por Ana Cristina Ortego
Shirin Abedinirad, una artista y escritora de origen iraní con residencia en Estados Unidos, explora la relación entre identidad, naturaleza y la esencia ilimitada del ser, para rastrear la conexión entre ellos y, en última instancia, invitar a una introspección que nos permita conocer qué es lo que da coherencia a nuestra existencia.
La exploración conceptual sobre la esencia de individualidad, con todas sus aristas, y su relación con la naturaleza son temas que aborda de una forma sutil y poética la artista iraní Shirin Abedinirad, quien recurre a diferentes medios como el video, performance, land art e instalación, para investigarlos. Cada uno de sus proyectos indaga sobre dichos conceptos y genera una conexión profunda, de manera que sus obras dialogan entre sí fortaleciendo los temas que aborda de manera atemporal.
El uso de espejos como elemento metafórico es una constante en el trabajo de Shirin que recurre a esta herramienta para explorar conceptos abstractos como la impermanencia, la resiliencia, la incertidumbre y la posibilidad de reinventarnos. Por otro lado, utiliza puertas, también de manera metafórica, para fortalecer la exploración de discursos como la posibilidad de permanecer o transitar, de abrir y cerrar ciclos, de enriquecer nuestras experiencias y nuestra capacidad de tomar decisiones.
Liminal es un proyecto de land art que vio la luz en Irán en 2022. Imagina transitar por un vasto y abierto paisaje iraní completamente solo, de pronto te encuentras frente a una puerta que divide dos marcos con espejos; la puerta y el paisaje se reflejan para generar una escena un tanto surrealista: puedes entrar o salir y da la sensación de poder estar en dos lugares a la vez; bendita impermanencia del ser humano.
Con esta obra, la artista hace alusión a los momentos cruciales en la vida, a esas pausas silenciosas que son necesarias para lograr el delicado equilibrio de transitar del pasado al presente y mirar hacia el futuro. Contemplarla abre al espectador la posibilidad de encontrarse, de hacer introspección para conocerse y reinventarse. Se trata de una sinfonía de silencios que nos permiten escuchar los sonidos de lo más profundo de nuestra alma y explorar la noción de nuestra identidad.
Se trata de una sinfonía de silencios que nos permiten escuchar los sonidos de lo más profundo de nuestra alma y explorar la noción de nuestra identidad.
Así, recurriendo a puertas y espejos, Shirin Abedinirad busca crear experiencias inmersivas, desafiar y transformar la perspectiva del espectador. Lo hace nuevamente en 2023 con Reflective Journey, otro proyecto de land art. Una obra poética que también revela una historia de resiliencia ante la catástrofe.
La instalación está compuesta por dos elementos principales; un trío de puertas rescatadas tras el terremoto de febrero de 2023 en Turquía y un conjunto de tres paneles de espejos. El peso simbólico que tiene el origen de las puertas es, en mi opinión, el eje central de la reflexión que propone esta obra de arte.
Las puertas y los espejos crean una ilusión óptica muy particular. Quienes llegan a la pieza por el lado derecho descubren una disposición lineal de puertas cerradas. Así, la artista apela a la noción de barreras y limitaciones provocando en el espectador la necesidad de detenerse.
Por el contrario, quien se aproxima por el lado izquierdo encuentra una escena completamente diferente, los tres paneles de espejos reflejan un bello paisaje de pequeños arbustos que dialogan con la vitalidad de un río.
Con esta obra, la artista nos invita a reflexionar sobre nuestras propias interpretaciones de la realidad poniendo en el centro del diálogo la noción de individualidad; para algunos los obstáculos suponen puertas cerradas mientras que para otros se tornan en posibilidad.
Reflective Journey, con sus elementos escatológicos, sirve como metáfora y homenaje para hablar de la resiliencia y fortaleza de quienes vivieron el terremoto en Turquía, además de evocar a todo ser humano que se sobrepone a las tragedias naturales y propias del transitar la vida.
Así como la instalación se transforma de un escenario de puertas cerradas a un reflejo de la naturaleza como una invitación a la libertad, los espectadores también son capaces de adaptarse y encontrar nuevas realidades en medio de los desafíos que caracterizan nuestra vida.
Al señalar nuestras fortalezas, también revela sutilmente la fragilidad y volatilidad que nos definen como seres humanos. Esta dualidad materializada en la obra de Abedinirad la convierte en una artista cuya propuesta tiene un gran impacto en la sociedad, sin importar el contexto en el que se encuentran sus espectadores.
Shirin Abedinirad, Reflective Journey (Viaje reflexivo), 2023. Cortesía de la artista.
Así como la instalación se transforma de un escenario de puertas cerradas a un reflejo de la naturaleza como una invitación a la libertad, los espectadores también son capaces de adaptarse y encontrar nuevas realidades en medio de los desafíos que caracterizan nuestra vida.
Shirin Abedinirad, Liminal (Liminar), 2022. Cortesía de la artista.
www.shirinabedinirad.com | Instagram @shirin.abedinirad
Ana Cristina Ortego es licenciada en Historia del Arte por la Universidad Iberoamericana. Ha trabajado como curadora en galerías de arte y como asistente de investigación. Desde 2012 coordina proyectos culturales y de difusión y promoción de artistas y exposiciones independientes. Actualmente es coordinadora editorial de la artista María José de la Macorra.
