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VIDAS EJEMPLARES: LA REINA DEL SOL

Dr. Mária Telkes half-length portrait (Retrato de medio cuerpo de la doctora Mária Telkes), 1956. Vía The Library of Congress. www.loc.gov/pictures/item/95504502 

por Mariana Hernández

EL TRABAJO APASIONADO DE LA CIENTÍFICA HÚNGARA MÁRIA TELKES ESTUVO DEDICADO A ESTUDIAR Y APROVECHAR LA ENERGÍA SOLAR, LO QUE LA CONVIRTIÓ EN UNA DE LAS MENTES PIONERAS EN ESTE TIPO DE TECNOLOGÍAS, ADEMÁS DE SENTAR LAS BASES PARA LOS DESARROLLOS ACTUALES.

Los avances en la industria, además de generar formas de vida en función a ella, también expusieron la finitud de los combustibles reclamados masivamente. Por ello, fue necesario comenzar a pensar en alternativas y el calor del Sol fue una de las respuestas para generar nuevas opciones cotidianas. A pesar de que personajes como Horace de Saussure inventaron formas de utilizar la energía solar desde el siglo XIX, no fue sino hasta los siguientes años que se dedicaron esfuerzos estatales y académicos para buscar la manera de utilizar los beneficios de la estrella.

Una de las personas que dedicó su vida a ello fue Mária Telkes, quien nació en 1900 en Budapest, en el extinto imperio austro-húngaro. El Sol se convirtió en una de sus pasiones desde que era una adolescente. Para 1920 obtuvo el grado de fisicoquímica por la Universidad de Budapest. Los siguientes cuatro años los pasó dando clases y estudiando para obtener finalmente el doctorado en 1924.

Telkes llegó a Estados Unidos gracias a conexiones familiares en 1925. A partir de este momento, comenzó una carrera profesional demandante. Los primeros doce años de su vida en el continente americano los dedicó a trabajar para la Cleveland Clinic Foundation, donde colaboró con George W. Crile investigando el comportamiento de las células e inventando un mecanismo fotoeléctrico que podía registrar ondas cerebrales. Para 1937, año en el que obtuvo su ciudadanía estadounidense, comenzó a trabajar en la Westinghouse Electric, donde se dedicó a encontrar maneras de convertir calor en energía eléctrica.

[…] no cabe duda que su conocimiento e ingenio para encontrar alternativas a la alta demanda de los combustibles no renovables cambió el mundo para siempre.

A partir de 1939, en los albores de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno estadounidense pidió sus servicios para inventar un dispositivo que pudiese filtrar el agua de mar y convertirla en agua potable. Telkes lo logró y a partir de esto sus investigaciones e inventos se enfocaron en generar nuevas formas de utilizar la energía solar. Trabajó para el MIT en un proyecto de conversión de energía de 1939 a 1953. En estos años desarrolló la Casa Dover en Massachusetts, la primera en utilizar un sistema de calefacción y enfriamiento que funcionaba con energía solar. Después de esto, se mudó a Nueva York, donde trabajó para la NYU y organizó un laboratorio dedicado a la investigación y al estudio de la energía del Sol.

Este camino ayudó a que Mária Telkes pusiera en evidencia que cualquier lugar puede beneficiarse de la energía solar. Trabajó para la Curtiss-Wright Corporation, desarrolló tecnología para proyectos espaciales y dirigió el laboratorio de energía solar hasta 1969. Asimismo, la Ford Foundation financió una investigación en la que desarrolló hornos solares que podrían ser utilizados en cualquier lugar, ahorrar costos y combustibles. Finalmente, optó por regresar a la academia, donde pudo seguir desarrollando sus investigaciones y continuó dando clases.

Fue conocida como la Reina del Sol en un mundo en el que las mujeres tenían que luchar por su reconocimiento. Telkes obtuvo varios premios y reconocimientos por sus aportes como el premio de la Society of Women Engineers Achievement (1952), el premio Charles Greely Abbot (1977) y fue nombrada profesora emérita de la Universidad de Delaware (1978). Si bien su trabajo y éxito han pasado desapercibidos, no cabe duda que su conocimiento e ingenio para encontrar alternativas a la alta demanda de los combustibles no renovables cambió el mundo para siempre.

Después de haber pasado casi toda su vida en el continente americano, regresó a pasar sus últimos días a su natal Budapest, lugar en el que el Sol la maravilló por primera vez, y murió el 2 de diciembre de 1995. 

Ante el panorama industrial y ecológico actual, personas e investigaciones como las de Mária Telkes nos dan la energía e inspiración para encontrar una solución para nuestro futuro. 


Bibliografía

Oakes, Elizabeth. Encyclopedia of World Scientists. Infobase Publishing, 2007.

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Mariana Hernández Blanca estudió Historia en la Universidad Iberoamericana. Trabajó seis años en la Coordinación Nacional de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Actualmente estudia la Maestría en historia del arte en la UNAM y participa como profesora invitada en el Instituto de Ciencias de la Salud y en el Taller de Producción de Escultura de la Universidad Autónoma de Hidalgo, y trabaja en investigación iconográfica para la realización de documentales.

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