Ramón Alva de la Canal, El café de nadie, ca. 1930. Museo Nacional de Arte, INBAL Donación Blanca Vermeersch Vda. de Maples Arce, 1992. © Jorge Ramón Alva de la Canal Hernández.
por Carlos Azar Manzur
EN EL CENTENARIO DEL ESTALLIDO DEL MOVIMIENTO ESTRIDENTISTA —ÚNICA VANGUARDIA ARTÍSTICA EN MÉXICO— ES IMPRESCINDIBLE RECUPERAR, DIFUNDIR Y ESTUDIAR CON MAYOR PROFUNDIDAD LA TRASCENDENCIA DE LAS PROPUESTAS ESTÉTICAS DEL ESTRIDENTISMO DENTRO DE LA HISTORIA DEL ARTE MEXICANO Y LATINOAMERICANO.
“Para comprender a Maples Arce hay que disgregarse.
Hay que distender todas las ligaduras sensitivas.
Hay que arrancarse el cerebro y lanzarlo al espacio.
Hay que arrancarse el corazón y echarlo a rodar bajo los túneles interazules”.
Arqueles Vela
Para Ramón Alva de la Canal y Carlos Noriega Hope.
Hay que “echarse a la calle y torcerle el cuello al doctor González Martínez”, proponía Manuel Maples Arce en los últimos días de diciembre de 1921 en una hoja volante que llamó Actual número 1. La hoja volante tenía como subtítulo “Hoja de vanguardia. Comprimido Estridentista de Manuel Maples Arce”. Desde el inicio del texto aparece la ironía: la vida moderna se sintetiza a partir de la palabra “esquina” y se plantea —se exige—, “Prohibido fijar anuncios”, aunque Actual número 1 apareció fijada en las paredes citadinas, junto a los carteles de teatro y de corridas de toros, como un anuncio de la sacudida que tendría que venir.
Como buen movimiento vanguardista —es más, es la primera vanguardia mexicana (tal vez la única), y, junto con el Creacionismo de Vicente Huidobro, los dos grandes movimientos vanguardistas de América Latina—, Maples Arce exponía en 14 puntos las ideas del Estridentismo bajo la forma de un Manifiesto. Las vanguardias europeas también nacieron a partir de manifiestos en los que plasmaban los caminos de la ruptura. Inolvidable texto destructor, sarcástico y una de las mejores piezas literarias del siglo XX resulta ser el Manifiesto dadaísta de Tristan Tzara. Sin embargo, Maples Arce tomó como modelo los manifiestos del Futurismo de Marinetti y el del Ultraísmo de Guillermo de Torre y Lasso de la Vega.
Aunque el Manifiesto resonó en el ámbito intelectual —los académicos pensaron que los iban a asaltar y montaron guardias—, despertó poco interés periodístico. Sin embargo, la publicación de Actual planteó el gesto más atrevido y novedoso de la literatura mexicana y Maples Arce continuó con dos números más de Actual y con la publicación de Andamios interiores, el primer libro vanguardista escrito por un mexicano y publicado en México. Esto despertó varios caminos de interés periodístico. En primer lugar y bajo la careta del anonimato, algunos lo calificaron como un juego banal, inspirado por burlas soeces; en segundo, un grupo más interesado por el movimiento y por el libro, pero concentrado en hallarles valores fuera de la literatura; el tercer grupo fue muy elogioso, pero concentrado en un solo diario, El Universal, sobre todo gracias al director de El Universal ilustrado, Carlos Noriega Hope. Es más, y lo dice Luis Mario Schneider en su formidable ensayo, resulta posible creer que el Estridentismo no hubiera tenido la difusión que merecía, si no hubiera estado Noriega Hope en el momento y el lugar justo.
Revista Horizonte Número 4. Tomo I. Jalapa, Ver. Julio de 1926, México. Portada de Leopoldo Méndez. Museo Nacional de Arte, INBAL Donación Blanca Vermeersch Vda. de Maples Arce, 1992. Cortesía del Museo Nacional de Arte, INBAL.
En El Universal ilustrado empezó a crecer el movimiento, ya que se publicaba información sobre el Estridentismo, anuncios en el Aviso oportuno o el matrimonio falso de Maples Arce con la señorita Chut 826 FLO. También se generó la sección “¡¡Ay!! Literatura”, en la que se publicaban poemas novedosos, tanto de autores estridentistas, como de otros a los que, irónicamente, se les atribuían características del movimiento.
Gracias a esto, el Estridentismo creció hasta involucrar a otros escritores, como Arqueles Vela (también articulista y secretario de redacción de El Universal ilustrado), Germán List Arzubide (poblano que trasladó el movimiento a Puebla y lanzó el grito que se convertiría en el referente de la vanguardia: “¡Viva el mole de guajolote!”) y Salvador Gallardo (médico militar cuyo Pentagrama eléctrico debe volver del olvido). Reunidos en El café de nadie, pudieron armar proyectos, publicar dos revistas y convocar a músicos y pintores que terminaron involucrados en el movimiento. Entre los músicos cabe mencionar a Manuel M. Ponce, responsable de la versión sonora del poema “T.S.H.” (Telefonía Sin Hilos) de Maples Arce y que se transmitió por radio, y el joven Silvestre Revueltas; entre los pintores, destacan un joven Diego Rivera, Leopoldo Méndez, Germán Cueto, Fermín Revueltas, hermano del compositor, pero sobre todo Ramón Alva de la Canal, involucrado en el Muralismo y el Estridentismo y uno de los fundadores del movimiento de pintores revolucionarios ¡30-30!
“Ahora que todo está liquidado, entregamos nuestro grito de guerra a la miopía de los historiadores”, advertía List Arzubide en Cuenta y balance del Estridentismo (1944). A 100 años de distancia, ya no es posible mantener las rencillas fraternas y que tanto les gusta a los mexicanos. El Estridentismo refrescó la escena artística de México, le dio voz a las ciudades en un momento que se buscaba la identidad en el campo nacional, así como en el Futurismo; se incorporó la violencia al discurso literario y, de la mano de la ironía, combatieron y ridiculizaron. Los estridentistas, al fin, atacaron toda estética que se cree única y definitiva y ese ejemplo nunca se debe olvidar. En palabras de Luis Mario Schneider: “El Estridentismo es ya historia. Pero de la verdadera”.
[…] la publicación de Actual planteó el gesto más atrevido y novedoso de la literatura mexicana […].
Manuel Maples Arce, Manifiesto Estridentista ¡Viva el mole de guajolote! Puebla, 1 de enero de 1923. Museo Nacional de Arte, INBAL Donación Blanca Vermeersch Vda. de Maples Arce, 1992. Cortesía del Museo Nacional de Arte, INBAL.
El Estridentismo refrescó la escena artística de México, le dio voz a las ciudades en un momento que se buscaba la identidad en el campo nacional […].
El pentagrama eléctrico. Poemas de Salvador Gallardo. Ed. Germán List Arzubide. Puebla, México, 1925. Museo Nacional de Arte, INBAL Donación Blanca Vermeersch Vda. de Maples Arce, 1992. © Jorge Ramón Alva de la Canal Hernández.
Revista Horizonte Número 5. Tomo I. Jalapa, Ver. Agosto de 1926. Portada de Ramón Alva de la Canal. Museo Nacional de Arte, INBAL Donación Blanca Vermeersch Vda. de Maples Arce, 1992. © Jorge Ramón Alva de la Canal Hernández.
Carlos Azar Manzur es corrector de estilo de la revista Capitel de Universidad Humanitas.