por Andrea Bravo Echenique
fotografías de Pedro Luján
entrevista realizada el 14 de febrero de 2024
En esta entrevista, Amanda de la Garza, la recién nombrada subdirectora artística del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid y quien dejará la dirección general de Artes Visuales y del MUAC de la UNAM a partir de mayo de este año, comparte con Capitel su recorrido profesional, así como los retos que vienen y las situaciones que más le entusiasman de su nuevo cargo.
Tiene formación en Antropología, Sociología, Historia del Arte y Estudios Curatoriales, ¿nos puede contar un poco más de ese recorrido académico y si siempre tuvo claro cuáles eran sus intereses en el arte?
El recorrido ha sido largo y tuvo diferentes etapas. Mi primer acercamiento al mundo de los museos fue por medio de mi familia; a mis papás les gustaba mucho ir a museos, pero no se dedicaban a nada que tuviera que ver con el arte. En la adolescencia me empezó a interesar la fotografía, y ya en la universidad me gustaba escribir sobre piezas de arte, pero a partir de la Sociología. Ahí se fue gestando un interés cada vez mayor por ese ámbito. Cuando estudié la Maestría en Antropología me enfoqué en investigar el arte desde una perspectiva antropológica y empecé a conocer artistas que eran de mi generación, ir más a exposiciones y a museos. Todo esto fue derivando en que, en un momento dado, me preguntara si quería trabajar con el arte desde un punto de vista externo o participar de ese mundo creativamente, aunque no como artista, nunca me planteé ser una. Decidí que sí quería darle lugar a eso y entonces todo vino en cascada.
Fue una decisión bastante consciente: o me sigo por las ciencias sociales o me voy por este otro camino y pues bueno, estoy contenta de haber hecho esa elección.
En retrospectiva, ¿nos puede compartir algunas experiencias, exposiciones o programas llevados a cabo en el MUAC que considere significativos a nivel profesional y personal?
Creo que uno de los momentos más importantes de mi carrera fue la exposición de archivo Escribir poesía, ¿vivir dónde? dedicada a Alcira Soust Scaffo, una poeta uruguaya que vivió en México y que Roberto Bolaño convirtió en Auxilio Lacouture, un personaje de Los detectives salvajes y la narradora de Amuleto. No solamente por la parte literaria, sino porque en la exposición de 2016, había una riqueza que vinculaba a la vida, la biografía de una persona excepcional con una actividad literaria, una actividad política y el poder proponer una lectura sobre una persona que había acompañado la vida del movimiento estudiantil y de la Universidad. Tener acceso a ese archivo ha sido un proyecto muy importante en mi vida.
Justamente en marzo de este año, después de tanto tiempo, se inauguró una pequeña exhibición sobre Alcira en Uruguay, en un espacio que se llama SUBTE, en Montevideo.
¿Nos puede contar sobre cómo fue el proceso de selección para el cargo de la subdirección artística del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid (MNCARS), y cómo se enteró de su nombramiento?
El proceso fue por medio de una convocatoria abierta/pública en la que se especificó una serie de procesos y requisitos a cumplir para el puesto, el perfil que se debe cumplir, así como la descripción de lo que constituyen las actividades, en fin, todo bastante transparente. En España es una práctica común que los puestos de los museos se otorguen por medio de convocatorias públicas; me parece que es una buena práctica. En ese sentido realicé varias etapas relativas a comprobación documental de trayectoria y finalmente una entrevista relacionada con la idoneidad del perfil.
Me enteré del nombramiento en mi casa, me lo comunicó el director del museo, Manuel Segade. La convocatoria se abrió a fines de noviembre de 2023, se definió a principios de febrero de 2024 e inicio funciones en mayo.
¿Qué responsabilidades y qué retos conlleva el cargo de subdirectora artística del MNCARS y qué es lo que más le entusiasma de esta posición?
Creo que el mayor reto tiene que ver con la escala, una escala más amplia. Trabajar con un equipo amplio de personas, más grande que el MUAC, en unas instalaciones bastantes grandes en términos de espacio y también de la diversidad de programas que ocurren en todos los ámbitos: exposiciones, la colección, la programación pública, la parte académica…
También hay un reto en el proceso de adaptación a una nueva institución, entender la lógica institucional propia del Reina Sofía, que conozco, así como a algunas personas que trabajan ahí dado que desde hace algunos años desde el MUAC hemos colaborado institucionalmente en diversos momentos. Sin embargo, trabajar internamente es adentrarse en otra lógica de trabajo institucional, incluso otra burocracia, otra idiosincrasia cultural, otro tipo de dinámicas de trabajo. Siempre hay un proceso de adaptación que es un reto, pero también mucho aprendizaje y hay que verlo con paciencia.
Y finalmente, desde un punto de vista más institucional, el reto es poder contribuir desde mi expertise, experiencia y capacidades no sólo profesionales sino también las habilidades blandas para desarrollar la visión que tiene el Reina Sofía, contribuir a ella y colaborar activamente con el equipo y las diferentes áreas del museo.
Me entusiasma justamente trabajar en una institución que ha tenido una vocación parecida a la del MUAC y al mismo tiempo, totalmente distinta. Parecida porque por un lado, la programación pública juega un lugar muy importante en la idea del museo, la parte de investigación y las colecciones, y por otro, también la envergadura de las exposiciones. Me entusiasma sobremanera poder trabajar con artistas con los que he soñado trabajar durante muchos años o con los que ya hemos trabajado, pero con otras posibilidades y otro tipo de mirada. En fin, me entusiasma mucho lo que el Reina Sofía ha hecho y cómo puedo contribuir a ese recorrido.
La inspiración […] está asociada a la energía que te produce algo al verlo, al estar en contacto con él o en términos de la imaginación, […] algo que te proyecta una energía que te impulsa.

[…] me parece muy interesante que es un museo de grandes públicos pero que permite profundizar sobre aspectos que no han sido visibilizados, […] que hay la posibilidad de hacer proyectos intelectualmente ambiciosos que atiendan a la diversidad que existe en el arte contemporáneo […].
El Reina Sofía tiene un perfil institucional muy particular, afincado en la idea del museo como un espacio social y el planteamiento de la institución desde el ámbito de lo común y lo colectivo, ¿nos puedes contar qué es lo que más le interesa de este perfil?
Me interesan las conexiones entre diferentes ámbitos y el trabajo de la colección. Me parece extraordinario lo que se ha hecho en términos de adquisiciones, pero también de lecturas de la colección, que es algo que hemos estado haciendo en el MUAC, por ejemplo, las propuestas de lecturas no lineales.
Por otro lado, me parece muy interesante que es un museo de grandes públicos pero que permite profundizar sobre aspectos que no han sido visibilizados, es decir, que no se dedica exclusivamente a hacer grandes exposiciones, sino que hay la posibilidad de hacer proyectos intelectualmente ambiciosos que atiendan a la diversidad que existe en el arte contemporáneo a pesar de ser un museo muy central y un punto incluso turístico e importantísimo en Europa, por las obras que tiene.
El arte latinoamericano es una línea relevante en la colección del MNCARS, ¿puede profundizar un poco sobre este tema y contarnos si tiene algún objetivo preciso con respecto a ello?
Algo importante es la historia de relación con el arte latinoamericano que ha tenido el Reina Sofía. El director actual del museo ha expresado abiertamente que busca darle continuidad.
La relación del museo con el arte latinoamericano se ha dado en términos de revisión de artistas históricos y contemporáneos y de coleccionismo, con adquisiciones muy importantes de arte latinoamericano y de archivos. También se ha buscado establecer redes de colaboración entre el museo y colectivos, grupos y curadores de la región. Todo esto es señal de que hay un camino andado muy importante, que forman parte de la historia de la institución y en el que me interesa poder aportar desde esa mirada, desde esa historia y desde el lugar donde yo me he formado, desde donde hablo con mi conocimiento de la región. Pero no nada más en el ámbito latinoamericano, pues justamente esa relación del museo no es exclusiva con América Latina.
El Reina Sofía atiende a una diversidad muy grande, debe tener una relación con el circuito de arte contemporáneo de España y al mismo tiempo en términos globales, artistas referenciales en la historia del arte que provienen de lugares muy diferentes y que no están ubicados sólo en términos geográficos sino en términos de la producción artística.
Esta edición de Capitel está dedicada a pensar el concepto de inspiración, ¿tiene alguna definición de él? ¿Nos puede compartir algunas cosas o personas que la inspiran?
La inspiración para mí está asociada a la energía que te produce algo al verlo, al estar en contacto con él o en términos de la imaginación, o sea, algo que te proyecta una energía que te impulsa.
Hay una persona cuyo trabajo he seguido a lo largo de muchos años y me resulta inspirador. Es Koyo Kouoh, una curadora camerunesa que fundó RAW Material Company en Senegal y ahora es directora en el Zeitz MOCAA en Sudáfrica. Kouoh ha hecho un trabajo extraordinario y muy inspirador por su entrega, radicalidad y tesón en construir espacios de posibilidad para el arte, en Senegal primero y después en Sudáfrica.
¿Cómo cierra su estancia en el MUAC y la UNAM y cuál es legado que deja en el museo?
Cierro mi estancia agradecida y al mismo tiempo convencida de que el museo está en un buen momento, que tiene un equipo muy fuerte y proyectos a corto y mediano plazo. El museo tiene un rumbo claro y por supuesto quien llegue a la dirección va a aportar su propio sello, sus propias ideas, eso es lo natural.
Creo que la vigencia de un espacio como el MUAC, un museo público de arte contemporáneo, es patente. En estos 15 años ha logrado ser un espacio complejo, interesante y actualizado sobre las prácticas artísticas a nivel internacional y también en la escena artística local, por lo que yo estoy tranquila que el museo va a ir por buen camino en el futuro.
¡Muchas gracias y felicidades!

Andrea Bravo Echenique es coordinadora editorial de Capitel de Universidad Humanitas.