La ampliación de la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec durante los años sesenta —a cargo del arquitecto Leónides Guadarrama—, permitió repensar el lugar público para la recreación de los habitantes de la Ciudad de México, en un espacio rodeado de naturaleza. Fue un proyecto ambicioso que incluía la planeación de lagos artificiales, calzadas, circuitos, fuentes, museos y restaurantes.

En 1964 el arquitecto mexicano Alfonso Ramírez Ponce, siguiendo las tendencias modernistas del momento, diseñó una de las estructuras más emblemáticas de la zona a las orillas del lago mayor, que en las últimas décadas ha albergado al restaurante El Lago. A casi sesenta años de su construcción y tras la crisis de la pandemia, tanto CMR —operador del restaurante— como OMR, galería de arte contemporáneo de la Ciudad de México, decidieron trabajar en conjunto para concebir un proyecto en el que se pudiera plantear una nueva relación entre el espacio público, el arte, la cultura, la naturaleza y la cocina sostenible. Su propósito es transformar lo privado en público, lo exclusivo en incluyente y lo social en cultural.

Tras un rescate arquitectónico, llevado a cabo por el estudio Naso, se logró revelar la estructura original de concreto de la icónica cubierta del edificio en forma paraboloide hiperbólica, que le da su característico sello asimétrico. El interior quedó dividido en dos partes que dialogan entre sí: por un lado, el espacio cultural de acceso gratuito que busca, a través del arte contemporáneo, generar reflexiones existenciales sobre el tiempo actual y nuestro papel como humanidad en el futuro de la tierra (ALGO) y, por el otro, un café y restaurante (LAGO) consciente del origen de sus productos y procesos, concebido por Micaela Miguel. 

Su propósito es transformar lo privado en público, lo exclusivo en incluyente y lo social en cultural.

Vista de instalación de la exposición Form Follows Energy, Lago / Algo. Cortesía de OMR y joségarcía ,mx. Fotografía de Ramiro Chaves © 2022.

La exposición que inaugura este proyecto, Form Follows Energy, es una muestra colectiva en colaboración con joségarcía ,mx, que se centra en el principio de que toda forma sigue a la energía, en contraposición a la máxima que ha imperado en los últimos tiempos: la forma sigue a la función. Este último pensamiento es lo que ha marcado nuestro camino como especie, exacerbando un individualismo que ve al planeta como un recurso controlable y extraíble, y que desde las últimas décadas nos ha llevado a un estado de crisis.

A partir de los flujos de energía que hacen posible la silueta y la resistencia de la techumbre del edificio modernista, las obras exhibidas muestran esas fuerzas que devienen forma, poniendo en evidencia momentos simbólicos que ilustran el punto en el que nos encontramos ahora e insinuando oportunidades para cambiar la manera en la que hemos operado hasta ahora. La muestra explora temas como la memoria, el tiempo, conflictos sociales de la actualidad y la fragilidad del ecosistema.

Entre los artistas que participan en la exposición se encuentran José Dávila, Mario García Torres, Marie Lund, Christian Jankowski, James Turrell, Troika, SUPERFLEX, Torolab, Alicja Kwade, François Bucher, Jorge Méndez Blake, Ana Montiel, Eduardo Sarabia, Rubén Ortiz Torres, entre otros. La exposición estará abierta al público hasta el 16 de agosto de este año.