por Werne Arun Ku Pech
imágenes de Agnieszka Pilat
En este artículo, el autor explora cómo la automatización influye en las economías nacionales y el futuro del trabajo. También reflexiona sobre los retos e implicaciones que este fenómeno plantea para la educación y la formación de nuevas habilidades.
La automatización ha dejado de ser un fenómeno futurista y se ha convertido en una realidad que está remodelando la estructura del trabajo y las economías a nivel global. Tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial (IA), la robótica y el Internet de las Cosas están transformando los sectores productivos, lo que tiene implicaciones profundas para los mercados laborales.
La automatización y la transformación del trabajo
La automatización afecta a diversos sectores, desde la manufactura hasta los servicios. Según un informe de McKinsey Global Institute (2017), se estima que 50% de las actividades laborales podrían ser automatizadas para 2055. Sin embargo, el futuro del trabajo no necesariamente se limita a la pérdida de empleos, sino a la transformación de las tareas. Cambiará la naturaleza de las profesiones y también nacerán nuevas oportunidades. Por ejemplo, los trabajos que requieren habilidades cognitivas complejas, como el análisis de datos o el diseño creativo, tienen menos probabilidades de ser reemplazados por máquinas que aquellos que implican tareas repetitivas y manuales. Los avances tecnológicos crean nuevos roles y sectores, como el diseño de IA, la programación de robots o el mantenimiento de sistemas automatizados. La clave está en la capacidad de adaptación de los trabajadores y de los sistemas educativos a fin de equipar a las nuevas generaciones con las habilidades necesarias para aprovechar estas oportunidades.
El impacto de la automatización en las economías nacionales
La automatización mejora la productividad y reduce costos operativos. Según la OCDE, para 2030 podría aumentar el PIB global 14%. No obstante, también genera incertidumbre laboral y podría polarizar el mercado, beneficiando a trabajadores con habilidades altas y afectando a los menos calificados. La OIT (2021) ha advertido sobre el riesgo de una mayor desigualdad si no se implementan políticas de capacitación y reinserción laboral. Para evitar esto, es crucial que los gobiernos actúen con rapidez y promuevan estrategias efectivas de adaptación al cambio, asegurando que todos los sectores de la sociedad puedan beneficiarse del crecimiento económico impulsado por la automatización.
La educación, clave para la adaptación
La educación y la formación de habilidades se presentan como factores cruciales para preparar a los trabajadores del futuro. La necesidad de adaptarse a los cambios tecnológicos implica una transformación profunda en los sistemas educativos, desde la primaria hasta las universidades. Según un informe de la UNESCO (2020), la educación debe evolucionar para incluir habilidades técnicas, competencias cognitivas, sociales y emocionales que sean necesarias en un mundo laboral cada vez más automatizado.
La formación continua y el aprendizaje a lo largo de la vida se están convirtiendo en estrategia. Las habilidades tradicionales como la lectura, escritura y cálculo siguen siendo fundamentales, pero la capacidad de adaptarse y aprender nuevas habilidades será la principal ventaja competitiva para los trabajadores. Los sistemas educativos deben fomentar la flexibilidad y la capacidad de los estudiantes para adquirir nuevas competencias. Esto implica también el fomento de habilidades digitales, pensamiento crítico y creatividad, que son menos susceptibles de ser automatizadas.
Nuevas políticas económicas y la formación de habilidades
Para enfrentar los desafíos de la automatización, algunos países implementan políticas de upskilling y reskilling. Finlandia, por ejemplo, promueve la educación digital y la IA a fin de preparar a su población para los empleos del futuro. A nivel global, gobiernos e instituciones educativas trabajan en conjunto para garantizar que la fuerza laboral adquiera habilidades relevantes. Además, se debe invertir en programas de capacitación accesibles para todos y generar incentivos que faciliten la transición hacia sectores tecnológicos en expansión. Estas políticas permitirán que un mayor número de personas participe en la economía digital y contribuya al crecimiento económico.
Los programas de educación superior deberán tener un perfil interdisciplinario, que combine habilidades técnicas con ética y sociología a fin de preparar a los estudiantes para adaptarse a los cambios y liderar la innovación. La colaboración entre el sector público y privado será clave en este proceso, asegurando una transición laboral equitativa y sostenible. Asimismo, es fundamental que las empresas también ofrezcan capacitación a sus empleados para mejorar sus competencias y garantizar su estabilidad laboral.

Agnieszka Pilat, Emperor (Emperador), 2022. Cortesía de la artista.

Agnieszka Pilat, Multiple, (Múltiples), 2021. Cortesía de la artista.
[…] el futuro del trabajo no necesariamente se limita a la pérdida de empleos, sino a la transformación de las tareas.
Conclusiones
La automatización marcará el futuro del trabajo, pero lejos de ser una amenaza, ofrece una oportunidad para crear un entorno económico más dinámico y equitativo. A fin de aprovechar al máximo estas oportunidades, es esencial que los gobiernos, las empresas y las instituciones educativas trabajen juntos para crear políticas y programas que promuevan la adquisición de habilidades relevantes y la educación continua.
A medida que nos adentramos en este nuevo paradigma, las naciones que logren integrar la educación del futuro en sus políticas económicas estarán mejor ubicadas para enfrentar los retos y aprovechar las ventajas de la automatización, asegurando un crecimiento económico inclusivo y sostenible.

Agnieszka Pilat, Choros, 2022. Cortesía de la artista.

Agnieszka Pilat, Sunrise March, (Marcha al amanecer), 2022. Cortesía de la artista.
[…] la educación debe evolucionar para incluir habilidades técnicas, competencias cognitivas, sociales y emocionales necesarias en un mundo laboral cada vez más automatizado.

Agnieszka Pilat, Heterobota Scroll, vista de exhibición en la National Gallery of Victoria (NGV) Triennial, 2024. Cortesía de la artista.
Werne Arun Ku Pech es licenciado en Contaduría por el Instituto Tecnológico de Cancún, con especialidad en Finanzas. Actualmente es asesor profesional en administración, finanzas, contabilidad e impuestos, enfocándose en el análisis e interpretación de estados financieros para la toma de decisiones. Ha trabajado como asesor en tesorería y finanzas en empresas públicas y, en los últimos años, ha incursionado en el ámbito educativo como catedrático en Universidad Humanitas, Campus Cancún.