Darío Escobar, Construcción modular No. 28, 2021. Cortesía de RGR Galería.
por Alfredo Narváez Lozano
UN PROYECTO DE PASTOREO SILVESTRE EN YUCATÁN NOS DEMUESTRA QUE ES POSIBLE PRODUCIR Y CONSUMIR ALIMENTOS DE MANERA ÉTICA, RESPETANDO LA VIDA ANIMAL Y EQUILIBRANDO NUESTRO USO DE ENERGÍA.
Muchos hemos visto documentales sobre el trato terrible que viven los animales en las granjas de producción industrial, tantos que nos arrojan a preguntarnos si no existen otras alternativas para ese tipo de crianza y si éstas pueden ayudar al medio ambiente, especialmente a evitar acentuar el cambio climático. Últimamente ha surgido el pastoreo silvestre para la producción de carne de res y uno de los pioneros es el proyecto Rancho Cuatro Ceibas en Yucatán.
La forma desequilibrada en la que usamos la energía es la principal promotora del cambio climático. Existen dos estrategias para resolver este problema: mitigar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y adaptarnos a los cambios. El pastoreo silvestre de reses se inserta en la primera estrategia.
El alimento silvestre de un animal es el mismo con el que evolucionó, fundamentalmente pastos. Además, como la especie con la que trabajan en Yucatán es una cruza con otra que proviene de la India, está muy bien adaptada al trópico. Es un animal musculoso, que aprovecha cada pasto que ingiere, y así se evita el cambio de uso de suelo. Lo que sucede generalmente en la península de Yucatán es que la ganadería tradicional termina por desgastar el suelo del bosque tropical, que es un enorme acervo de carbono. Si uno revisa el inventario de emisiones de GEI de México, alrededor de 25% de las emisiones se vuelve a absorber en el ciclo de carbono gracias a los bosques y selvas del país. Esta cifra equivale a las emisiones de todo el sector transporte.
Darío Escobar, Construcción Modular Nº25 (detalle), 2019. Cortesía de RGR Galería.
[…] preguntarnos si no existen otras alternativas para ese tipo de crianza y si éstas pueden ayudar al medio ambiente, especialmente a evitar acentuar el cambio climático.
Que los animales coman pastos ayuda a reducir las emisiones de metano debido a su digestión, ya que representan entre el 9% y 10% de las emisiones del país, cifra que comparte con los óxidos nitrosos de la agricultura. El problema ha sido que el ganado tradicional de res ha estado comiendo granos de soya y de maíz, lo que causa una digestión muy ineficiente que produce más metano. Generalmente es un ganado muy joven y lo mandan a establos de engorda a comer granos. Por cierto, estos granos no son endémicos y son importados (la soya se cultiva mucho en zonas deforestadas del Amazonas).
Numerosos estudios determinan que si se compara la crianza industrial de reses con la crianza con pastoreo silvestre, la reducción de emisiones totales va de entre un 15% a un 30%. Así, comer carne no industrial ayuda a crear suelo, conservar bosques y reducir el cambio climático.
Darío Escobar,Construcción geométrica No. 15 (detalle), 2020. Cortesía de RGR Galería.
Alfredo Narváez es investigador de tendencias y futuros. Ha sido consultor y conferencista para la Unesco, Coca-Cola, Liverpool y Ogilvy. Actualmente es profesor en el posgrado de Diseño del Mañana en CENTRO donde coordina el Laboratorio de Tendencias. Ha colaborado en medios como Expansión, La Tempestad y Nexos. Síguelo en Twitter como @alfredonarvaez.