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EMOCIONES Y DISEÑO. EL EFECTO DE LOS OBJETOS Y ESPACIOS A NUESTRO ALREDEDOR PARA GENERAR EMOCIONES POSITIVAS

SAKO Architects, Kid’s Republic Popular Library en Beijing, 2005. Cortesía de Keiichiro Sako. sako.co.jp | Instagram @keiichiro_sako

por Alejandra Rojo

LOS PROYECTOS DE DISEÑO URBANO, ARQUITECTÓNICO E INDUSTRIAL SEÑALADOS EN ESTE TEXTO DEMUESTRAN CÓMO LOS ESPACIOS Y OBJETOS QUE RODEAN NUESTRA VIDA INCIDEN EN NUESTRAS EMOCIONES Y NOS PROPONEN UNA FILOSOFÍA QUE BUSCA ALCANZAR EL BIENESTAR POR MEDIO DE ELLOS.

Diversas filosofías han dejado claro que la verdadera fuente de alegría se encuentra en nosotros, sin embargo, somos susceptibles a lo que percibimos y experimentamos por medio de nuestros sentidos. Los espacios que creamos y los objetos desatan emociones y tienen repercusiones en nuestros estados de ánimo, por lo tanto, son capaces de ser diseñados para propiciar emociones positivas.

Con el diseño se trata de mejorar la vida de las personas al hacer tangibles ideas a las que tendemos a tener una respuesta emocional. En su libro Las formas de la alegría. El sorprendente poder de los objetos cotidianos, la diseñadora Ingrid Fetell habla acerca de la relación entre la búsqueda de la alegría y los espacios y objetos que nos rodean. La autora encontró que muchos de ellos tienden a estar basados en formas redondeadas, con crecimientos radiales y saturación de color, muy parecidos a la naturaleza.

Un ejemplo que retoma Fetell es el caso de la ciudad de Tirana en Albania, cuyo ahora primer ministro y artista Edi Rama diseñó una estrategia para revivir la esperanza después de tiempos difíciles: optó por rescatar el espacio público plantando cuatro mil árboles y pintando los edificios de colores vibrantes. Este esfuerzo de convertir actos creativos en acción política parecía ser superficial, sin embargo, cambió la perspectiva de sus habitantes, que dejaron de tirar basura y aumentó la percepción de seguridad, situación que impactó en la cantidad de negocios que se triplicaron en cinco años.

Este ejemplo va ligado a lo que el crítico de diseño Donald Norman llama el primer nivel de las señales emocionales que se pueden alcanzar en el diseño, el visceral, aquel que es inconsciente y que responde a la exploración sensorial que sucede a nivel biológico y que nos hace preferir los colores vibrantes y las figuras simétricas. Esto se parece a las emociones que experimentan los niños en los espacios del arquitecto Keiichiro Sako, primero en la Kid’s Republic Popular Library con texturas suaves y cintas infinitas de colores y recientemente con el Kinder Kaleidoscope con formas circulares y vidrios de colores que juegan con la luz natural, además de una fachada que evoca a un pastel.

Según Norman el segundo nivel es el del comportamiento, que analiza cómo se siente un diseño y cuál es nuestra relación con su capacidad de uso y efectividad. Como ejemplo tenemos el reloj con alarma Flip diseñado por los hermanos Adrian y Jeremy Wright para Lexon, galardonado por su intuición, que cuenta con superficies sensibles al tacto, se voltea y los números en la pantalla giran automáticamente. Este tipo de productos han pasado la prueba máxima que ha sido su compra para el mercado infantil por su uso fácil y su gama de colores.

Como tercer nivel tenemos el reflexivo, aquel que interviene con la experiencia y habla sobre cómo nos sentimos con el producto una vez que lo tenemos, los valores que representa y cómo se reflejan en nosotros. La empresa Alessi expresa este nivel mediante sus productos para el hogar, logrando reconocimiento por su interacción emotiva, más allá del elevado costo y rebuscamiento de algunos de sus productos. Alessi apuesta por el contenido artístico y simbólico del diseño, con formas orgánicas humorísticas, como el destapacorchos Anna G de Alessandro Mendini, la tetera silbante de Michael Graves o el famoso Juicy Salif, diseño de Philippe Starck, un objeto valorado más por sus cualidades estéticas que por su funcionalidad como exprimidor, al que Norman hace alusión al decir que las cosas placenteras dan la apariencia de funcionar mejor.

Puede ser que las emociones positivas que desencadenan los espacios y objetos cotidianos no sólo se deban a sus cualidades estéticas funcionales, sino a que evocan memorias de lugares o personas ahora distantes; sin embargo, no podemos negar el poder del placer visual que obtenemos de nuestro entorno, del que somos responsables con las decisiones que tomamos y el esfuerzo que invertimos creando objetos que nos auxilian para sentir emociones positivas.

En esta columna: Reloj Flip diseñado por Adrian y Jeremy Wright para Lexon. Cortesía de Lexon. lexon-design.com | Instagram @lexondesign

Los espacios que creamos y los objetos desatan emociones y tienen repercusiones en nuestros estados de ánimo […].

Juicy Salif diseñado por Philippe Starck para Alessi. Cortesía de Alessi. eu.alessi.com | Instagram @alessi_official

Con el diseño se trata de mejorar la vida de las personas al hacer tangibles ideas a las que tendemos a tener una respuesta emocional.

Hervidor azul 9093 diseñado por Michael Graves para Alessi . eu.alessi.com | Instagram @alessi_official

Destapacorchos Anna G diseñado por Alessandro Mendini para Alessi. eu.alessi.com | Instagram @alessi_official

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Alejandra Rojo es diseñadora industrial por la UAM Azcapotzalco y Maestra en estudios de diseño por CENTRO, se desempeña como consultora creativa y docente de pensamiento y técnicas creativas para CENTRO y Dalia Empower.

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