por Gina Basáñez
imágenes de Alejandro Cartagena
La relación entre los medios de comunicación, las redes sociales y el sistema judicial de nuestro país es intrincada y compleja. Para lograr un equilibrio entre la libertad de expresión y el derecho a un juicio justo, hay un camino largo de aprendizaje y responsabilidad de todas las partes involucradas.
En el sistema penal mexicano, los medios de comunicación y las redes sociales juegan un papel importante en diversas cuestiones legales y judiciales, ya que influyen en la percepción pública y potencialmente en los resultados de los procesos penales. En este artículo, exploraremos el impacto, beneficios, perjuicios y desafíos que se enfrentan.
La opinión pública y el derecho a un juicio justo
La cobertura mediática puede formar opinión pública y dar lugar a un juicio de la sociedad antes de que los tribunales emitan una sentencia.
Los medios, al influir en la percepción social, pueden incidir en las autoridades que procuran e imparten justicia, llegando a la verdad de los hechos con más rapidez y eficacia, pero pueden verse afectados por la información y presión mediática y emitir decisiones apresuradas, sesgadas e influidas por el deseo de agradar a la opinión pública en vez de basarse en las pruebas recabadas.
El sensacionalismo y los principios del Sistema Penal Mexicano
El sensacionalismo hace que los medios de comunicación prioricen noticias impactantes que atraigan a la audiencia. Esto genera una cobertura desequilibrada que enfatiza la culpabilidad del acusado sin un análisis justo y objetivo, además de socavar la presunción de inocencia. La cobertura mediática expone la privacidad de víctimas, acusados e incluso de sus familiares, ya que se filtran detalles íntimos que pueden causarles daño emocional y psicológico, así como estigmatización y daños a su reputación personal y profesional.
Interferencias en las investigaciones y presión sobre el sistema judicial
La información mediática puede interferir con las investigaciones de manera positiva, ya que expone irregularidades, corrupción y abusos de autoridad, además de promover una mayor justicia y equidad. Sin embargo, los detalles divulgados públicamente pueden también alertar a los sospechosos y entorpecer el trabajo de las autoridades.
Las redes sociales y medios de comunicación agilizan el conocimiento y la investigación de hechos delictivos, pero a veces publican información errónea, confusa, tendenciosa e incierta que dificulta el actuar de las autoridades.
Algunos actores políticos y grupos de interés pueden aprovechar la cobertura mediática para influir en los procesos penales, lo que pone en riesgo la imparcialidad y la justicia de nuestro sistema penal. Ante la presión mediática, las autoridades judiciales se ven presionadas, por lo que actúan de manera acelerada y sesgada en la resolución de los procesos, en lugar de seguir el curso con las pruebas existentes. Esto influye directamente en la equidad y justicia que debe imperar en todo proceso penal.
Algunos casos relevantes
Veamos el caso de Daddy Yankee: en agosto de 2018 fue víctima de la delincuencia, cuando un hombre usurpó su identidad para robarle sus joyas con un valor total de 2.3 millones de dólares. El robo ocurrió en un hotel de España, donde se encontraba el cantante. Las joyas estaban guardadas en la caja fuerte del hotel, ahí llegó un estafador que se hizo pasar por el cantante y engañó a un empleado para que se las entregara.
El asunto se volvió mediático por ser un cantante famoso y porque la suplantación de identidad fue física, es decir, un hombre casi idéntico engañó al empleado del hotel, perpetró el robo y todo fue grabado en video. Afortunadamente fue detenido gracias a la información proporcionada por los fans del cantante en redes sociales.
En México, tenemos el lamentable caso de Milagros Monserrat. El 10 de agosto de 2023, día de su cumpleaños, se dirigía al trabajo, cuando un sujeto la interceptó en la calle y privó de la vida. El evento quedó videograbado, se viralizó en redes sociales y dada la presión mediática el responsable se entregó a las autoridades. El pasado mes de febrero, fue sentenciado a 50 años de prisión por feminicidio no íntimo, sentando un precedente importante en la justicia mexicana.
Ambos casos demuestran la aplicación del derecho ante la influencia de los medios en la percepción pública, misma que ejerce presión sobre nuestro sistema judicial y que en la mayoría de los casos se logra justicia para las víctimas.

Alejandro Cartagena, Presence (Presencia), Grupo #60, 2018. Cortesía del artista y Patricia Conde Galería.
La cobertura mediática puede formar opinión pública y dar lugar a un juicio de la sociedad antes de que los tribunales emitan una sentencia.
Regulación ética de los medios de comunicación y redes sociales
Para perfeccionar los efectos de la influencia mediática, es crucial contar con ética periodística y regulaciones más claras. Los periodistas deben adherirse a criterios de objetividad, imparcialidad y respeto a los derechos humanos de todos los involucrados al cubrir casos penales. Además, es necesario que las autoridades judiciales y los medios de comunicación trabajen juntos para encontrar un equilibrio entre la libertad de expresión y el derecho a un juicio justo.
Las plataformas deben ser transparentes sobre la forma en que manejan los datos de los usuarios y deben asumir la responsabilidad de proteger la privacidad y seguridad de la información al tomar medidas para prevenir la difusión de noticias falsas y promover la veracidad y precisión de la información compartida.
Conclusión
La influencia de los medios de comunicación y redes sociales en los procesos penales en México es un fenómeno complejo con ventajas y desventajas. La cobertura mediática puede promover la transparencia y la justicia, pero plantea riesgos significativos para la presunción de inocencia, la privacidad de los implicados y la imparcialidad de los juicios. Se deben seguir normas éticas para asegurar que la información presentada al público sea real, equilibrada y respetuosa de los derechos de todos los involucrados.
Nuestro sistema judicial cada vez es más eficiente y accesible, pero aún queda mucho por aprender y hacer. Las autoridades y los profesionales del derecho jugamos un papel vital en la promoción de la transparencia y vigilancia de nuestro sistema judicial, en el que debe prevalecer la legalidad y el debido proceso.
Para perfeccionar los efectos de la influencia mediática, es crucial contar con ética periodística y regulaciones más claras.

Alejandro Cartagena, Dismembered #58 (Desmembrado #58), 2018. Cortesía del artista y Patricia Conde Galería.

Alejandro Cartagena, Dismembered #22 (Desmembrado #22), 2018. Cortesía del artista y Patricia Conde Galería.

Alejandro Cartagena, Presence (Presencia), Grupo #66, 2018. Cortesía del artista y Patricia Conde Galería.

Alejandro Cartagena, Dismembered #23 (Desmembrado #23), 2018. Cortesía del artista y Patricia Conde Galería.
Gina Basáñez Ojeda es licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma Metropolitana, con especialización en Ciencias Penales y Criminológicas, y maestra en Derecho Procesal y Juicios Orales. Ha ocupado diversos cargos, entre ellos, agente del Ministerio Público de la Federación, representante legal del IMSS, defensora particular y académica. Ha participado en investigaciones, seminarios, cursos y conferencias sobre el sistema penal acusatorio y la investigación de delitos. Actualmente, es docente de licenciatura y maestría en Campus Presa Madín de Universidad Humanitas.