por Carlos O. Noriega
fotografías de Munir Hamdan
entrevista realizada el 27 de mayo de 2022

Algunas piezas de la exposición Una modernidad hecha a mano forman parte de la nueva colección de diseño del MUAC, ¿cómo está conformada esta colección y qué puede compartirnos al respecto?
Esta colección está conformada por piezas de diseño de arte moderno y contemporáneo; es decir, abarca un periodo desde el inicio de los años cincuenta hasta la actualidad, vinculadas con el proyecto de fundación de Ciudad Universitaria en 1952.

Esta colección tiene varias líneas de trabajo, por un lado, coleccionamos mobiliario, joyería, cerámica y otro tipo de objetos, por ejemplo, indumentaria que, aunque hay piezas, no forman parte en este momento, o el diseño gráfico, porque por supuesto, las prácticas de diseño son amplísimas y abarcan un número muy grande de líneas de trabajo. La exposición habla de un porcentaje de las piezas de la colección, pero en este momento, la colección se plantea como una colección semilla, es decir, que se está conformando el núcleo central de la colección y la idea es que este núcleo pueda ir creciendo y en el futuro, ampliar las líneas.

¿Es una colección abierta al público en general?
¿En el sentido en que se puede visitar? Todavía no, es decir, las colecciones están resguardadas porque no tenemos salas permanentes a diferencia de otros museos… Por otra parte, recibimos a investigadores.

Ahora es el lanzamiento de la colección con esta muestra, a partir de ahora quienes decidan hacer exposiciones de diseño podrán contar con el préstamo de las obras en otras instituciones o investigar, que es algo que quisiéramos propiciar, porque nuestras colecciones también son fuente de investigación para exposiciones, curadores y estudiantes de maestría o doctorados. Eso ocurre también con el acervo documental del MUAC, es un propósito importante que las colecciones sean materia de investigación.

¿Qué podemos ver en ella?, ¿cuáles son los principales destacados?
Justamente en el conjunto que hemos reunido hasta ahora, lo que podemos ver son algunas piezas de algunos diseñadores que han sido extraordinariamente importantes en la constitución del campo del diseño en México.

Por supuesto, la precursora es Clara Porset… no es que antes no hubiese ejercicios de diseño sin embargo, de una manera muy importante, ella definió el campo del diseño moderno en nuestro país.  Antes había diferentes iniciativas, pero no se había constituido el diseño moderno como tal, por lo que Clara Porset es la gran maestra precursora.

Tenemos una tumbona de Clara Porset, una de nuestras piezas clave es la silla Albers, que es de cuando la pareja Albers viene, conocen a Porset y se inspiran por México. Los Albers tienen una influencia mexicana en su trabajo, hacen diversos viajes y esta pequeña sillita de cuero de alguna manera toma influencias de México para llevarse a cabo.

En el caso de la platería, tenemos una vajilla de Spratly y otras piezas que son realmente importantes en términos del diseño.

Si bien un 10% de las obras en la exposición son de nuestra colección, la muestrsa en gran medida refleja hacia dónde coleccionar en términos de pensar qué es lo que definió y está definiendo el diseño mexicano, estos entrecruces con procesos artesanales, procesos industriales, este tipo de investigaciones de orden formal y conceptual y cómo esa conversación ha ido variando. Ana Elena Mallet ha sido muy enfática respecto de las influencias internacionales y de ida y vuelta, es decir, cómo muchos diseñadores internacionales vinieron a México y trajeron técnicas, como la cerámica de Tonalá, que se transformó a partir de procesos de alta temperatura, y por otro, cómo otros diseñadores se inspiraron de corrientes internacionales para hacer reinterpretaciones que han definido características de lo que es el diseño mexicano y una modernidad distinta.

Hace algunos años, cuando el Centro Pompidou revisaba sus colecciones, planteaba el tema “Las otras modernidades”, es decir, analizaban qué de su colección constituía estas otras modernidades no eurocéntricas que sucedieron en los países árabes y que forman parte de las colecciones del museo. Yo también diría que el diseño en México expresa estas ideas modernas de una manera diferente a como se hizo en otros lugares.

¿Por qué es importante una colección de diseño nacional?
Creo que es muy importante, precisamente porque es un campo que ha tenido una contribución a la noción de modernidad en México en términos de cultura visual. Esto es, ha habido una contribución importante porque el diseño moderno tiene muchas investigaciones formales y funcionales, pero también implica estructuras o formas de pensar cómo habitar el mundo.

Lo que hace el diseño es estructurar nuestra forma de experimentar las cosas, por ejemplo, cómo nos sentamos o conversamos. El diseño define nuestra forma de habitar el mundo. Entonces, en ese sentido para nosotros era importante, desde la colección, contribuir justamente a este conocimiento sobre aquellos campos culturales que han formado parte de la historia de México y por otro lado, que sea una colección pública garantiza el acceso democrático a poder ver estas colecciones, a la potestad que tenemos los mexicanos de conocer nuestro patrimonio, de tenerlo y que se quede en México, que haya instituciones capaces de acoger, de comprar, de adquirir, de tal manera que no tengas que ir a un museo a Estados Unidos a ver una silla mexicana o un juego de cerámica de Graciela Díaz de León.

Yo creo que es algo que de alguna manera sí contribuye a preservar la memoria de un país y por eso es importante que se haga en una institución pública.

¿Qué metas a mediano y largo plazo proyecta para esta colección?
La meta por supuesto es incrementar el acervo, reunir las voluntades para que se pueda construir, tanto con el apoyo de nuestro patronato como de la Universidad, para poder seguir adquiriendo obra, hacerlo en un ritmo que nos permita ir construyendo y fortaleciendo esta colección.

Otra de las grandes metas es que se vuelva punta de lanza de otros proyectos, tanto de investigación como curatoriales, por ejemplo, una deuda muy grande es la investigación académica alrededor del diseño y esperamos que esta iniciativa pueda ser un empuje que despierte investigaciones académicas, que no las vamos a hacer nosotros propiamente, pero los estudiantes que de alguna manera busquen ahondar sobre la historia del diseño en México o incluso también las fuentes históricas del diseño contemporáneo y eso creo que sí es un objetivo.

Por otro lado, nosotros también ofreceremos el contexto académico, en términos de nuestros programas públicos, para que también sea un espacio de discusión sobre el diseño porque no sólo se trata de los objetos sino de la conversación en torno a ellos lo que resulta relevante en un proyecto de museo.