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RECIBIR LA LUZ: LAS EXPERIENCIAS PERCEPTUALES DE JAMES TURRELL

James Turrell, Ganzfeld - Aural, 2018. Fotografía de Florian Holzherr © James Turrell.

por Tania Puente

LA OBRA DEL ARTISTA ESTADOUNIDENSE JAMES TURRELL, LA CUAL SE PRESENTARÁ EN EL MUSEO JUMEX EN LA CDMX A FINALES DE ESTE AÑO, NOS OFRECE UNA EXPERIENCIA APASIONANTE DE LUZ, COLOR E IMAGINACIÓN QUE AYUDA A REPENSAR EL FUTURO.

James Turrell recuerda que, de niño, acompañó a su abuela a un servicio congregacional de los cuáqueros, la Sociedad Religiosa de los Amigos. Ante su impaciencia infantil, la abuela le dijo dulcemente: “Sólo espera un momento, vamos adentro a recibir la luz”. La experiencia de “recibir la luz” se convirtió en el pilar y en la consigna que estructurarían la práctica artística de Turrell.

James Turrell (Estados Unidos, 1943) es un artista que trabaja desde la intersección entre la luz, la percepción, el espacio y el color. La luz excede las consideraciones que la sitúan como una condición contextual para ubicarse como la materia fundamental y crear experiencias sensoriales y estéticas. Por su parte, la percepción se convierte en el soporte que redondea la experiencia. Integrante del movimiento Light and Space, y cercano a los planteamientos del Land Art, Turrell comienza su carrera en la década de 1960 con ejercicios en torno a la luz en el espacio, atendiendo a las exploraciones concernientes a los fenómenos perceptuales relacionados con el color, la escala y el volumen.

James Turrell, Apani, de la serie Ganzfeld, 2011. Fotografía de Florian Holzherr © James Turrell.

La poética que desarrolla Turrell alrededor de la dilatación del instante y las heterocronías dispara un abanico de sensaciones […].

A finales de este año será posible experimentar estas obras lumínicas en la exposición James Turrell: Pasajes de luz, organizada por el Museo Jumex en la Ciudad de México, en la que se presentará nueva obra de las series más importantes del artista.

La poética que desarrolla Turrell alrededor de la dilatación del instante y las heterocronías dispara un abanico de sensaciones de extrañeza cuando se pone en práctica en los marcos de visión que vinculan el adentro con el afuera. En un gesto de compromiso por el momento, el artista reencuadra espacios de abstracción interdependientes con la bóveda celeste. Su serie Skyspaces consiste en construir salas de observación del cielo, sobrias y elegantes, con algunos refuerzos lumínicos variables. En medio de la sala, en el techo, se abren huecos cuadrados, ovalados o circulares, que conjuran la maravilla de lo cotidiano.

Otra de las peculiaridades de las propuestas vivenciales del programa estético de Turrell radica en que, para tener acceso a algunas de sus obras site specific, es necesario emprender una peregrinación, seguir un ritual de compromiso hacia las instalaciones más remotas o aceptar las acotadas condiciones de participación. En el Jardín Botánico de Culiacán se encuentra la pieza Encounter (2007-2015), parte de los Skyspaces, que sólo puede visitarse dos horas al día: antes del anochecer y una hora antes del amanecer.

La suma de la pasión sostenida de James Turrell por los cruces y el entorno, la luz y la percepción, se concentra en la que pretende ser su obra maestra, Roden Crater Project. Fanático de la aviación, a mediados de los setenta, Turrell se encontró con el cráter Roden al sobrevolar por el desierto de Arizona. En un impulso cercano a los preceptos del Land Art, en la que los artistas buscan una “transformación física del territorio [...] para la construcción de una nueva naturaleza y para la creación de grandes paisajes artificiales”, Turrell se embarcó en el proyecto ambicioso de emplazar en el cráter un observatorio a cielo abierto. La edificación de Roden Crater encarna ese sinuoso camino ritual que acompaña muchas de las obras del artista estadounidense. Sus efectos son casi epifanías para quienes pueden experimentarlo, puesto que se ofrece como espacio de conexión y meditación tanto con la naturaleza, como con uno mismo. En la muestra James Turrell: Pasajes de luz se podrán ver documentación y modelos de este proyecto.

Instalaciones políticas en tanto priorizan los vínculos entre los sujetos, las obras de James Turrell conjuran una imaginación colectiva para repensar nuestro lugar en el mundo. Entre el paisaje y el pasaje, el ser humano ya no es quien controla la naturaleza, sino que surge un intercambio y un entendimiento que deviene en agradecimiento. Así, la producción artística de Turrell no sólo transforma la luz en materia, sino que torna inefables las palabras para facilitar un lenguaje que sólo puede hablarse y sentirse en nuestro interior.

James Turrell, Accretion Disk (Disco de acreción), 2018. Fotografía de Florian Holzherr © James Turrell.

Sin apoyarse en imágenes, la odisea experimental de Turrell propone una pasión ostensible por repensar la cotidianidad, dislocar aquello que se da por sentado y potenciar los cuerpos como vehículos de pulsiones vitales. En sus instalaciones lumínicas, la ausencia de la representación canónica motiva imágenes disparadas por los rítmicos cambios cromáticos y las sensaciones que construyen.

Si bien la luz es el denominador común, es posible clasificar sus obras en dos grandes grupos: las que gestan espacios sensoriales en interiores y las que reconfiguran la percepción del exterior. Las obras creadas para salas de exhibición e instituciones museísticas llevan al límite nuestra relación con la luz. Mediante disposiciones espaciales, la luz puede brindarse cercana o distante, mientras confunde toda referencia aprendida y hace dudar las pautas de la percepción de los visitantes. Con una modulación compuesta por el control de ritmos cromáticos y piezas auditivas, los receptores se sumergen en aquello que Boris Groys llama “la soberanía del artista”, en la que las instalaciones regulan los comportamientos y subsumen toda forma de libertad en busca de una experiencia radical. Un ejemplo son los Ganzfeld, obras que, como indica el término en alemán, refieren al fenómeno de la pérdida total de la percepción profunda.

James Turrell, Rondo (Blue) [Rondo (Azul)], de la serie Shallow Space Constructions (Construcciones de espacio poco profundo), 1969. Fotografía de Florian Holzherr. © James Turrell.

James Turrell es un artista que trabaja desde la intersección entre la luz, la percepción, el espacio y el color.

James Turrell, Apani, de la serie Ganzfeld, 2011. Fotografía de Florian Holzherr © James Turrell.

Todas las imágenes son cortesía del Museo Jumex.
www.fundacionjumex.org

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Tania Puente es curadora e investigadora de arte. Maestra en curaduría en artes visuales por la UNTREF y participante del Programa de Artistas (2018-2019) de la Universidad Torcuato Di Tella de Buenos Aires. 

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