por Andrea Bravo y Carlos Omar Noriega Jimenez
fotografías de Pedro Luján
EN ESTA CONVERSACIÓN, EL PRODUCTOR Y DIRECTOR RODRIGO SANTOS NOS HABLA SOBRE LA SERIE BELASCOARÁN, RECIENTEMENTE PREMIADA EN COREA, ASÍ COMO DE LA RELACIÓN ENTRE LITERATURA Y ENTRETENIMIENTO Y LA IMPORTANCIA DE FOMENTAR UNA INDUSTRIA DE ENTRETENIMIENTO DE CALIDAD EN NUESTRO PAÍS.
¿Puede contarnos un poco sobre cómo surgió el proyecto Belascoarán, estrenada en Netflix en 2022?
El origen del proyecto no es mío, sino de la casa productora Perro Azul, que gestionó el proyecto con Netflix. Después, los productores Alexis Fridman y Juan Uruchurtu me hicieron una invitación expresa para liderarlo.
Esta miniserie está inspirada en las novelas policiacas de Paco Ignacio Taibo II escritas en la década de los setenta, ¿nos puede decir qué riquezas encuentra en la relación entre la literatura, el cine y la televisión?
Ambas son disciplinas que dialogan mucho transversalmente, aunque son muy diferentes, es decir, la literatura y el cine se parecen en el sentido de que cuentan historias, pero lo hacen de manera muy distinta y con recursos diversos.
Ahora, el origen del cine o de la televisión también es la palabra, lo primero que hay es un texto escrito, pero el guion nunca es un trabajo terminado, es como los planos de una casa, sirven y sirven mucho como una guía, pero el trabajo está pensado para la pantalla y hasta que no cobra vida con todo el proceso técnico y creativo que eso requiere, el guion, en mi opinión, no sirve de mucho, sino hasta que se produce.
El libro en cambio está acabado una vez que el texto se termina, hay un paso extra digamos en la parte cinematográfica que es difícil de describir, ya que es un poco intangible, ocurren muchas cosas, participan muchas personas, y me parece que ahí encuentro una enorme diferencia, pero también un posible diálogo entre las dos actividades.
La escritura es un trabajo solitario y la producción, un trabajo colectivo. Aproximarse en este caso a la misma idea o partir del mismo texto establece, no sólo una relación solamente entre el autor y el lector, sino un enorme filtro de muchísima gente que trabaja para que quede plasmado en imagen lo que sugiere el texto de Taibo o lo que ya dicta el guion.
[…] la literatura y el cine se parecen en el sentido de que cuentan historias, pero lo hacen de manera muy distinta y con recursos diversos.
[…] hay una enorme diferencia entre los proyectos que se hacen con tiempo y tiempo bien empleado para pensar y escribir y los proyectos apresurados.
¿Cómo fue el proceso de adaptar un texto literario para un guion de televisión?, ¿qué dificultades, oportunidades y aprendizajes encontró en esta experiencia?
Es un proceso que me gusta mucho, aunque hay que decir que es un proceso arriesgado, porque uno tiene que tomar decisiones y de alguna manera traiciona el texto original con frecuencia, porque no se trata de traducir literalmente lo que dice el libro a escenas sino de adaptar, de encontrar mecanismos dramáticos que no necesariamente existen en la literatura para generar escenas y darle voz a personajes. Mucha gente se puede sentir muy decepcionada porque nunca imaginaron el personaje así, pero también puede sentir enorme satisfacción porque representa lo que imaginó o encontrar una nueva versión que le gusta: es un trabajo en equipo imaginando la mejor historia y a veces saliéndose del caminito de la novela o del escritor para encontrar más peso dramático o un mayor decorado atmosférico. En fin, hay muchas decisiones que tomar, por eso me gusta este proceso, pero sin duda te pone nervioso, uno se siente en deuda con el autor cuando coge un texto para adaptarlo y no quieres quedar mal, pero tienes que tomar decisiones y separarte de tu propia afición y caprichos.
Recientemente Belascoarán fue premiada en los Seoul International Drama Awards (SDA) como mejor película para televisión, además de ser la única producción en español galardonada, ¿cómo vivió esta distinción a nivel personal y qué significa para nuestro país que una serie mexicana haya ganado este premio?
Primero muy sorprendido, fue muy inesperado, pero también muy halagado, de manera personal y creo que puedo hablar por todo el equipo.
En los últimos años la industria coreana se ha distinguido muchísimo, tienen contenidos en cine y en televisión que son éxitos por todo el mundo, en términos de crítica y de número de espectadores, entonces que el premio viniera de ellos lo volvió especial, se han convertido en referencia para la industria y que los coreanos premien Belascoarán, ha sido un halago serio para nosotros.
El mundo de la televisión está muy acelerado, los productos, las series, incluso las películas que se estrenan, tienen una vida muy corta, porque viene otra inmediatamente después y la plataforma se concentra en promover la que viene.
Entonces, Belascoarán tenía diez meses de haberse estrenado, todos estábamos ya en otros proyectos, cuando llegó esta noticia, entonces fue regresar a los tiempos (aunque no sean muy remotos) del estreno y recuperar lo orgullosos que estábamos del proyecto, lo contentos, una experiencia muy halagadora e inesperada. Aunque los premios son siempre subjetivos y caprichosos, fue una confirmación de que vale la pena arriesgarse e intentar historias distintas, formatos distintos.
Belascoarán es una serie poco común, contiene tres episodios largos que no tienen “serialización”, es decir, no hay un capítulo que termina a la mitad de un caso o con un cliffhanger, una gran pregunta que casi te obligue a ver el siguiente. Aunque esté en Netflix, no deja de ser un proyecto distinto y arriesgado, por eso, el premio nos confirma la intuición y la certeza de que vale la pena arriesgarse y hacer proyectos distintos.
Como mencionó antes, la industria del entretenimiento surcoreana, con productos como los k-dramas y el k-pop ha cobrado gran relevancia a nivel mundial, ¿nos podría contar cómo le parece que se inserta la relevancia del festival Seoul International Drama Awards y el premio que recibió Belascoarán en este contexto?
A mí lo que me genera es muchísima curiosidad. Yo no he terminado de saber qué fue lo que les gustó y no me quedé con la pregunta, pero no me quitaron la curiosidad.
Yo no es que sea un conocedor de la cultura popular coreana, pero vivo el fenómeno de su música y del éxito de sus producciones y trato de entender qué fue lo que les gustó, si les pareció exótico, entretenido, singular o muy original, pero no tengo la respuesta. Tengo algunas ideas y de las pocas conversaciones que tuve con gente de allá creo que tiene que ver también con el retrato de la ciudad… hay unos personajes que les llamaron mucho la atención, específicamente el plomero Gómez Letras, el personaje que hace Silverio Palacios, una especie de Doctor Watson, que es muy gracioso. Creo que hay un elemento de humor que nos enlaza con Corea, a pesar de ser un país tan distante y distinto. También les pareció maravillosa la ciudad, les gustó la atmósfera de la Ciudad de México en los años setenta, pero no sé si es porque se parece al Seúl viejo, ya que no se parece nada al Seúl que yo conocí.
En esta misma línea, ¿qué aprendizajes de esta “ola surcoreana” podríamos replicar en nuestro país a nivel industria cultural para desarrollar este sector?
Creo que lo que más distingue a la industria coreana es su valentía. Yo juego mientras imagino vender un proyecto a una productora o a una plataforma, pitchando como decimos, pero si pienso en vender algún proyecto coreano ya existente creo que fracasaría. ¿Cómo, quién lo logró, cómo lo hizo? Yo no sabría por dónde empezar para vender El juego del calamar a los ejecutivos de una plataforma, incluso esta película tan exitosa que ganó todos los premios, Parásitos, es difícil de vender. ¿Cómo le planteas a un ejecutivo que ésa es la película que quieres hacer y que de esto se trata? Es muy probable que te den las gracias y te enseñen la puerta. Pero algo pasa en Corea, que se atreven a hacer proyectos tan raros, distintos, que en cualquier otra parte del mundo no se harían, un gran ejemplo de valentía y osadía.
Hacen serie de acción, hay una película que se llama Los ladrones, con una trama bastante común, pero la manera en la que está hecha, las relaciones de los personajes, se atreven a mostrar cierta perversidad, mostrar violencia, juegos, es decir, tienen límites muy amplios y se atreven a muchísimas cosas que están resultando muy exitosas. Nos están mostrando un camino en el que podemos decir: “podemos hacer cosas distintas, atrevidas, ideas locas, raras”.
Luego por supuesto está la factura, hay algo en la televisión actual, con las plataformas, y es que la calidad se ha vuelto innegociable, el espectador se ha vuelto más exigente, no permite una producción chafa, la abandona y yo creo que eso los coreanos lo tienen muy claro, tienen una factura de primerísima calidad y nos empujan a todos. Hollywood tiene resuelto el asunto de facturas desde hace muchísimos años, pero los coreanos están a ese nivel, así que en términos de aprendizaje yo los miro como un ejemplo, vamos a hacer las cosas como las hacen ellos, porque las hacen bien, vamos a soltarnos, a contar esas historias que se nos ocurren y que creemos que no podemos ni contar, ni “pitchar” porque nos van a rechazar.
¿Cuál considera que es el nivel de las producciones en México?
Sin duda creo que el nivel de las producciones en México ha crecido, hay más dinero, más trabajo con la llegada de las plataformas y más exigencia, como decía hace rato, se ha vuelto innegociable la calidad, ya nadie da concesiones porque se trate de una serie mexicana de “ay, bueno”. No, la exigencia es la misma, entonces creo que el nivel ha levantado muchísimo y hay series que veo con admiración de gente como Alejandra Márquez, Natalia Beristáin, Gabriel Ripstein o Humberto Hinojosa, que no veo porque sean mis amigos o porque sean series mexicanas, las veo porque me pico, porque me resultan atractivas, porque estoy interesado en lo que cuentan, porque me gusta cómo filman, porque me gusta su mirada. Lo mismo pasa con los directores y la directora que trabajaron en Belascoarán, Ernesto Contreras, Hiro Kamata, Gonzalo Amat, cuyos trabajos de altísima calidad demuestran que están a la altura de cualquier producción mundial.
¿Qué características considera que hacen que una película o una serie sea de buena calidad y cómo se puede trabajar para subir este nivel en las producciones de nuestro país?
Creo que el origen es muy importante, es decir, cómo se gesta el proyecto y el tiempo que le vamos a dedicar. No es lo mismo escribir un proyecto a las carreras y hacer ocho episodios en tres o cuatro meses que tener seis o siete meses para poder regresar, solventar dudas, picar la trama, encontrar los huecos, reforzarlos, balancear los personajes, unificarlos, es decir, hacer un trabajo fino que sin duda requiere talento y un equipo talentoso, pero que necesita tiempo. Eso es algo que trato de pedir siempre, aunque no siempre te lo dan, pero hay una enorme diferencia entre los proyectos que se hacen con tiempo y tiempo bien empleado para pensar y escribir y los proyectos apresurados.
Luego viene una etapa de producción donde el balance de tiempo y dinero es muy delicado y debes ajustarte a un calendario. Por eso creo que es mucho más fácil resolver problemas, incluidos los problemas de producción, en el papel, en un proceso más largo de escritura, que sobre las rodillas cuando la cámara ya está ahí.
¿Por qué es importante fomentar una industria de entretenimiento que ofrezca productos de calidad?
Hay varios motivos. En México hay historias muy interesantes que pueden tener impacto en otros sitios, hay personalidades características que vale la pena retratar, hay atmósferas, ambientes, estilos y ocurrencias, eventos reales que podemos aprovechar y sucesos para mostrar el imaginario mexicano. También tenemos muchos contenidos, eventos sociales que inspiran a la gente a escribir o hacer películas o series y que no dejan de entretener, pero que permiten reflexionar y discutir. Hay temas importantes y dolorosos en México y la industria del entretenimiento ofrece otro espacio para generar conversaciones importantes sobre ellos.
¿Quiere agregar algo más?
Muchas gracias, me encanta poder hablar de esta serie, gracias por venir a preguntarme.