por Melissa Mota
EL TRABAJO DEL DISEÑADOR ITALIANO ENZO MARI, UNO DE LOS MÁS INFLUYENTES DEL SIGLO XX, ESTUVO INSPIRADO, EN ESENCIA, POR LA IDEA DE QUE SUS OBJETOS ESTUVIERAN AL ALCANCE DE TODOS. LA EXPOSICIÓN QUE SE PRESENTA ACTUALMENTE EN EL DESIGN MUSEUM DE LONDRES CELEBRA LA CARRERA DE MARI Y EL ÉXITO DE SU DISEÑO BASADO EN LA UTILIDAD SOCIAL.
Enzo Mari, Formosa - perpetual wall calendar (Formosa - calendario perpetuo), 1963 y Timor - perpetual table calendar (Timor - calendario perpetuo), 1966. Danese Milano. Cortesía de The Design Museum, Londres.
Studiomama, Off cut animal 023 (Animal cortado). Fotografía de Richard Davies. Cortesía de The Design Museum, Londres.
Enzo Mari desarrolló durante seis décadas un trabajo prolífico y una teoría democratizadora del diseño, que hasta la fecha sigue presente en el quehacer creativo. Para conmemorar su trayectoria, en 2020 el Museo del Diseño de la Trienal de Milán organizó una exposición retrospectiva, curada por Hans Ulrich Obrist y Francesca Giacomelli. Lamentablemente a los dos días de haberse inaugurado, Mari falleció por complicaciones del coronavirus.
A cuatro años de este suceso, el Design Museum de Londres presenta la misma exposición, que, además de las cerca de 300 piezas, muestra una serie de obras que Obrist comisionó a reconocidos artistas y diseñadores para rendir homenaje a Mari, como Rirkrit Tiravanija, Tacita Dean, Dozie Kanu, Barbara Stauffacher Solomon, Danh Vö y Nanda Vigo, entre otros.
Inmerso en el espíritu de reconstrucción (física y simbólica) durante la posguerra de los años cincuenta en Italia, Mari encontró en Milán un lugar propicio para pensar en otras realidades posibles. Para ese momento la Guerra Fría ya comenzaba a dividir al mundo entre capitalismo y comunismo. Por su fuerte visión crítica hacia el consumo, Mari se inclinó por el segundo modelo político. La forma en la que aplicó esta ideología a su trabajo fue desarrollando una teoría social cuyo objetivo principal debía ser que sus objetos estuvieran al alcance de toda la población.
El ejemplo más claro de ello es Autoprogettazione, un manual de instrucciones sencillas para armar 19 muebles distintos (mesas, bancos, sillas, armarios, estanterías y camas) con materiales simples y fáciles de adquirir. La intención era socializar el conocimiento y el diseño para que cualquier persona fuera capaz de producir su propio mobiliario, anulando la necesidad de comprar los productos ya hechos. Era una respuesta clara al devenir del consumismo y a la producción en serie, pues el fin era que los usuarios pasaran de ser consumidores pasivos a participantes activos de los objetos que utilizan. Para Mari el diseño sólo podía ser diseño si transmitía conocimiento.
[…] creó diseños pensados para durar el mayor tiempo posible, incluso que pudieran pasar de generación en generación.
Otra cuestión que le inquietaba del mercado era la producción de objetos programados para dejar de ser útiles en cierto tiempo, obligando al consumidor a reemplazarlos continuamente con nuevos modelos. Ante ello, creó diseños pensados para durar el mayor tiempo posible, incluso que pudieran pasar de generación en generación. Un ejemplo es el calendario perpetuo Timor, diseñado para Danese Milano, que consiste en tarjetas de PVC con números, días y meses fijadas a un pivote central, que permite ajustar manualmente la fecha. Este tipo de piezas, además, estaban apostando por un diseño sostenible, que tuvieran el menor impacto negativo posible en el medioambiente.
Cabe recalcar que, en su juventud, la enseñanza superior del diseño no existía. Él se formó en literatura y arte en la Academia di Brera, donde aprendió a pintar y a esculpir. En alguna ocasión declaró que, si algo lo había hecho ser un buen diseñador, era haber sido artista, pues su objetivo siempre fue llevar a cabo proyectos de investigación artística. “Soy un artista y trabajo como un artista […] El artista es alguien que le da forma a un valor colectivo, en el que todos puedan reconocerse”. Esto, junto con su ideología política, explica que durante toda su trayectoria Mari buscara romper con la idea de que el éxito del diseño estuviera basado en las ventas. En su lugar, promovía un diseño cuyo éxito fuera su utilidad social. Por este motivo, el diseñador y arquitecto Alessandro Mendini, lo nombró “la conciencia del diseño”, pues sus obras recordaban la responsabilidad que la disciplina tiene con la sociedad y que la ética debe ser el objetivo esencial de cada proyecto, dejando a un lado el ego.
Antes de su muerte, el diseñador donó su patrimonio a Milán para que pudiera ser estudiado y expuesto, pero con una condición: que su contenido sea mostrado 40 años después de su muerte. Esta decisión, como él mismo explicaba, la había tomado porque creía que sus propuestas tendrán más sentido en el futuro que en el presente, cuando las nuevas generaciones puedan retomar el sentido profundo de las cosas.
Para Mari el diseño sólo podía ser diseño si transmitía conocimiento.
Industrial Facility - Sam Hecht y Kim Colin, Two Timer for Established & Sons (Dos temporizadores para Established & Sons). Fotografía de Peter Guenzel. Cortesía de The Design Museum, Londres.
Product Zampa. Producido por Mattiazzi, 2020. Fotografía de Miro Zagnoli. Cortesía de The Design Museum, Londres.
Enzo Mari, 16 animales, 1957. Danese Milano. Fotografía de Federico Villa. Cortesía de The Design Museum, Londres.
Enzo Mari, Equipos para la investigación de las relaciones de color y volumen, 1952. Fotografía atribuida a Paolo Monti.
www.designmuseum.org | Instagram @designmuseum
Melissa Mota es historiadora del arte por la Universidad Iberoamericana, cuenta con una Maestría en Historia del Arte por la UNAM y actualmente es doctoranda de la misma institución. Fue coordinadora de la galería Ángulo Cero, un espacio dedicado a la intersección entre el diseño y el arte, y ha colaborado para revistas como Código y Gatopardo.