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ENTREVISTA CON PAULINA AGUADO ROMERO, SECRETARIA DE CULTURA DEL ESTADO DE QUERÉTARO. LA CULTURA Y EL ARTE, EXPERIENCIAS TRANSFORMADORAS DEL PAÍS

por Carlos Omar Noriega Jiménez
fotografías de Pedro Luján

EN ESTA CONVERSACIÓN, PAULINA AGUADO ROMERO, SECRETARIA DE CULTURA DEL ESTADO DE QUERÉTARO, NOS INVITA A CONOCER A PROFUNDIDAD LA RIQUEZA CULTURAL DE SU ESTADO Y EL PODER DE ÉSTA PARA TRANSFORMAR LA EXPERIENCIA COTIDIANA.

Paulina Aguado Romero nos recibe en su oficina ubicada en un hermoso edificio colonial en el corazón de la ciudad de Querétaro. Es una líder del ámbito artístico y cultural, cuenta con una impecable trayectoria en el sector público y una pasión por el arte marcada desde temprana edad. Su experiencia y conocimiento como Secretaria de Cultura del Estado de Querétaro la han llevado a encauzar los principales proyectos culturales y artísticos del estado, al igual que su proyección internacional.

Mujer sonriente, amable, educada, inteligente y muy comprometida, en la presente conversación demuestra su gran conocimiento en diversas áreas como el derecho, el arte y la cultura.

Estamos con ella para iniciar la presente entrevista:

[…] la experiencia para mí representa
la continuidad y la planeación.

¿Nos puede contar un poco sobre su experiencia académica y profesional? ¿Cómo pasó del derecho al arte y a la gestión cultural?
Mi familia tiene años trabajando en el ámbito cultural; mi abuelo fue servidor público en Querétaro y fundó la primera radiodifusora del estado. Mi mamá es pintora, tiene una academia de pintura desde hace más de 35 años y coordinó varios proyectos culturales y de administración pública del estado.

Desde niña he tenido contacto con el servicio público del arte y escogí estudiar derecho. He trabajado en el servicio público cerca de 16 años. En ese tiempo he podido comprobar el crecimiento de Querétaro, que, en los últimos años, ha sido uno de los estados con mayor crecimiento del país.

La combinación de derecho y arte es muy interesante. A fin de cuentas, el ámbito del derecho es apasionante y se fusiona muy bien con la administración pública. Todos los días firmo papeles, hago convenios, contrato personal, veo temas laborales, de derecho internacional. Todo lo que se necesita saber está en el derecho.

La descentralización resalta el talento
y lo empodera.

¿Cómo coincide su formación de abogada con su gestión de servidora pública y cultural?
En muchos ámbitos; en el laboral, en el ejercicio de recursos, en el diplomático, en los acuerdos y convenios con la comunidad artística, en la contratación de servicios para impulsar el derecho a la cultura. En Querétaro queremos ser un parteaguas para que otros estados reproduzcan nuestra experiencia.

¿Qué significa ser la Secretaria de Cultura de Querétaro, cuáles han sido los principales retos a los que se ha enfrentado y qué compromisos y objetivos rigen su gestión?
Representa un honor, un reto y una alegría. Me ha tocado ver cómo, mediante el rescate de espacios públicos, he podido gestionar proyectos que transforman la vida de las personas y generan seguridad. Este compromiso se relaciona con el peso que tiene la cultura. En muchas ocasiones esta última ha sido tratada como algo accesorio, pero hay que entender que es un tema de seguridad y de paz social.

Creo que los principales retos actuales son todos los cambios en los programas federales y los recortes presupuestales a la cultura. Sin embargo, he tenido la suerte de tener un gobernador que proporciona los recursos para darle continuidad a todo lo que se realiza con recursos federales. Soy afortunada, porque es importante tener una visión de que la cultura es un derecho y como tal se tiene que brindar a la mayor parte de la población.

Si bien es cierto que la vida cultural en los museos y en las galerías es muy rica, hay que generar las condiciones que propicien que toda la gente tenga la posibilidad de apreciar o estar en contacto con la cultura. Tenemos programas muy fuertes, con los que vamos a comunidades, parques, mercados, centros de readaptación social, casas hogar y hospitales públicos, de tal suerte que podamos tener alcance.

Además de descentralizar la cultura, el principal objetivo es que Querétaro siga siendo un referente cultural nacional. Somos el segundo destino turístico no playero más visitado del país, por la cultura y la historia.

[…] hay que entender que [la cultura] es un tema de seguridad y de paz social.

La ciudad de Querétaro tiene un gran valor histórico, ¿cómo lograr un diálogo entre este pasado tan rico y las corrientes más contemporáneas del arte?
Hace dos años inauguramos el Museo de Arte Contemporáneo (MACQ) en un espacio histórico y ese diálogo ha sido muy enriquecedor, por la calidad, las reglas y los objetivos para preservar el patrimonio histórico; hablamos no sólo de infraestructura, sino del patrimonio inmaterial, las tradiciones y las costumbres de nuestra historia.

Somos muy respetuosos de nuestras cinco declaratorias de patrimonio cultural de la UNESCO, que marcan de manera clara la línea de cómo hay que preservar. No obstante, al mismo tiempo, somos un estado creciente, lo que nos obliga a estar siempre a la vanguardia, tanto en el ámbito industrial, como en el histórico y cultural.

Por eso el reto es cuidar y que la gente que llega a vivir a Querétaro, cuide. ¿Cómo? Por medio de la cultura y de los servicios que brindamos: espacios en excelente estado, carteleras de gran calidad con amplia oferta; al año reportamos 25 mil acciones entre conferencias, talleres, exposiciones, conciertos y festivales.

El MACQ, por ejemplo, es un espacio ubicado en un edificio antiguo de cerca de 300 años. Hace dos años lo rescatamos, lo restauramos y lo convertimos en museo de arte contemporáneo, en pleno corazón del Centro Histórico, Patrimonio de la Humanidad. Ése es el diálogo, ése es el MACQ, el segundo más grande del país y el más visitado en un año. Ése es el Querétaro contemporáneo.

¿Qué reflexiones tiene sobre la descentralización de la cultura no sólo a nivel nacional sino estatal? ¿Cómo lograr una estructura sólida que permita que sucedan cosas en diferentes regiones?
Hemos intervenido espacios muy complicados por distintos aspectos y el resultado siempre es favorable. Nunca nos hemos llevado una mala experiencia, al contrario, se generan diálogos muy generosos y agradecidos.

Por ejemplo, en el municipio de Amealco tenemos dos comunidades: San Ildefonso y Santiago Mexquititlán, que tienen muchos años haciendo las muñecas artesanales, Lele y Dönxu. Las muñecas se vuelven patrimonio cultural del estado, el gobernador hace la declaratoria de Patrimonio Cultural y se genera un amor por parte de todos los ciudadanos hacia las muñecas. Lo vemos en las redes sociales. De ahí surge una campaña mundial para llevar una Lele monumental a distintas partes del mundo con un código QR con el que puedes ver qué es Querétaro por medio del hashtag #whatsqueretaro.

Lele estuvo en Shanghái, en Madrid, en Sídney, en Chicago, en San Francisco, pero fue importante hacer visible una comunidad talentosa que lleva años trabajando. Gracias a esto, logramos que las artesanas vendieran exponencialmente sus muñecas. “Antes hacía diez, ahora hago 100. Antes las vendía a 25 pesos, ahora las vendo muy caras y me pagan mi trabajo”, decían. Esa felicidad da un sentido de pertenencia. El mundo empezó a estimar la artesanía, pues se permeó no sólo en las comunidades, sino que la mayoría de los niños que viven en Querétaro saben que ella es “Lele” y que significa “bebé” en otomí. Así visibilizamos la lengua madre y la fortalecemos. La descentralización resalta el talento y lo empodera.

Respecto de la estructura, hay que generar programas que tengan los recursos económicos y el equipo de personas que los desarrollen y los lleven a cabo. La estructura más sólida es el talento y los recursos económicos. La cultura necesita recursos porque el artista y el artesano son profesionales, se les debe pagar lo mejor posible para impulsar su trabajo.

En ese sentido, ¿qué está sucediendo a nivel arte y cultura en otras partes del estado? ¿Cuál es la relación con los proyectos independientes y cómo se insertan las prácticas tradicionales en el mapeo de la cultura estatal?
Hemos podido trabajar con los 18 municipios: hemos hecho cerca de ocho museos comunitarios, con gente de la localidad y acervos que ellos tienen. Nuestros investigadores, antropólogos e historiadores hacen la curaduría, una selección y un guion y dejamos los espacios bien equipados.

Por otro lado, cada uno de los municipios tiene distintas expresiones; en la zona serrana tenemos el huapango y una cocina tradicional notable, fortalecimos mucho la zona al crear la Casa del Huapango. En San Joaquín se lleva a cabo el concurso más importante de huapango del país y el año pasado cumplió 50 años. Se realizaba en un auditorio en malas condiciones, construimos un edificio novedoso en el centro de San Joaquín, para fortalecer los cinco municipios de la zona serrana. Logramos que participaran los seis estados vecinos con los que compartimos la Huasteca. Gracias a esto, de ser un concurso de 350 parejas, el año pasado que inauguramos el edificio llegaron 680 de todo el país.

Tenemos canteros en otras zonas del estado, así como gente que trabaja la cestería, los tejidos y los telares. Trabajamos desde la formación, la preservación y la difusión, con talleres para que los infantes no pierdan la tradición. La artesanía a nivel nacional está en riesgo porque las nuevas generaciones no se interesan en ella y en un estado como Querétaro el reto es más grande porque somos el estado que más empleos genera de todo el país y empleos bien remunerados. Las chicas prefieren trabajar en las fábricas, tener prestaciones y mejores salarios que tejer, cocinar o vender artesanías. A nosotros nos toca fortalecer y conservar para que las futuras generaciones no pierdan la tradición, aunque se quieran dedicar a otras profesiones.

Esta edición de Capitel está dedicada a reflexionar en torno a la experiencia, ¿cómo entiende este concepto?
Lo entiendo en el sentido de la práctica. Cada estado debe tener un plan estatal y una visión a largo plazo. La administración no puede improvisar, debe analizar, diagnosticar y regirse por la necesidad, las circunstancias, las condiciones y las áreas de oportunidad.

Desde antes de iniciar esta administración estatal, aprovechamos la experiencia de las otras. Tuve la oportunidad de trabajar en cuatro administraciones municipales, pero en todas he defendido la continuidad con base en la experiencia. La cultura debe tener continuidad porque si no, rompes un esfuerzo y limitas el ejercicio a la pura espontaneidad. Esa continuidad debe crecer para darle a cada proyecto y a cada idea el conocimiento trascendental que quieres generar en los demás. En ese sentido, la experiencia para mí representa la continuidad y la planeación.

¿Qué proyectos nacionales tienen presencia en Querétaro y de qué manera han impactado en el estado?
Son muchos, pero creo que los más importantes son el MACQ, la Casa del Huapango y el deseo de descentralizar la cultura.

Los ejes están muy bien planteados: brindar el derecho a la cultura, permitir la diversidad, abrir los espacios públicos, profundizar en los temas delicados del actual contexto mundial y nacional: medio ambiente, seguridad, la mujer. Estamos haciendo todo lo posible por estar alineados a la agenda 2030.

¿Cómo impacta todo esto? Lo vemos en los movimientos culturales y sociales que se generan y en las asociaciones civiles que quieren cuidar los espacios. El MACQ ya tiene un arancel que va a recabar recursos para el museo; la Casa del Huapango tiene un comité que involucra a toda la sierra y a los seis estados. Todo esto con el principio de generar comunidad y reestructurar el tejido social.

En octubre vamos a fundar un espacio destinado al arte urbano emergente y de diseño. Acabamos de recibir el nombramiento de Ciudad Diseño por la UNESCO y creamos un recinto a fin de responder la necesidad de todo un movimiento urbano de arte y de diseño con el que hemos trabajado desde hace muchos años.

¿Cómo podría la cultura mejorar la situación del país y qué tipo de experiencias específicas transmite la cultura?
La cultura siempre va a ayudar al país porque es una cualidad que mantiene a México a flote. Lo veo así porque se nos reconoce a nivel internacional por ella, nos hace visibles y somos referente mundial. Nuestra comida, nuestra historia, lo que hacemos, lo que somos, nos ha permitido generar talentos que logran una distinción mundial. Somos muy privilegiados.

La cultura transmite la mejor versión del ser humano; las experiencias específicas son de amor y de libertad. Debemos transmitir mensajes puntuales en torno a problemas y contextos sociales. Si un artista habla de violencia contra la mujer es porque está preocupado y quiere hacer algo desde su trinchera.

¿Le gustaría agregar algo más?
Agradecerles. 

Carlos Omar Noriega Jiménez es Director Editorial de la revista Capitel de Universidad Humanitas.

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