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por Verónica Guerrero Mothelet
UNA NUEVA TÉCNICA DE RADIOTERAPIA DESARROLLADA EN LA UNIVERSIDAD DE STRATHCLYDE PERMITE “PINTAR” LOS TUMORES CON GRAN PRECISIÓN AL CONCENTRAR UN HAZ DE ELECTRONES DE ALTA ENERGÍA EN ÁREAS REDUCIDAS Y ASÍ MANTENER AL MARGEN EL TEJIDO SANO.
Una investigación de científicos escoceses demostró la posibilidad de concentrar un rayo de electrones de alta energía en un espacio muy reducido, lo que permitiría “pintar” un tumor con la radiación y asegurar su destrucción, sin dañar el tejido sano.
Este innovador método podría representar una radioterapia alternativa frente a técnicas más agresivas, que implican el riesgo de exponer tejido no tumoral a altas dosis de radiación.
Cerca de 40% de los cánceres recibe tratamiento con radioterapia, principalmente aplicando con rayos X compuestos por fotones de alta energía para irradiar haces de luz de distinta intensidad contra un tumor, a la vez que se procura evitar el tejido que lo rodea.
Agregar rayos de partículas pesadas, como protones o iones, suele mejorar la eficacia de los fotones, porque las partículas pesadas pueden depositar su dosis de radiación en espacios muy pequeños, con mayor eficacia para proteger el tejido sensible.
Pero los aceleradores de partículas pesadas son muy grandes y costosos, por lo que muchas instituciones de salud no siempre pueden darse el lujo de adquirirlos.
El experimento, realizado en el Acelerador Lineal de Electrones del CERN por investigadores de la Universidad de Strathclyde, Escocia, utilizó lentes magnéticos para concentrar con precisión un rayo de electrones de muy alta energía en un espacio de unos cuantos milímetros.
La aplicación de estos rayos podría servir como una alternativa a la radioterapia con fotones hiperenergéticos, que, aunque son capaces de penetrar muy profundamente en el cuerpo, también pueden afectar el tejido sano.
Ese problema podría resolverse en gran medida concentrando un haz de electrones de alta energía en un área reducida. Dicha concentración podría apuntarse con mucha precisión contra tumores o hacia regiones tumorales que carezcan de oxígeno, y así mejorar la eficacia de la radioterapia. La idea es que el haz de electrones de muy alta energía recorra rápidamente un tumor, como si fuera un escáner, controlando su intensidad para proteger el tejido sano circundante.
Con ese objetivo los científicos planean realizar más investigaciones; ya han construido un aparato médico proyector de haces de electrones que servirá para tal propósito.
PROMETEDOR COMPUESTO ANTIENVEJECIMIENTO
UN COMPUESTO NATURAL QUE HA DEMOSTRADO FAVORECER LA SALUD METABÓLICA DE ALGUNOS ANIMALES, REVELA NOTABLES BENEFICIOS CLÍNICOS EN HUMANOS RELACIONADOS CON EL METABOLISMO DE LA ENERGÍA.
Un compuesto que participa en la formación de la Nicotinamida Adenina Dinucleótido (NAD), molécula fundamental para el metabolismo de la energía y otros procesos vitales, demostró hace tiempo su utilidad para contrarrestar problemas relacionados con el envejecimiento en animales. Ahora, un nuevo estudio sugiere que también podría tener resultados significativos en la salud humana.
El compuesto, llamado Nicotinamida Mononucleotida (NMN), se produce de manera natural en el organismo, mediante la descomposición de la vitamina B3, o niacina. En estudios con ratones, se demostró que el NMN contrarresta algunos aspectos del deterioro celular, asociados con la disminución de los niveles de NAD en el envejecimiento, lo que a su vez puede provocar diversos problemas, como la resistencia a la insulina, causa directa de la diabetes.
En fecha más reciente, investigadores de la Universidad de Washington realizaron un ensayo clínico con mujeres postmenopáusicas prediabéticas, que recibieron un suplemento de NMN durante diez semanas. Sus resultados indican que quienes recibieron el suplemento presentaron una mejoría en la capacidad de la insulina para elevar la absorción de glucosa en su sistema musculoesquelético, que suele ser anormal en pacientes con obesidad, prediabetes o diabetes tipo 2. Asimismo, el compuesto mejoró la expresión de los genes que participan en la estructura y remodelación muscular.
No obstante, este tratamiento no redujo su nivel de glucosa en sangre, su presión arterial, ni mejoró otros indicadores de inflamación como lo había conseguido en los ratones, por lo que los investigadores advierten que es prematuro hacer cualquier recomendación clínica antes de efectuar más estudios.
La insulina es una hormona central para el metabolismo de la energía de animales y humanos, pues permite un adecuado proceso de absorción y almacenamiento de la glucosa, al favorecer su distribución en el organismo. En personas con resistencia a la insulina, la glucosa no puede ingresar a las células con facilidad, provocando que se acumule en la sangre. Este problema suele desembocar en diabetes tipo 2.
Habrá que esperar futuros estudios y resultados antes de reconocer la efectividad de este compuesto en humanos.
Verónica Guerrero es periodista y divulgadora de la ciencia, ha sido corresponsal de la revista Nature Biotechnology y colaboradora frecuente en ¿Cómo ves? y otras áreas de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM.
