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THE SHIP OF TOLERANCE: UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE

por Mariana Pérez

El proyecto The Ship of Tolerance ideado por la pareja de artistas Ilya y Emilia Kabakov replantea el lugar de la inspiración en la creación artística al convertirse en fuente de inspiración, más que receptora de ésta, y transformar el mundo a partir del arte.

La inspiración en el arte puede asumir formas muy diversas: ser el motor de la producción artística o el momento en el que la potencia creativa es como un río que se desborda. A lo largo de la historia, le han llamado “soplo divino”, la han atribuido a las Musas o simplemente al instante indescifrable de entrega y arrebato en el que el mundo interior del artista se manifiesta en la materia. Pero la inspiración puede estar también en la otra cara del proceso: en el encuentro sensible con la obra que provoca en el receptor un estado emocional subjetivo que lo invita a reflexionar y a actuar. El artista puede ser no sólo el inspirado, sino también el inspirador. Tal es el caso de The Ship of Tolerance, una obra colaborativa de Ilya y Emilia Kabakov que desde 2005 ha surcado las aguas de distintos países del mundo.

Ilya (Dnepropetrovsk, 1933–Long Island, 2023) y Emilia Kabakov (Dnepropetrovsk, 1945) nacieron en la URSS y eventualmente se asentaron en Estados Unidos, colaborando desde 1988. Sus instalaciones han sido expuestas en recintos como el MoMA en Nueva York, el Hirshhorn Museum en Washington, el Stedelijk Museum en Ámsterdam, Documenta IX, la Bienal del Whitney en 1997 o la 45 Bienal de Venecia, además de que han sido acreedores a numerosos reconocimientos como el Premium Imperiale (2008), el Oscar Kokoschka Preis (2002) o el Chevalier des Arts et des Lettres (1995). Mediante distintos medios y plataformas, han pensado juntos la utopía, y The Ship of Tolerance entra en la categoría de obras conceptuales que confían en el poder transformador del arte. 

Se trata de una pieza que pretende reflejar la manera en que culturas divergentes interpretan la tolerancia y cómo esas interpretaciones se entrelazan. El proyecto, que se ha llevado a cabo en 15 ciudades del mundo, inicia con la participación de niñas y niños en edad escolar —aproximadamente entre los 6 y los 13 años— que discuten en sesiones grupales sobre el significado de la tolerancia, la diversidad, el respeto a las diferentes culturas e ideas y las posibles soluciones frente a las situaciones de tensión. Después del taller, los participantes realizan dibujos que representan su propio mensaje sobre la tolerancia. Cerca de 150 de estas obras infantiles se cosen para formar el colorido mosaico que constituye la vela del barco. Finalmente, después de un proceso de tres a cuatro semanas, llega el momento esperado: un barco que se mece suavemente sobre el agua frente a la comunidad local, en un ambiente de júbilo y celebración.

“Crear juntos, a pesar de nuestras diferencias, algo más grande que nosotros mismos, algo de belleza monumental que inspire la celebración comunitaria” es, en palabras de Ilya y Emilia, el objetivo de este proyecto que ha logrado conectar a las infancias de distintos continentes, culturas e identidades por medio del lenguaje del arte. 

The Ship of Tolerance es un crisol de culturas que refleja nuestra capacidad de diálogo, empatía y apertura ante la diferencia.

La primera vez que se construyó fue en 2005 en Siwa, Egipto, un oasis remoto en el desierto del Sahara, cerca de la frontera con Libia. A pesar de estar rodeado por lagos de agua salada, el pueblo no tiene una tradición navegante y muchas de las niñas y niños no habían visto un barco antes. Juncos y hojas de palma fueron los principales materiales que dieron vida a este barco utópico y singular, inspirado en las embarcaciones del antiguo Egipto y manufacturado por estudiantes de carpintería de Manchester, quienes viajaron al desierto de Sahara para ser parte del proyecto. El éxito y la resonancia de The Ship of Tolerance fueron tales, que, al poco tiempo, a Venecia le tocó el turno de construir su propio barco para después verlo surcar las aguas de sus icónicos canales. Desde entonces, el proyecto se ha reproducido en ciudades como St. Moritz, Sharjah, La Habana, Miami, Moscú, Capalbio, Rostock, Londres y más. El barco nunca es el mismo, sino que a la luz de los distintos contextos en los que se presenta, adquiere nuevos significados. Basta como ejemplo la última interpretación del proyecto en Tesalónica, en 2023, en la que se intentó no sólo celebrar la rica diversidad de Grecia sino fortalecer los lazos entre niñas y niños griegos con los refugiados que habían llegado recientemente al territorio, así como los niños y las niñas de Macedonia del norte. 

The Ship of Tolerance es un crisol de culturas que refleja nuestra capacidad de diálogo, empatía y apertura ante la diferencia. Ilya y Emilia Kabakov fueron los artistas que plantaron las semillas que germinaron gracias a la acción colectiva de niños y adultos que se han dejado inspirar para creer que un mundo mejor es posible. Ojalá que este barco siga navegando con la bandera de la tolerancia por todos los mares, ahí donde más se necesita. 

Se trata de una pieza que pretende reflejar la manera en que culturas divergentes interpretan la tolerancia y cómo esas interpretaciones se entrelazan. 

Mariana Pérez es historiadora del arte. Trabaja en proyectos editoriales y de educación artística y cultural.

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