¿DÓNDE?
Vivir en una ciudad grande es emocionante y desafiante, pero eventualmente te enfrenta a desventajas como el ruido excesivo, contaminación, sobrepoblación y tristemente, la pérdida de áreas verdes.

Un ejemplo de ello se vio recientemente en Pittsburgh, pues después de un análisis, se concretó que la ciudad tenía una distribución desigual de los recursos forestales urbanos y como resultado, muchas comunidades, en su mayoría afroamericanas y de migrantes, se habían visto privadas de los beneficios que brindan los árboles, como las mejoras en la calidad del aire, reducción del aliviadero de aguas pluviales, disminución de calor y ahorro de energía.

¿CÓMO?
Planes como éste definitivamente son ideales para un país como México, pues la estrategia lograría mejorar la calidad de vida de miles de personas que habitan en zonas marginadas del país.

Actualmente existen proyectos como el Programa Estratégico Forestal para México 2025 (PEF) que buscan “impulsar y fortalecer el desarrollo sustentable de los recursos naturales en los ecosistemas forestales”¹ y alcanzar la meta de sembrar 10 millones de árboles en la CDMX y la Zona Metropolitana, pero sería muy cautivador ver que dicha idea, más la suma de acciones entre las autoridades locales y federales de México, la Secretaría del Medio Ambiente y la sociedad civil, se centre en reforestar a los estados y municipios que han sido prácticamente abandonados por tener el mayor índice de pobreza en el país.

Fomentar futuras inversiones sostenibles a largo y mediano plazo, no sólo recuperaría la actividad biológica de México, sino también generaría un sistema educativo sobre la importancia de cuidar y mantener las áreas verdes, al fortalecer como nunca, el sentido de comunidad.