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ALAN TURING: PIONERO DE LA COMPUTACIÓN

por Martín Manuli
imagen de Charis Tsevis

ALAN TURING FUE UN MATEMÁTICO, INFORMÁTICO, TEÓRICO Y FILÓSOFO QUE VIVIÓ EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX. SU TRABAJO, BASADO EN LA PRECISIÓN Y LA SENCILLEZ, SENTÓ LAS BASES PARA EL MUNDO DE LA COMPUTACIÓN QUE CONOCEMOS EN LA ACTUALIDAD.

Las computadoras son máquinas-herramienta que nos permiten calcular con una precisión imposible de lograr con otros métodos. Por ejemplo, en el siglo XVII, Isaac Newton calculó 15 dígitos de Pi utilizando álgebra, mientras que en 1946, Daniel Ferguson llegó a los 620 dígitos asistido por una calculadora. Sólo tres años después, la primera computadora (ENIAC) elevó la cifra a 2037 dígitos en una operación de cálculo que tomó únicamente 70 horas. Gracias al desarrollo de la capacidad de procesamiento de las computadoras y con un hardware especializado, actualmente se conocen 1014 dígitos de Pi. Cosas que en los tiempos de Newton ni se podían pensar hoy son realidad gracias a las computadoras.

En gran medida, la computación se basa en los desarrollos teóricos de Alan Turing, un británico de ascendencia escocesa cuyo trabajo se concentró en las décadas de los treinta y los cuarenta del siglo XX. La revolución actual en las tecnologías de la información y la comunicación no podría haber ocurrido sin él. Su legado es tan importante que, desde 2021, se le honra en los billetes de 50 libras, un galardón obtenido gracias al voto popular.

En 1936 Turing publicó su trabajo fundamental en las ciencias de la computación: “Sobre números computables, con una aplicación al problema de la decisión”. En este texto, propuso una solución al problema de la decisión de David Hilbert mediante una máquina de cómputo que pudiera resolver cualquier algoritmo computable gracias a la aplicación de una serie de reglas sencillas. La descripción detallada de esta máquina representaba una solución más sencilla al problema de la decisión que Alonzo Church había propuesto en relación con el cálculo lambda, por lo que Turing obtuvo mayor reconocimiento y difusión.

A partir de estos postulados, Turing, en colaboración con Church, avanzó en la formalización de lo que luego se conocería como ciencias de la computación, demostrando principios fundamentales como los sistemas Turing completos, la equivalencia Turing y la Máquina Universal de Turing. Estos principios resultaron ser seminales para crear la primera computadora moderna, la ENIAC, en 1946. Esa misma computadora fue la que triplicó en sólo unos días de análisis la cantidad conocida de dígitos de Pi, entre otros logros notables de aumento de la precisión conocida por la humanidad.

La revolución actual en las tecnologías de la información y la comunicación no podría haber ocurrido sin él.

En sus años de estudio doctoral en Princeton, Turing también se interesó por otras áreas de la matemática, como la criptografía y la lógica de números ordinales, que resultaron muy útiles cuando entró a trabajar como criptógrafo para el gobierno británico en los meses previos al estallido de la Segunda Guerra. En ese momento, hizo grandes aportes al esfuerzo de guerra, pero la confidencialidad necesaria provocó que los desarrollos teóricos logrados en ese periodo fueran ocultados como secreto de Estado. Entre estos podemos mencionar la optimización (a través de la especificación funcional) de la máquina descifradora polaca (bombe) para romper el código Enigma nazi, la técnica Turingery para descifrar otro código nazi (Lorenz), el distorsionador de voz portátil Delilah y sus papers “Las aplicaciones de la probabilidad a la criptografía” y “Paper sobre estadísticas de repeticiones”.

Como hemos visto, los aportes de Alan Turing han sido muy variados, al concentrarse no sólo en el desarrollo de las ciencias de la computación sino también de las matemáticas abstractas y aplicadas, lo que le permitió a la humanidad una mayor precisión en el conocimiento del mundo y sus relaciones. Además de las contribuciones a la teoría de la computación y la criptografía, Turing también jugó un papel crucial en la Segunda Guerra al ayudar a descifrar códigos enemigos. En última instancia, la obra de Turing sigue inspirando avances en la tecnología de la información y la comunicación, lo que sugiere que su impacto seguirá siendo significativo en las décadas venideras. 

Charis Tsevis, Decoding Alan Turing, 2013. Cortesía del artista.

Charis Tsevis es un artista visual griego que crea fotomosaicos, gráficos de computadora y arte digital con una estética neofuturista. Además de su trabajo como diseñador, es profesor y escribe sobre teoría del diseño, estética e historia de la computación. www.tsevis.com | Instagram @tsevis

Martín Ariel Manuli es historiador e investiga sobre la historia económica argentina de los siglos XIX y XX. Se desempeña como profesor en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y es subcoordinador de la Diplomatura en Tango (FCE/UBA).

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