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LA VERDAD, LA SOCIOLOGÍA Y EL DERECHO

Las sociedades requieren de valores como la verdad, que ayuden a la buena convivencia y el desarrollo de sus integrantes. En este sentido es que disciplinas como la Sociología y el Derecho son relevantes para estudiar los comportamientos sociales, elaborar normas basadas en los valores comunes y trabajar para preservarlas y hacerlas cumplir.

Por María Del Carmen Rodríguez Servín

William Blake, El sueño de Jacobo, circa 1805.

William Blake, La reunión del alma y el cuerpo. Ilustración del poema La tumba de Robert Blair, 1895.

Abordar el tema de valores en una sociedad convulsionada por las constantes crisis económicas, políticas, sociales, religiosas, parecería ser un contrasentido; sin embargo, hoy como nunca, estos cobran vigencia ya que si deseamos realmente resolver esas crisis, necesariamente deberemos reflexionar sobre sus causas, ya que estas se encuentran vinculadas a esos valores… justicia, libertad, bien común, etcétera, los que esta sociedad pareciera haber olvidado, dado que en gran mayoría, sus integrantes los consideran inútiles, obsoletos e incluso ridículos.

En este contexto y de manera muy sucinta, habremos de vincular uno de estos valores… la verdad… para establecer su relación con el comportamiento de la sociedad y posteriormente su relación con el Derecho.

San Agustín expresó que para llegar al conocimiento de la verdad hay muchos caminos… el primero es la humildad; el segundo, la humildad y el tercero, la humildad, en tanto que San Pablo dijo... “Solo la verdad os hará libres”. Estas dos frases contienen un profundo contenido axiológico, pues un individuo, una sociedad que no es capaz de reconocer con humildad sus debilidades, jamás alcanzará a visualizar lo que requiere para superar sus crisis. Es una verdad que de las comunidades surgen sus gobernantes y líderes, los que en su mayoría carecen de humildad y verdad en sus manifestaciones, en sus declaraciones, pues casi siempre las hacen de manera utópica y en forma mesiánica, utilizando argumentos carentes de verdad, los que difunden por todos los medios a su alcance. Declaraciones que debieran fundamentarse en la verdad de los hechos, en la verdad de valores, que habrían de preservarse a través del Derecho para defenderlos y mejorar la convivencia en sus comunidades, las cuales en realidad se alimentan de información poco confiable y que poco o nada se preocupan por cerciorarse de la verdad en sus contenidos.

Una sociedad nunca será libre mientras esté envuelta en un enjambre de sofismas, de paradigmas estériles defendidos en formas diferentes y difundidos en una comunidad inerme.

Si analizamos lo expresado desde un punto de vista sociológico y posteriormente jurídico, deberemos generar algunas reflexiones, bajo un esquema de valores socialmente útiles.

La Sociología, en términos generales, consiste en el estudio de las comunidades humanas, o como decía Herbert Spencer: “Es la ciencia de la evolución social”, o bien como lo manifestaba Morris Ginsberg: “Es el estudio de las interacciones humanas y de sus condiciones y consecuencias”, o siguiendo a Robert Ezra Park y Ernest Burgess: “Es la ciencia de la conducta colectiva”. Necesariamente habremos de referirnos a que estas comunidades requerirán de valores que habrán de preservar para su mejor convivencia y una vez definidos, protegerlos a través de la fuerza del Derecho y la coercibilidad que lo acompaña. De ahí la importancia de definir los valores, entre los que abordaremos, por ejemplo: la verdad. Puede afirmarse, siguiendo algún diccionario enciclopédico, que esta es “la conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente” o de “lo que se dice con lo que se piensa”, es decir, “es un juicio o proposición que deberá mantenerse siempre sin cambio alguno y que no podrá negarse racionalmente”.¹

Este valor, este concepto referido a la verdad debe difundirse y cumplirse en una sociedad cada día más incrédula en sus gobernantes, en sus sistemas, en sus instituciones en general, para volver los ojos al orden social y el respeto a las estructuras en todas sus manifestaciones.

De lo expresado, es evidente la relación entre valores y sociedad. De ahí la importancia de su custodia y clara observancia.

Partiendo de que el Derecho es el custodio de los valores y las sociedades, habremos de destacar la importancia de elaborar normas que contengan esos valores, que resuelvan y prevengan las crisis que puedan surgir en las comunidades, generando así un Derecho: un conjunto de normas de conducta que no solamente sean vigentes, sino eficaces, es decir, que no únicamente obliguen a quienes van dirigidas, sino que se conozca y reconozca el valor de su cumplimiento.

Difundamos entonces, el estudio y conocimiento de disciplinas como la Axiología, la Sociología y la Filosofía Jurídicas, y finalmente entenderemos mejor el papel del Derecho y la presencia de los valores para la mejor convivencia de los integrantes de la sociedad.


La Dra. María del Carmen Rodríguez Servín se ha desempeñado en diversos cargos públicos y privados, y elaborado diversas publicaciones académicas. Actualmente es Directora de las Licenciaturas de Derecho y Ciencias Políticas de Universidad Humanitas Campus Del Valle.


1. Diccionario de la Real Academia Española, definición de “Verdad”. http://dle.rae.es/?id=bbdGpd4

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