por Víctor Hugo Bustamante Vallín
imágenes de Jones & CO.
CON MEDIO SIGLO DE EXISTENCIA Y DE ORIGEN CALLEJERO, EL BREAKING DEBUTARÁ COMO DEPORTE OLÍMPICO EL PRÓXIMO VERANO PARA DAR UNA IMPRONTA DE MUSICALIDAD, IMPROVISACIÓN E INGENIO A LAS COMPETENCIAS DE PARÍS 2024.
La creación de nuevos deportes implica innovación, creatividad y sobre todo curiosidad por encontrar nuevas formas de usar el cuerpo. Si bien bailar implica moverse, también tiene un componente importante de expresión artística con la intención de interpretar con el cuerpo movimientos ajustados al ritmo y al tipo de música.
El break dance, también conocido como breaking o b-boying/b-girling, es un estilo de baile que pertenece a la cultura del hip-hop. Originado en la década de los setenta, se desarrolló en paralelo con otros elementos como el rap, el DJing y el arte callejero. Las comunidades afroamericanas del sur del Bronx propusieron este nuevo tipo de baile de movimientos continuos, a veces desdeñosos, que parecen seguir la ondulación de una cuerda o lograr girar el cuerpo completo en partes poco convencionales como rodillas, espalda, manos o cabeza. Los bailarines de breaking (conocidos como b-boys o b-girls), ejecutan ejercicios físicos complejos de pie o rutinas atléticas en el piso al ritmo de la música.
La evolución del break dance es un tanto curiosa: originalmente el breaking se ejecutaba de pie, los bailarines hacían movimientos exagerados, un tanto convulsivos, simulando que el cuerpo “se rompía”. Estos movimientos los realizaban cuando la melodía contenía sólo música, se dice que los bailarines hacían su ejecución especialmente en el break down o break beat.
En cierto momento, a algún curioso se le ocurrió que podía hacer movimientos similares en el piso y de ahí el break dance evolucionó a una gran cantidad de “pasos en el suelo”, que en realidad exigen un gran esfuerzo atlético para controlar movimientos, desplazamientos y giros del cuerpo.
En los ochenta el breaking siguió evolucionando y en las fiestas se empezó a bailar como un estilo de batalla entre dos bandos. Se formaban dos equipos, uno frente al otro, y cada uno tenía la oportunidad de mostrar sus mejores pasos alternando a sus bailarines. El ganador era el que se llevaba las mejores ovaciones y aplausos del público. Además, muchas películas empezaron a incluir escenas de breaking y de esta forma se popularizó el movimiento. Muchos recordamos el pequeño pasaje de Flashdance en el que la bailarina de ballet se detiene a aplaudir a unos jóvenes bailando este estilo en la calle.
En los noventa, muchos patrocinadores de marcas deportivas y bebidas hidratantes vieron la oportunidad de profesionalizar el break dance y las competencias se popularizaron, sobre todo en Europa, con los eventos The battle of the year y Red Bull Lords of the floor, entre otros. Este tipo de competencias se extendió a todo el mundo y en el presente muchos países han creado su propio estilo.
Actualmente, el breaking es una disciplina que reconoce la World DanceSport Federation (WDSF) y se han desarrollado muchas competencias a nivel mundial. Esto ha permitido que sea incluido como deporte oficial en las Olimpiadas. En París 2024 lo tendremos por primera vez como disciplina olímpica: 16 b-boys y 16 b-girls buscarán hacer historia al subirse al pódium.
En las competencias de breaking, dos atletas se enfrentan uno a uno: actúa uno y luego su oponente responde. Durante la ejecución, cinco jueces evalúan seis componentes: creatividad, personalidad, técnica, variedad, desempeño y musicalidad. Para valorar estos aspectos, los jueces olímpicos utilizan el sistema de valoración Trivium, que tiene en cuenta, en la misma medida, tres factores: calidad física (cuerpo), calidad artística (mente) y calidad interpretativa (alma).
Cada uno de esos factores tiene además dos componentes que los jueces toman en cuenta: la calidad física, la técnica (20%) y la variedad de movimientos (13.33%); en calidad artística, la creatividad (20%) y la personalidad (13.33%); y en calidad interpretativa, la actuación (20%) y la musicalidad (13.33%).
El deporte no está exento del impacto de la curiosidad humana y seguramente en París 2024 podremos disfrutar el breaking con buenos enfrentamientos de este tipo de baile irreverente, atlético y salvaje.
En París 2024 lo tendremos por primera vez como disciplina olímpica: 16 b-boys y 16 b-girls buscarán hacer historia al subirse al pódium.
[…] cinco jueces evalúan seis componentes: creatividad, personalidad, técnica, variedad, desempeño y musicalidad.
Todas las imágenes: Jones & CO., Breakdance Olympics (Olimpiadas de breakdance), 2023. Cortesía del artista.
Víctor Hugo Bustamante Vallín es ingeniero en Computación, coach de Triatlón, coach de Felicidad y coach Ejecutivo Estratégico. Su carrera profesional la ha desempeñado en empresas como Oracle, Microsoft y CISCO. Su palmarés deportivo incluye 20 maratones, 29 eventos Ironman, 3 Ultra Fondos de ciclismo, 6 cruces de aguas abiertas, 1 Ultra maratón y 1 Ultraman 355. Es autor del libro ando #contentote.