Todas las imágenes: Daan Roosegaarde / Studio Roosegaarde, Waterlicht (Luz de agua), 2015 - 2019. Cortesía de Studio Roosegaarde.
por Mariana Loaiza
EL PROYECTO WATERLICHT DEL ARTISTA NEERLANDÉS DAAN ROOSEGAARDE SE BENEFICIA DEL DIÁLOGO ENTRE ARTE Y TECNOLOGÍA PARA HACER UN LLAMADO DE ATENCIÓN SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA IMPORTANCIA DE RECALCULAR EL CAMINO PARA ENCONTRAR UN BALANCE EN NUESTRA RELACIÓN CON LA NATURALEZA.
Lo escuchamos en todos lados: los huracanes más devastadores de la historia, múltiples incendios arrasan bosques y selvas por todo el planeta, los animales se extinguen de la faz de la Tierra a ritmos alarmantes y el hielo de los polos se derrite sin control. Aunque todos sabemos que el cambio climático es un problema, no, más bien una emergencia real, muchas veces me pregunto si en verdad dimensionamos la seriedad de este asunto, porque una cosa es escucharlo todos los días y otra, comprenderlo.
Por naturaleza los seres humanos no somos muy buenos procesando información o datos muy complejos, como los periodos de tiempo muy largos o números que se acercan a los millones. Creemos que entendemos lo que significa perder millones de metros cuadrados de una selva o un bosque en un incendio, pero la verdad es que muy pocos tendremos la suerte, o la desgracia, de visitar el Amazonas para ver el nivel de destrucción que esto significa. Por esto mismo, comunicar la información de una manera que en verdad podamos entender se vuelve cada día más importante, ya sea mediante gráficas, infografías, documentales o instalaciones, la labor de comunicación y creación de conciencia recae fuertemente sobre estos medios.
Cuando escucho “visualización de información” automáticamente pienso en una gráfica de pie muy simple, pero la verdad es que es mucho más que eso. Hace mucho tiempo que la visualización de datos dejó de ser una labor exclusiva de las ciencias duras, para poco a poco ir permeando otros campos, como el diseño y las artes, lo que ha resultado en proyectos que al complementarse se vuelven más fuertes e impactantes. Ése es el caso de Waterlicht, una instalación creada por el artista neerlandés Daan Roosegaarde (1979), que explora una narrativa muy poderosa sobre el agua. A primera vista esta pieza, instalada por primera vez en los Países Bajos en 2015, parecería una instalación del tipo que vemos en redes sociales varias veces al año, algo lindo que fotografiar y presenciar, pero esta pieza va mucho más allá.
Por medio del uso de luces LED, software de programación y lentes, Waterlicht nos presenta una idea difícil de imaginar: qué tan alto podrían llegar los niveles del agua sin intervención del ser humano a consecuencia del cambio climático. Escuchar que en 80 años el nivel del agua en algunos lugares podría elevarse hasta 2.5 metros es una cosa, pero pararte en la plaza de tu ciudad y voltear alrededor para presenciar claramente cómo se vería esto, es muy distinto.
Daan Roosegaarde es un artista neerlandés cuyo trabajo explora la relación entre personas, tecnología y espacio. En 2007 fundó el estudio que lleva su propio nombre, en el que trabaja con un equipo de diseñadores e ingenieros para conectar a las personas con el arte y la tecnología con el fin de mejorar el espacio que los rodea, despertar su imaginación y, sobre todo, luchar contra la crisis climática. Roosegaarde sabe que las personas no cambiarán su estilo de vida al escuchar números y estadísticas, pero quizás sí lo harán cuando puedan vislumbrar un nuevo mundo de forma clara, y sabe que el arte y la tecnología son el vehículo para lograrlo.
La primera versión de Waterlicht fue creada originalmente para la Junta de Agua del Distrito Neerlandés Rijn e IJjssel, en la que Roosegaarde trabajó con los datos sobre el pronóstico de la elevación del agua en la zona. Aunque los neerlandeses saben lo que significa vivir cerca de cuerpos de agua con niveles muy elevados, el impacto de esta primera instalación fue tal que desde entonces ha viajado a ciudades importantes, como París, Londres y Nueva York, para llevar este mensaje sobre el futuro. Waterlicht se presenta como un futuro próximo, que, además de advertirnos, nos hace pensar en acciones para lidiar con esto. ¿Estamos preparados para lo que viene?
Waterlicht es un gran ejemplo de cómo proyectos interdisciplinarios tienen un alcance mucho mayor en la sociedad. La ciencia puede servirse del arte y el diseño para llevar su mensaje de forma mucho más clara e impactante a cada rincón del mundo, porque después de todo parecería que las personas sí necesitamos ver para creer.
Por medio del uso de luces LED, software de programación y lentes, Waterlicht nos presenta una idea difícil de imaginar: qué tan alto podrían llegar los niveles del agua sin intervención del ser humano […].
Daan Roosegaarde es un artista neerlandés cuyo trabajo explora la relación entre personas, tecnología y espacio.
Mariana Loaiza es diseñadora industrial y trabaja en Joel Escalona Studio, que se especializa en desarrollo de productos, interiores y dirección creativa. Además de su trabajo como diseñadora, Mariana es maestra en Centro y escribe para distintos medios nacionales sobre temas de diseño y cómo estos permean nuestra vida diaria. www.marianaloaiza.com | Instagram @mloaizaf