por Andrea Bravo Echenique
fotografías de Pedro Luján
entrevista realizada el 6 de marzo de 2024
En esta entrevista inspiradora, Silvia Arraut Sánchez, experta en Propiedad Intelectual en Jalife, Caballero & Asociados y Mediadora Privada, nos adentra a un mundo legal en el que prevalece la defensa de las causas justas, el cuidado de los más vulnerables y la resolución de conflictos de manera pacífica.
¿Cómo fue su primer acercamiento al derecho?, ¿siempre tuvo una vocación clara por esta disciplina?
Mi vocación se construyó con el tiempo y gracias a mi inclinación por las humanidades. Siempre me he interesado en temas relacionados con el pensamiento y el comportamiento humano.
Compártanos sobre sus años de estudiante, ¿cuáles son los conocimientos profesionales y personales que le resultaron más significativos?
Como estudiante aprendí que el derecho es una disciplina social en constante evolución y, por tanto, es importante cultivar el gusto por el estudio y mantener un genuino interés en nuestra vida social. Por ejemplo, cuando terminé de redactar mi tesis de licenciatura, en la que hablaba de la importancia de transitar de un régimen de autocalificación al de heterocalificación de las elecciones, hubo una reforma que se ocupó justo de este tema. Tuve que replantear mi trabajo para poder recibirme.
Su perfil como abogada es muy particular, por un lado, se ha especializado en litigio en Propiedad Intelectual y por el otro, se ha certificado como mediadora privada, ¿nos puede hablar un poco sobre cómo llegó a construir este perfil?
La materia de Propiedad Intelectual me resultó fascinante. Este interés me llevó a aceptar la invitación laboral de Mauricio Jalife, excelente profesor, a quien tuve la suerte de tener en la licenciatura. Desde mis primeros días como pasante y hasta hoy –30 años después– seguimos trabajando juntos en la misma firma legal.
La Propiedad Intelectual es un área divertida e inspiradora que busca proteger creaciones e innovaciones, así como construir los actos jurídicos necesarios para su adecuada explotación; a veces encontramos violaciones de derechos e incumplimientos que dan lugar a litigios. He participado en litigios largos y desgastantes donde he constatado que, aun obteniendo una sentencia a favor, el cliente no llega a quedar satisfecho. En ocasiones, el desgaste emocional y material no llega a compensarse con una sentencia favorable. Cuando en 2013 me acerqué a la figura de la Mediación Privada –un medio alternativo para resolver conflictos mediante el diálogo y la negociación– sin dudarlo busqué certificarme.
En la formación descubrí un espacio coherente y valioso que se centra en explorar la posibilidad de solucionar el conflicto satisfactoriamente, con el apoyo de un mediador neutral e imparcial. Convencida de sus bondades, procuro aplicarla no sólo como mediadora, sino en mi práctica como abogada. Antes de iniciar un litigio, aliento a los clientes a explorar la negociación. No siempre se logra, pero cuando sí, percibo más satisfacción en los clientes.
Esta edición de Capitel está dedicada a reflexionar sobre el concepto de inspiración, ¿qué definición tiene usted de este concepto y cómo lo asocia con la Propiedad Intelectual?
En un sentido amplio la entiendo como el aliento que nos llega de pronto y potencia una acción. La idea o sentimiento que me da pauta para iniciar algo. Solemos asociarla a la tarea creativa, pero está presente en todas las personas y disciplinas.
La inspiración es un elemento muy asociado a la creación humana y por tanto a la Propiedad Intelectual. El derecho de autor protege las obras originales, consideradas así cuando tienen la impronta personal de su creador, cuando la fuente de inspiración surge de un movimiento interno y propio.
El concepto de creación original no está exento de complejidad. Los creadores han estado expuestos a innumerables obras que influyen en su proceso de creación. Por tanto, no siempre es fácil discernir la originalidad cuando se comparte una frontera delgada con otras obras. Inclusive, existe el concepto de “criptomnesia”, que sugiere la posibilidad de un plagio involuntario: el creador identifica la obra como propia, pero el origen se obtuvo de otra fuente.
Otro fenómeno complejo que ha despertado la discusión es el uso de la inteligencia artificial para crear contenidos y generar invenciones. En mi opinión, la inspiración es una experiencia humana. Las obras que se generan mediante esta tecnología carecen de inspiración propia ya que aprende con base en contenidos ya existentes y con algoritmos ideados por la mente humana.
Noam Chomsky lo dice de forma provocadora: “Dejemos de llamarla IA y llamémosle por lo que realmente es: software de plagio que copia obras existentes, modificando lo suficiente para escapar las leyes de Derechos de Autor”. En este tenor, un grupo de autores estadounidenses presentó una acción colectiva contra Open IA ante un Tribunal de San Francisco, acusando al programa de hacer un uso no autorizado de sus obras escritas para entrenar a ChatGPT. Piden que se le bloqueé debido a las prácticas desleales. La resolución que al efecto se dicte será referente para futuros casos.
Háblenos sobre su práctica como mediadora privada, ¿qué implica y cuáles son los objetivos de este trabajo?
La Mediación es unos de los Medios Alternativos de Solución de Controversias (MASC) previstos para resolver conflictos sin acudir a juicio. La función esencial del mediador es conducir las sesiones, aplicando técnicas para facilitar la comunicación activa y respetuosa entre las partes. Los mediadores no damos soluciones, las partes lo hacen. Ellas conocen sus preocupaciones, sus intereses y sus posibilidades reales para cumplir con los compromisos que deriven de los acuerdos eventuales.
Al inicio me parecía complicado entender el rol de mediador. Si no damos las opciones de solución, ¿cuál es nuestra aportación? Con el tiempo fue revelador lo delicado y sensible de dicha tarea: procurar la comunicación no violenta y constructiva y cuidar el equilibrio entre las partes para que los acuerdos sean libres y voluntarios.
[…] procurar la comunicación no violenta y constructiva y cuidar el equilibrio entre las partes para que los acuerdos sean libres y voluntarios.
Me gusta percibir en muchos jóvenes un espíritu libre y sensible con sentido de comunidad. En realidad, ellos me inspiran a mí.
En México, esta labor no se circunscribe a abogados, está abierta a trabajadores sociales, psicólogos, educadores y profesiones afines. No obstante, la Ley de Justicia Alternativa de la Ciudad de México prevé que un abogado asista a los mediadores con otras disciplinas para cuidar el principio de legalidad.
Los mediadores debemos desaprender el impulso de hacer suposiciones y ver el conflicto con la postura adversarial: uno debe ganar y otro perder. Inspirar a los mediados a explorar de manera creativa la posibilidad de llegar a acuerdos satisfactorios es el ideal de la Mediación. Estoy convencida de que los principios y las herramientas de la Mediación pueden inspirar la construcción de una cultura de la paz.
Llevar estos principios a nuestro ámbito familiar, a las escuelas y a los centros de trabajo, podría ser el primer paso para lograr efectos más visibles en toda la sociedad.
¿Qué opinión tiene sobre el estado de la Propiedad Intelectual y la Mediación Privada en México actualmente?
La Mediación ha adquirido cada vez más protagonismo en nuestro sistema jurídico. El primer parteaguas fue la reforma al artículo 17 Constitucional en 2008 en la que se reconoce como un derecho humano el acceso a los MASC. El 26 de enero de 2024 se publicó la Ley General de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias, cuyo objetivo es homologar y establecer estándares mínimos que deberán adoptar las leyes de justicia alternativa estatales.
Los abogados debemos estudiar y capacitarnos en torno a los MASC a efecto de que se incorpore como parte fundamental de nuestra práctica. Explorar la posibilidad de resolver o prevenir un conflicto debe ser parte de nuestra visión de un asunto.
La Propiedad Intelectual es el activo más valioso para gran parte de las empresas inmersas en la prestación de servicios mediados por tecnología, medios digitales, y globales, que dependen más de los activos intangibles (creaciones intelectuales, invenciones, know-how, marcas, software, capital humano calificado y datos).
Hoy, el sistema internacional de Propiedad Industrial debe repensarse para encontrar mecanismos novedosos, accesibles y universales. En un mercado globalizado, atendiendo al principio de territorialidad de la protección, aparece la disyuntiva de proteger o no ciertos activos intangibles a nivel internacional. De hacerlo se enfrentan a altos costos y al hecho de que en algunos casos no se otorga la misma protección (por ejemplo, en México no se protegen los esquemas de negocios novedosos).
Otro reto que enfrenta la Propiedad Intelectual es generar consenso sobre las implicaciones de la IA en las creaciones artísticas e invenciones. Al presentarse solicitudes de patentes y registros de obras en los que la IA ha sido designada como inventora o autora, han surgido preguntas: ¿se le puede reconocer como autora de una obra o de una invención?, ¿los contenidos son originales?, ¿debería exigirse que se señale a un humano como inventor o autor?, ¿debería darse algún tipo de protección a obras e invenciones creadas por IA?, ¿cómo se puede identificar que la IA fue la creadora, si el solicitante oculta esta información?, ¿constituye el derecho de autor un medio idóneo para regular los ultrafalsos (generación de versiones parecidas a personas sin autorización)?, entre muchas otras.
El diálogo está abierto y estamos pendientes de las conclusiones de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMP), que está llevando un proceso abierto para determinar si debe modificarse el sistema vigente a fin de proveer una protección equilibrada de las creaciones por medio de la IA.
¿Qué propuestas tiene al respecto y cómo las llevaría a cabo?
En torno a los Medios Alternativos de Solución de Controversias, considero muy importante que las escuelas y universidades los incorporen a su plan de estudios. Es importante implementar espacios para que los alumnos participen en procesos de solución de las controversias. De esta manera, se propiciaría una cultura pacífica y colaborativa que con el tiempo incidiría a niveles más amplios de la sociedad.
Ante el nuevo paradigma de la inteligencia artificial, sugeriría evaluarlo como un fenómeno “complejo” con efectos positivos (uso en áreas científicas y de salud), y negativos (incidencia en el ámbito laboral). Es necesario escuchar a científicos y humanistas para buscar consensos que promuevan el bienestar. La reciente huelga de actores y guionistas en Hollywood sentó un buen precedente: se acordó no utilizar una réplica digital para eludir la contratación de un actor y dar crédito y compensación a los guionistas cuando la IA genere guiones basados en los suyos.
¿Qué consejo puede compartir con los alumnos de Derecho y de otras disciplinas de Universidad Humanitas para inspirarlos en su trayectoria profesional?
Me gusta percibir en muchos jóvenes un espíritu libre y sensible con sentido de comunidad. En realidad, ellos me inspiran a mí. Sé que existen realidades que les preocupan en torno a nuestro futuro. No hemos priorizado el cuidado al medioambiente y sigue habiendo conflictos violentos e inhumanos. Quisiera que cultivaran un sentimiento de esperanza, que confiaran en que pueden trabajar con otros para construir un mundo más respetuoso y humano. Que no renuncien a esa posibilidad.
Como abogada pienso en el valor de tener una brújula ética y filosófica que atraviese nuestro quehacer. Considero que nunca debemos perder de vista la responsabilidad de generar un ambiente legal con buenas prácticas y honestidad.
¡Muchas gracias!