas y el intuitivo del arte– en una misma imagen nos obligan a poner atención en aquellas cosas que las disciplinas comparten. Las coincidencias nos hablan de los vínculos naturales que van más allá de la manera en que hemos organizado el mundo; vínculos que permiten pensar en la belleza y la sublimidad de las matemáticas y la veracidad y el rigor del arte.

En este proyecto, la intersección entre un teorema matemático y la inspiración artística convergen para sostener, fortalecer y potenciar las investigaciones individuales de cada uno. El arte permite emocionar a la gente hacia las matemáticas y las matemáticas impregnan de verdad científica a las esculturas para dotarlas de una nueva dimensión interpretativa.

Así, el proyecto Nudos salvajes nos recuerda que, para transcurrir el camino del liderazgo en cualquier ámbito, es importante considerar que en nuestra propia fragilidad podemos encontrar fortaleza, y que en la interacción y colaboración con los demás, en el diálogo y el enriquecimiento mutuo, está la posibilidad potente de algo nuevo. 

Todas las imágenes: Jean-Michel Othoniel, Vistas de Nudos Salvajes en el Centro Cultural Néstor Kirchner, 2019. Cortesía de Jean-Michel Othoniel Studio. othoniel.fr. Fotografías de Laura Szenkierman.

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Andrea Bravo es Coordinadora editorial de la revista Capitel de Universidad Humanitas.

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