por Carlos O. Noriega
fotografía de Munir Hamdan
RODRIGO VÁZQUEZ GARCÍA ES SOCIO DE CHEVEZ RUIZ ZAMARRIPA, UNA DE LAS FIRMAS FISCALES DE MAYOR PRESTIGIO EN NUESTRO PAÍS. RESPONSABLE DE LA PARTE OPERATIVA Y ADMINISTRATIVA, IMPULSA LOS ESFUERZOS EN TEMAS DE LIDERAZGO QUE TIENEN EN MATERIA SOCIAL.
Rodrigo Vázquez García es egresado de contaduría pública por el ITAM. Actualmente es socio de Chevez Ruiz Zamarripa, firma especializada en asesoría y consultoría fiscal de alto nivel, donde se ha desempeñado durante 21 años.
Es el responsable de la parte operativa y administrativa del despacho e impulsa los esfuerzos en temas de liderazgo en materia social, en apoyo a servicios pro bono (sin fines de lucro) y otras labores filantrópicas.
Lleva 21 años trabajando en Chevez Ruiz Zamarripa y ha presenciado su crecimiento hasta consolidarse como la firma líder en materia fiscal en México.
Platíquenos sobre su carrera profesional. ¿Cuáles fueron sus estudios? ¿Qué experiencias laborales tuvo antes de ingresar a Chevez Ruiz Zamarripa?
Estudié en el ITAM contaduría pública y terminé en el año 2000. Chevez Ruiz Zamarripa fue mi primer lugar de trabajo; había trabajado de manera informal en un despacho con mi papá, también contador público, en algunos veranos, pero en Chevez Ruiz Zamarripa obtuve mi primer y único trabajo formal.
Cuando me incorporé al despacho, tendría como 21 años y todavía estudiaba. Hoy tengo 20 años en el despacho. Me gusta mucho pensar que ya tengo más años en la firma que los años que tenía la misma cuando entré.
He cursado además algunos diplomados en el mismo ITAM, en el TEC, en el IPADE. En la firma estuve 13 años en el área de consultoría fiscal y, cuando me invitaron a ser socio, tuve la oportunidad de encargarme de toda la parte operativa y administrativa. Me desligué de la parte de consultor fiscal y llevo siete años en esto.
¿Cómo fue su llegada a Chevez Ruiz Zamarripa y cómo se ha desarrollado dentro del despacho?
Desde su fundación, la firma ha tenido mucho contacto con universidades. Buscamos el talento joven, que los jóvenes conozcan el despacho y que digan “me gusta, quiero irme a trabajar allá”, como me sucedió a mí. Tenía claro qué quería hacer, un profesor del ITAM me invitó y así conocí Chevez. Hice mi proceso y entré muy joven. El despacho era más pequeño, hoy ya somos casi cinco veces más grande. Yo viví esos cambios, ese crecimiento, pero si algo nos ha marcado es que siempre te encuentras gente muy joven, que llegó como yo. La juventud es una esencia del despacho.
¿Qué valores rigen la práctica de la firma Chevez Ruiz Zamarripa y cómo los ponen en práctica?
Yo creo que lo más importante, la prioridad, es nuestra gente. Nosotros no actuamos como otro tipo de empresas en las que aparece una máquina y revoluciona su industria. Somos la gente que aporta desde el punto de vista técnico y personal.
Un valor muy importante es el respeto a cómo piensa cada integrante del despacho, darles oportunidad de expresarse, de cuestionar. Nos buscan porque aportamos soluciones. Nos manejamos con mucho respeto para alcanzar esa apertura y el sentimiento de que es su despacho y pueden aportar.
Hay una parte muy importante: la equidad en todos los sentidos. Como es un tema muy actual, somos respetuosos desde la entrevista de reclutamiento, hasta dar las mismas oportunidades de capacitación y desarrollo dentro de la Firma. Como la gente es nuestro activo principal, es importantísima esa capacitación, por eso, todos pueden tener la oportunidad de irse a una maestría o de estudiar diplomados. Intentamos medir muy bien que se esté premiando a todo mundo por igual, con independencia de género, raza, religión, preferencias sexuales. Como tenemos gran diversidad de personas, para nosotros, es un tema muy importante.
La honestidad es fundamental. Como la firma se dedica a dar asesoría en impuestos y al litigio fiscal, nuestra contraparte es muchas veces el gobierno, la autoridad, el SAT, los tribunales. Es necesario partir de que la honestidad es primordial.
Finalmente, me gustaría cerrar con la responsabilidad: la responsabilidad con el cliente es nuestra prioridad, de eso vivimos, tenemos que ser muy responsables en la asesoría que se da, en el cumplimiento de plazos, en los litigios, en lo que se asesora. También debemos ser responsables con nuestra gente y con los 50 socios que integramos la Firma. Lo que diga o haga un socio afecta a todos; a las casi 530 personas que trabajan aquí.
¿Cómo define usted a un líder? ¿Qué cualidades le parece que son vitales para lograr un liderazgo integral?
Para mí un líder siempre debe ser aceptado y no impuesto. En Chevez Ruiz Zamarripa hay varios tipos de liderazgo: el líder técnico que conoce muy bien la ley, que aunque no tenga tanta exposición fuera, dentro es un líder nato en ese ámbito; líderes en la parte social o de filantropía; líderes en el rubro de desarrollo, con mayor afinidad con las personas. Por ejemplo, tenemos programas de mentoría y consejería, y esa apertura provoca que la gente busque a dichos líderes. Nos gusta mucho promover a la gente en un esquema de sponsoreo, (de sponsorship). Entonces, necesitamos líderes que lleven a los jóvenes talentos a la meta que se hayan establecido.
Esta edición de la revista está dedicada a reflexionar en torno a la fuerza, ¿cómo interpreta usted este concepto? ¿cómo lo relaciona con el papel de un líder?
La fuerza es un agente capaz de modificar algo. En este despacho, nuestra gente es la fuerza principal. Se acaba de retirar uno de nuestros socios con 65 años, era la persona de más edad, pero también podemos tener gente de 19 o 20 años.
En esa diversidad hay una fuerza que permite ir modificando ciertas estructuras. Estas nuevas generaciones son la fuerza de cambio que va modificando ese “yo” que eres hoy y hacia dónde tienes que ir. No te puedes quedar en las formas de hace 15 o 20 años. Esa gente es la fuerza de cambio para llegar a lo que hacemos hoy.
Sabemos que usted encabeza los esfuerzos de liderazgo en materia social, ¿nos puede compartir qué compromiso implica este liderazgo? ¿Qué labores se llevan a cabo en este marco y qué organismos se ven beneficiados?
No me gusta decir que yo los encabezo, formo parte de esa operación o administración, de esa fuerza para echar a andar los compromisos sociales que adquirimos. En muchos ámbitos funcionamos con base en comités, que no sólo dependen de los socios. En este caso, por ejemplo, tenemos un comité pro bono encabezado en su parte técnica y administrativa por dos mujeres muy talentosas, que organizan todo el trabajo de ese tipo en la Firma. Hoy, en ese tema, trabajamos mucho con dos de las clearing houses más importantes de México, Appleseed y el Centro Mexicano Pro Bono.
¿Qué hacen las clearing houses? Las OSC que tienen ciertas necesidades de apoyo legal se acercan a estas organizaciones, y dicen: “Para poder desarrollar mi actividad, necesito de asesoría legal”, porque todo tiene un tema legal, ya sea en temas migratorios, de propiedad intelectual, fiscales, laborales, entre otras. Y esas instituciones sirven de intermediarios entre los que necesitan una asesoría legal, y los que pueden prestarla, como nosotros.
La fuerza es un agente capaz de modificar algo. En este despacho, nuestra gente es la fuerza principal.
¿Con qué objetivo? Que firmas como la nuestra puedan asesorar de manera gratuita a gente que de otra forma no tendría acceso a este tipo de especialistas. Tenemos muy claro que tenemos una responsabilidad y un compromiso con la sociedad.
En la parte de filantropía siempre tenemos un presupuesto de donativos, enfocado principalmente en organismos dedicados al apoyo de la niñez de escasos recursos; además, nos gusta involucrar a nuestra gente en eventos de apoyo social, como reforestaciones, construcción de casas, pintado de escuelas, entre otras, para que vivan estas experiencias de primera mano. Tenemos también otro comité de responsabilidad social, con el cual estamos a punto de lanzar un programa de reciclaje de papel, porque usamos muchísimo, además de PET y aluminio.
¿Cómo evalúa el sistema fiscal mexicano de cara a una nueva década? ¿Qué fortalezas encuentra en él y cuáles son las áreas de oportunidad?
El sistema fiscal ha evolucionado mucho, se ha actualizado frente a los lineamientos internacionales que plantea la OCDE. No es un sistema fiscal atrasado. Creo que una parte de lo que hizo o ha hecho muy bien México es introducir toda la parte de la tecnología y del manejo de datos. En las auditorías anteriores participaba mucha gente y la revisión quizá no era eficaz. También ha logrado contratar a gente muy profesional, muy capacitada, lo que generó mayor calidad. Vivimos un cambio, un cambio de gobierno que implica retos para todos. Apartarse de la tecnología es imposible. El sistema fiscal mexicano está destinado a seguir ese camino, pero hay que seguir atacando la corrupción y la informalidad.
Desde su perspectiva profesional, ¿qué opina de la situación actual que vive México?, ¿qué propuestas tiene para mejorar dicha situación y cómo las llevaría a cabo?
Más que propuestas, identifico los problemas generales de México. La inseguridad tiene muchos orígenes y muchas consecuencias. La corrupción, en el ámbito en el que nos movemos, representa un gran reto para la administración actual. Esos temas los tienen identificados, pero debemos ver castigos ejemplares a los corruptos. Nos gustaría verlo como población y observar ese cambio importante.
¿Cómo podemos involucrarnos para construir un sistema fiscal más sólido y que beneficie a todas las partes?
Las bases están. Muchas veces hay un status quo que lleva a ciertos esquemas de evasión o ciertas estructuras para dejar de pagar impuestos; ese status quo es un sistema en el que pareciera no haber castigo. Como población deberíamos exigir un cambio, no promover estos esquemas, ni participar en ellos. La población no debería participar en la evasión. En muchos casos esa evasión afecta al trabajador, a su seguridad social, por ejemplo, y trae problemas futuros. Como población tenemos que ser responsables, pagar impuestos y exigir que éstos se inviertan y se gasten bien.
¿Qué consejo le puede dar a los jóvenes universitarios que hoy inician una carrera en el ámbito fiscal?
Ser muy honestos. Al relacionarte con el gobierno, con el SAT, tienes una responsabilidad muy grande respecto de pagar impuestos, pagarlos de manera correcta. No se trata de evadir. Creo que estamos a tiempo de darle la vuelta, por lo menos en la parte fiscal, hay que ser muy honestos, muy correctos a la hora de asesorar a un cliente, a la hora de dar un consejo.