fbpx

ALBARRÁN CABRERA: PAISAJES DE LO INEFABLE

por Mónica Sánchez Escuer

LA OBRA FOTOGRÁFICA DEL COLECTIVO ESPAÑOL ALBARRÁN CABRERA EXPLORA TEMAS TAN SUSTANCIALES COMO LA CREACIÓN DEL UNIVERSO, LA MEMORIA DE LA NATURALEZA Y LA RELACIÓN QUE ÉSTA ESTABLECE CON LA CULTURA HUMANA. DE ESTA MANERA, SUS IMÁGENES NOS PONEN AL FILO DE LO CONOCIDO Y NOS INVITAN A MIRAR AL ORIGEN Y REPLANTEARNOS LOS LÍMITES DEL ESPACIO, EL TIEMPO Y LA ESENCIA INDESTRUCTIBLE DE LO NATURAL.

Las imágenes de Albarrán Cabrera cuestionan, escudriñan, dejan expuesta la evanescencia de lo real. Conscientes de que detrás de cada ojo, las historias, las convicciones y las creencias ciegan o iluminan, y conscientes también de que las emociones y la geografía, moldean, empañan o matizan lo que se mira, Ángel, de Barcelona, y Anna, de Sevilla, trabajan juntos desde 1996 como un medio para aprehender y descifrar el mundo. Conciben el acto fotográfico no sólo como una extensión de la mirada, sino del propio impulso vital por hallar sentido a la existencia. Para ellos, una fotografía es más que sólo el recuerdo de lo visto o lo vivido, es un instrumento para contener fragmentos de realidad y mirarlos de cerca; para comprender, transfigurar y compartir trozos de memoria, paisajes trastocados que la gente, al mirar, transforme e interprete desde su propia memoria. 

La realidad es esquiva, un organismo vivo en constante cambio y sólo es posible acceder a ella en parpadeos: pequeños intersticios entre nuestros sentidos, la imaginación y la conciencia. Registrarla, retenerla para observarla, ha sido uno de los móviles de la fotografía. Y también el origen de la falaz objetividad del medio. Una imagen puede mostrar un momento preciso de una realidad específica, parece acercarse más a la verdad si el fotógrafo dispara lo que ve, sin filtros; pero esta realidad retratada no deja de estar limitada por la posición, las circunstancias y las elecciones de quien la toma. El lenguaje poético, en el otro lado del espectro de la mirada fotográfica, es capaz de expandir la percepción más allá de lo evidente, muestra lo indecible, aquello que no puede ser descrito. Una imagen que incita, que evoca, que expresa sin afirmar, una fotografía que al mirarla cuestione, abra preguntas en el espectador. Ese es el tipo de imágenes que elaboran Albarrán Cabrera. 

Albarrán Cabrera, La boca de Krishna #905, 2022. Cortesía de los artistas.

Albarrán Cabrera,  Lo indestructible #34100, 2018. Cortesía de los artistas.

Conciben el acto fotográfico no sólo como una extensión de la mirada, sino del propio impulso vital por hallar sentido a la existencia.

Albarrán Cabrera, La boca de Krishna #721, 2016. Cortesía de los artistas.

[…] los paisajes [de] Albarrán Cabrera nos recuerdan […] que cada árbol, cada roca, son piezas únicas, que no hay nada idéntico a sí mismo en la naturaleza. 

Su obra dialoga con la naturaleza y cuestiona la idea de ésta como una fuente de realidad confiable: un árbol es un árbol, aunque se cubra de pájaros o mude de hojas cada año; una flor, un volcán, el horizonte, están ahí, a la vista de todos y, sin embargo, no todos advierten lo mismo. El ojo construye paisajes que no necesariamente están ahí para otro. Peces en el aire, ramas como raíces del cielo, nubes flotando en el agua, el reflejo de la montaña que desdibuja el horizonte, son algunos de los paisajes con los que Albarrán Cabrera nos recuerdan que lo natural no es sinónimo de neutro, de verdad, pero tampoco de desnudez o de pureza; que cada árbol, cada roca, son piezas únicas, que no hay nada idéntico a sí mismo en la naturaleza. Colecciones como La boca de Krishna, Nyx, Lo Indestructible o Este eres tú aquí, colocan al espectador en la frontera de lo real y lo irreal, en la delgada línea que separa al yo del otro, al ser humano de su entorno. Sus obras son ventanas con vistas al origen, a la ambigüedad del espacio y del tiempo, a la inestabilidad de los límites, a la irrealidad del horizonte; pequeñas bocas de Krishna que contienen el universo entero.

La impresión es parte esencial del discurso fotográfico de Albarrán Cabrera, una forma de hacer tangible lo que se mira, de resaltar la peculiaridad de un atardecer o las variantes de su interpretación. Mediante procesos fuera de lo convencional y de la experimentación en técnicas ya establecidas como la emulsión de cianotipia sobre metal, el platino/paladio y la gelatina de plata virada, los artistas logran tonalidades profundas, brillos y texturas que afectan la percepción y materializan la fragilidad de la mirada que observa, que captura, que ve lo observado. Enfatizan la impermanencia de la naturaleza y su esencia indestructible. 

Albarrán Cabrera, Lo indestructible #60020, 2022. Cortesía de los artistas.

Albarrán Cabrera,  Nyx #1021, 2018. Cortesía de los artistas.

Albarrán Cabrera, Nyx #60001, 2017. Cortesía de los artistas.

Mónica Sánchez Escuer es escritora y Doctora en artes y diseño por la UNAM, especialista en estudios de la imagen, fotonarrativa y poesía fotográfica. Instagram @mescuer | Facebook @MonicaSanchezEscuer

Deja un comentario

error: Contenido protegido !!