CRISTINA KAHLO: EL ARTE COMO CREACIÓN DE INSTANTES

por Mariana Musi

En la fotografía de Cristina Kahlo se desenvuelven mundos que exploran la vida, la muerte, los ciclos y la vulnerabilidad. Así, su obra nos propone al arte como un espacio para soñar y redescubrir el mundo una y otra vez.

No es casual que a la fotógrafa mexicana Cristina Kahlo le guste crear imágenes en las que se advierta la experiencia de descubrir el mundo por primera vez. 

Antonio Kahlo, su padre, era fotógrafo y tenía un cuarto oscuro, o un “laboratorio secreto”, como a ella le gustaba llamarlo. Sentir la “magia” de imágenes apareciendo sobre el papel al mover charolas con revelador fue determinante en el futuro de Kahlo, quien, desde los 11 años, supo que de grande, “quería hacer magia como su papá”. 

Cristina Kahlo nació en la Ciudad de México en 1960. Desde muy chica sintió la inspiración para crear, descubrir, abrir las puertas de su imaginación y dejarnos entrar a su mundo mediante las imágenes. Vivir una infancia muy feliz, llena de juegos y experiencias en la naturaleza, fue determinante en las fotografías que hoy podemos atestiguar. Pertenecer a una familia de artistas de gran sensibilidad y de imaginación, fortaleció la pasión de Cristina por soñar, descubrir, imaginar. 

La artista ha dedicado muchos años a hacer fotografía documental y registrar aquello que existe. En sus inicios documentó desde personas bailando en su proyecto Tiempo de Danzón, hasta la discapacidad infantil en distintas instituciones. Gracias a su pasión por la cultura mexicana y a su experiencia como curadora independiente, ha participado en distintas exposiciones internacionales, además de fundar dos galerías.

Como especialista en fotografía de autor, está consciente de que todos, de una u otra manera, queremos trascender y permanecer. En sus proyectos explota este deseo para lograr el objetivo usando la fotografía como medio. 

Imágenes que parecen salidas de un sueño, que saben a algodón de azúcar o huelen a sal de mar: texturas que se sienten como abrazos o miradas que cuestionan la manera de pensar, los misterios de la vulnerabilidad y de la naturaleza, del paisaje que nos arropa, del tiempo que vemos pasar. 

Kahlo crea algo más que imágenes, cada una es un instante, la revelación de una memoria, de un recuerdo de su infancia. Construye un viaje por medio de su vida y su fascinación por descubrir, una vez más y como desde un principio de su carrera, la magia. 

El trabajo de Cristina tiene mucha vida detrás, ya que cuestiona mucho los procesos, los ciclos, la existencia y la muerte. Intervenir las imágenes con colores, con flores o con té, proporciona a cada fotografía un espacio más profundo para soñar y suspirar. Cada una se va uniendo con la anterior, formando así una historia entrelazada. 

La vida de la artista tiene una madurez fotográfica que se percibe en su trabajo más reciente. No por nada ha recibido becas, ha expuesto en muchos países y su obra pertenece a distintas colecciones alrededor del mundo. Gracias a una sensibilidad especial como curadora, ha participado en exposiciones, no sólo de fotografía sino de arte, de textos y de historia familiar. 

Las imágenes con destellos de su sensibilidad por lo geométrico, por lo efímero, por la vulnerabilidad, por lo ajeno a lo que pertenecemos, por lo natural, nos permiten conocer cómo es el mundo de una mujer apasionada, cómo se sienten los colores que imagina cuando nos abraza un árbol o cuando nos permitimos existir y contemplar. 

Lograr que un vestido represente una primera vez, que se convierta en un vuelo sin rastro es como contar un cuento sin palabras, sólo con imágenes y color. Esa primera vez que para nosotros consiste en observar, para ella fue vestirlo y vivirlo, esa primera vez en la que podemos vivir la pasión del arte de Cristina Kahlo. Entonces se vuelve realidad el sueño de la niña de 11 años, logra que vivamos la magia de crear imágenes que aparecen, la magia de hacer arte, así como lo hacía su papá.  

Cristina Kahlo, Sin título, 2021. Cortesía de Patricia Conde Galería.

Cristina Kahlo, Sin título, 2020. Cortesía de Patricia Conde Galería.

Cristina Kahlo, Vuelo vegetal, 2022. Cortesía de Patricia Conde Galería.

Cristina Kahlo, Siguiendo tu rastro, 2024. Cortesía de Patricia Conde Galería.

Las imágenes con destellos de su sensibilidad por lo geométrico, por lo efímero, por la vulnerabilidad, por lo ajeno […] nos permiten conocer cómo es el mundo de una mujer apasionada […].

Cristina Kahlo, Crecí a la sombra de los árboles, 2024. Cortesía de Patricia Conde Galería.

Cristina Kahlo, Trío, 2022. Cortesía de Patricia Conde Galería.

Cristina Kahlo, Vestido rojo, 2024. Cortesía de Patricia Conde Galería.

El trabajo de Cristina tiene mucha vida detrás, mucho cuestionamiento acerca de los procesos, de los ciclos, de la existencia y de la muerte.

Cristina Kahlo, A la sombra, 2024. Cortesía de Patricia Conde Galería.

Mariana Musi es creadora de imágenes y de historias, amante de la fotografía, el arte, la música y el color. www.marianamusi.com | Instagram @marianelamusi

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