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ENTREVISTA AL MAESTRO IGNACIO RUBÍ SALAZAR

por Mariana Pérez
fotografías de Munir Hamdan

TIEMPO, EDUCACIÓN Y PRODUCTIVIDAD FUERON ALGUNOS DE LOS TEMAS QUE EL SUBSECRETARIO DE PREVISIÓN SOCIAL CONVERSÓ CON CAPITEL, DEJANDO CLARO QUE EL TRABAJO ES EL CAMINO QUE LLEVARÁ A MÉXICO A UN FUTURO MEJOR.

Cuando una persona ama y cree en lo que hace, se nota. Ése el caso del Maestro Ignacio Rubí Salazar, Subsecretario de Previsión Social en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Compartimos dos horas con él, pero bastaron unos cuantos minutos para darnos cuenta que es una persona de convicciones firmes y de un gran compromiso. Se hace patente en la pasión de sus palabras y en el hecho de que, en medio de una agenda tan apretada, haya abierto un espacio para hablarnos prolíficamente sobre la labor de la subsecretaría a su cargo y de su visión de nuestro país en el tiempo.

¿Cómo inició su carrera política?

Mi gen político salió a flote desde muy joven, en mi época de estudiante. Soy Licenciado en ciencias políticas y administración pública y Maestro en ciencias políticas, y me he desempeñado en el ámbito académico como profesor de la Facultad de ciencias políticas y sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) desde hace 33 años. He ocupado diversos cargos, algunos de elección popular –diputado local o diputado federal–, otros en la administración pública –Director General de Previsión Social y Secretario del Trabajo en el gobierno del Estado de México– y otros más en el PRI, el partido en el que milito –consejero político nacional y coordinador de asesores del presidente del partido, entre otros.

¿Cuál es su definición de tiempo y cómo se relaciona con su ámbito laboral?

Es una forma de medir el devenir del universo y con ello el de la humanidad. Es un factor fundamental porque nos enfrentamos a condiciones que requieren ser modificadas en plazos definidos, en muchos casos con suma urgencia. Por ejemplo, la prevención y la erradicación del trabajo infantil, la inclusión laboral de sectores sociales en condiciones de vulnerabilidad o la seguridad y salud en el trabajo son temas apremiantes que no pueden ser aplazados. Lo que está en juego no es algo menor.

En el tema de igualdad de género, a través del tiempo ha habido una evolución impresionante en la incorporación de la mujer a las actividades productivas. Para decirlo en cifras: la tasa de participación económica de la mujer en 1970 era de 17.6%, mientras que en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo de junio de 2016 se muestra que esa tasa se movió a 43.2%. Esto requiere de una atención institucional inmediata para actualizar el andamiaje jurídico e institucional y replantear cuestiones como la licencia de maternidad, entre otras.

[Un] reto urgente es el de adoptar un modelo dual en materia de educación y capacitación para el trabajo […].

¿Qué opina de los tiempos que está viviendo México desde su área de trabajo?

Voy a decir algo que puede parecer trillado pero el tiempo me dará la razón: las reformas estructurales que tuvo el valor de impulsar el Presidente de la República, son las que en estos momentos le están dando viabilidad social y económica a este país, y no se diga lo que van a significar en el mediano y largo plazo. Es un gobierno que tuvo el valor de mover lo que nadie se había atrevido en las últimas décadas, y cuando en 15 o 20 años lo veamos en retrospectiva, quedará clara su importancia para el desarrollo del país.

¿Cuáles son los retos que, desde su visión, enfrentará México en el futuro?

Además de consolidar las reformas estructurales ya implementadas, hay que identificar aquellas áreas en las que el país requiere igualmente reformas de carácter estructural, por ejemplo, en materia de seguridad social.

Otro reto urgente es el de adoptar un modelo dual en materia de educación y capacitación para el trabajo, pues en México hay una separación tajante entre la educación, la capacitación y el proceso productivo. Las habilidades, los conocimientos y las destrezas que otorgan el sistema educativo y de capacitación corren por una vía, mientras que las demandas específicas del sector productivo corren por otra. El éxito del modelo dual ha probado sus resultados positivos con creces en otros países.

La descentralización del país es también un gran reto. En la Ciudad de México la educación pública no le cuesta al gobierno local, mientras que a los estados les cuesta el 40% de su presupuesto. La misma inequidad existe en el sector salud o en las oportunidades de empleo. El presupuesto se queda aquí con subsidios en todos los órdenes. Hay que promover un trato equitativo entre las entidades federativas.

¿En qué cosas ha cambiado México?

Ha habido una evolución en términos económicos, sociales y culturales perfectamente advertibles. El perfil de México hace 90 años era radicalmente diferente al de hoy: éramos un país eminentemente agrícola y rural, y ahora somos un país terciarizado, con importantes componentes de actividad industrial en su composición del PIB. Además, la nación es mayoritariamente urbana, el 80% de los habitantes viven en ciudades de más de 2,500 habitantes. Hoy la mujer tiene espacios que hace 20 años no nos hubiéramos imaginado, como una presencia del 42% en la cámara de diputados. En materia de igualdad de género han habido avances muy importantes en la disminución de las brechas salariales entre hombres y mujeres, por ejemplo.

¿Cuáles son los proyectos o programas que usted desarrolla en la Subsecretaría de Previsión Social y qué soluciones aportan a la sociedad?

Uno de los temas que nos competen es la prevención y la erradicación del trabajo infantil, en las que hemos tenido grandes avances pues desde que inició esta administración hasta la fecha, 565 mil niñas, niños y adolescentes dejaron de trabajar. Es una reducción enorme en un periodo muy breve y no es producto de la casualidad sino de las acciones que emprendió el Presidente, como la creación de la Comisión Intersecretarial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y Protección de Adolescentes Trabajadores en Edad Permitida, así como la reforma de 18 artículos de la Ley Federal del Trabajo.

[…] éramos un país eminentemente agrícola y rural, y ahora somos un país terciarizado, con importantes componentes de actividad industrial […].

En materia de seguridad y salud en el trabajo, actualizamos la tabla de enfermedades profesionales, lo que no sucedía desde 1970, e impulsamos nuevas normas en materia de prevención de accidentes y enfermedades en el trabajo. También tenemos un nuevo Programa Nacional de Bienestar Emocional y Desarrollo Humano en el Trabajo, con el que pretendemos contribuir a la atención de los factores de riesgo psicosocial. Estamos apoyando temas que ni siquiera estaban en la agenda.

Otra línea de acción que estamos impulsando es la formalización del empleo para hacer llegar la protección a trabajadores que hoy se encuentran en la informalidad y la indefensión. En el caso de las trabajadoras domésticas existen elementos jurídicos institucionales y culturales que propician que sus actividades productivas se desarrollen en condiciones de ofensiva discriminación, injusticia y vulnerabilidad. Debido a que su afiliación a la seguridad social no es obligatoria, sólo están dadas de alta en el IMSS el 0.1% del total de las personas que realizan trabajo doméstico. Todo ello lo abordamos en el libro titulado El trabajo doméstico en México: la gran deuda social.

¿De qué manera puede la comunidad de Universidad Humanitas participar activamente para aportar soluciones?

En el diseño de propuestas, líneas de acción, estrategias y políticas a adoptar para poder atender las problemáticas ya comentadas. En estos momentos estamos colaborando con 14 universidades distintas, con resultados fabulosos. A la luz del perfil, intereses e infraestructura de la institución educativa, firmamos un convenio que es ganar – ganar para todos, sobre todo para los estudiantes porque tienden el puente entre los estudios y el trabajo. Por ejemplo, en coordinación con la Universidad Autónoma de Chiapas estamos impulsando la formalización del empleo; la Autónoma de Nuevo León está muy involucrada en el Programa Nacional de Bienestar Emocional y Desarrollo Humano en el Trabajo. Las universidades nos han ayudado a promover el distintivo Empresa Agrícola Libre de Trabajo Infantil, el distintivo Empresa Incluyente Gilberto Rincón Gallardo, la Norma Mexicana en Igualdad Laboral o el distintivo Empresa Familiarmente Responsable.

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Mariana Pérez es historiadora del arte y trabaja en proyectos de educación artística y cultural. .

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