Todas las imágenes: Karolina Grabowska, Shadows of Glass Bottles (Sombras de botellas de vidrio). Vía Kaboompics.
por Raquel Pérez de León
EL AGUA ES IMPRESCINDIBLE PARA MANTENER EL BALANCE DE NUESTRA SALUD POR EL PAPEL QUE JUEGA EN LA CONDUCCIÓN DE NUTRIENTES. POR ESTO, ES IMPORTANTE CONOCER A DETALLE SUS FUNCIONES Y LA RELACIÓN QUE TIENE CON EL CUERPO.
De todos los nutrimentos que existen en la naturaleza, el agua es el más importante. En los seres humanos, representa cerca del 60% de nuestro peso y, aunque no proporciona energía como tal, es el medio por el que otros nutrimentos pueden mantenerse en armonía.
[El agua] sirve para llevar oxígeno, nutrimentos, hormonas y otros compuestos a las células para que puedan ser utilizados.
Lo mejor es beber despacio, en pequeños sorbos, y que el agua esté a temperatura ambiente para facilitar su absorción.
El agua corporal se mantiene en niveles normales gracias a nuestros riñones y a una hormona conocida como antidiurética. Esta hormona se libera cuando el cuerpo detecta cambios en el volumen sanguíneo y se encarga de que los riñones conserven agua mediante la concentración de orina, y así evitar la deshidratación.
¿Cuáles son las principales funciones del agua?
- Medio de transporte. Debido a que es el principal componente de la sangre, sirve para llevar oxígeno, nutrimentos, hormonas y otros compuestos a las células para que puedan ser utilizados. Además, transporta los desechos del metabolismo a los pulmones y riñones, órganos encargados de eliminarlos de nuestro cuerpo.
- Protección. Debido a que no puede comprimirse, el agua sirve para proteger algunos tejidos como el cerebro y la médula espinal.
- Lubrica las articulaciones. Una hidratación adecuada permite mantener lubricados los músculos y las articulaciones, además de mejorar la resistencia de los ligamentos.
- Controla la temperatura corporal. Esto lo hace mediante el sudor, que se produce cuando el cuerpo intenta enfriarse y así mantener la temperatura en los rangos normales.
Mitos y realidades de la hidratación
Frecuentemente podemos estar deshidratados sin darnos cuenta. La falta de concentración, fatiga, mareos y dolores de cabeza son los síntomas más comunes, y, de hecho, la sed es un síntoma de deshidratación. De manera más grave nos puede dar un golpe de calor, problemas renales y urinarios, así como convulsiones.
Existen muchos mitos sobre cómo debemos hidratarnos de manera correcta.
Hidrátate y mantén la armonía de tu cuerpo
- Bebe antes de sentir sed. Lo mejor es beber despacio, en pequeños sorbos, y que el agua esté a temperatura ambiente para facilitar su absorción.
- Agua natural. No refrescos, jugos ni bebidas azucaradas.
- Distribuye los líquidos a lo largo del día. Puedes seguir la regla del 1-2-1-2-1-2-1: dos vasos de agua en desayuno, comida y cena, además de un vaso al despertar, a media mañana, a media tarde y antes de dormir.
- Observa el color de tu orina. Debe ser color amarillo-claro. Si es transparente, es que ya te pasaste de líquidos y, si es muy oscura, es que te falta tomar más.
- Hidrátate antes, durante y después del ejercicio. Si practicas deporte, lo ideal es que, por cada hora de actividad, bebas alrededor de 750 mililitros, aunque las recomendaciones pueden cambiar de acuerdo con cuánto sudor produce tu cuerpo, el tipo de deporte y las condiciones climáticas.
Raquel Pérez de León García es Licenciada en nutrición por la Escuela de dietética y nutrición del ISSSTE, Maestra en nutrición deportiva por la Universidad del Valle de México y la Escuela de Estudios Universitarios Real Madrid. Síguela en Twitter: @raq_nutriologa y en Facebook: Nutrición Clínica y Deportiva Personalizada.