Grafton Architects, Campus de la Universidad UTEC, Lima, Perú, 2015. Fotografía cortesía de Iwan Baan.
por Marco Cuevas
YVONNE FARRELL Y SHELLEY MCNAMARA, COFUNDADORAS DE GRAFTON ARCHITECTS, RECIBIERON ESTE AÑO EL PREMIO PRITZKER. SE TRATA DE LAS PRIMERAS MUJERES EN SER RECONOCIDAS EN CONJUNTO CON EL GALARDÓN.
Como muchos saben, el Pritzker, el premio de arquitectura más prestigioso a nivel internacional, se concede anualmente, desde 1979, a los personajes más sobresalientes en esta disciplina. Frank Gehry, Renzo Piano, Oscar Niemeyer, Norman Foster, Zaha Hadid y Luis Barragán han sido algunos de los laureados a lo largo de la historia.
Dicho reconocimiento, patrocinado por la Fundación Hyatt, fue otorgado en este año insólito a las irlandesas Yvonne Farrell y Shelley McNamara, arquitectas y educadoras, fundadoras de Grafton Architects, que desde hace poco más de cuatro décadas, han buscado introducir en el campo arquitectónico disciplinas como la música, la psicología y la poesía.
Entre algunos de los premios más destacados, las irlandesas han conquistado el World Building of the Year en 2008, por el edificio de la Universidad Luigi Bocconi en Milán, así como el Premio Jane Drew en 2015, por su “enorme influencia en la profesión”.
Con sede en Dublín, Grafton Architects ha consumado numerosos proyectos urbanísticos que han ayudado a mejorar visual y arquitectónicamente naciones como Reino Unido, Francia e Italia. La arquitectura basa su arte en reflexionar sobre conceptos que hacen que el entorno y los espacios habitables sean mejores para el ser humano; no cabe duda que este dúo ha cumplido sobradamente con estos preceptos.
Tanto Farrell como McNamara son reconocidas por sus intervenciones contextuales y modernas que, sin perder de vista la historia, han demostrado altos niveles de sensibilidad y artesanía. La pareja se conoció en la School of Architecture de la University College de Dublin (UCD) y desde entonces decidieron trabajar juntas. Firman diseños que atienden a razones económicas, tradiciones y climas locales. En nuestro continente, su trabajo puede verse y conocerse en toda su magnificencia en la sede de la Universidad UTEC en Lima, Perú.
La profesora Farrell —nacida en 1951 en Tullamore, una discreta localidad del condado de Offaly— ha dicho que “el ejercicio de la arquitectura no es el producto de un solo genio”. Por su parte, McNamara —nacida en 1952, en Lisdoonvarna, una pequeñísima ciudad balneario, que apenas sobrepasa las mil personas, en el condado de Clare— ha enfatizado que la arquitectura “es un trabajo colectivo donde la crítica y la discusión de las ideas son estrictamente necesarias”.
Las arquitectas han procurado mantener un diálogo constante con el entorno. En diferentes oportunidades han explicado que su trabajo está concentrado en buscar “una obra que se encargue de intensificar las relaciones de la arquitectura con su contexto”. Para muestra de esto, vale la pena observar su obra más reciente, la Université Toulouse 1 Capitole, School of Economics (2019), que, de acuerdo con sus creadoras, “es una reinterpretación metafórica de una ciudad llena de puentes, muros, paseos y torres de piedra”.
No cabe duda de que ambas reflejan claramente los objetivos del Premio Pritzker: reconocer el oficio de la arquitectura, así como el constante servicio a la humanidad con un equipo de trabajo que va dejando un legado importante.
Su trabajo creativo emplea metodologías de control ambiental para proyectar edificios eficientes y sostenibles, una técnica que ha llamado la atención de la crítica. Por ejemplo, en 2009 Farrell y McNamara hicieron un proyecto ambicioso y bello en las oficinas del Departamento de Finanzas, en Dublín, en el que demostraron su conocimiento y cuidado en la selección de materiales y técnicas de construcción con una barandilla y puerta de bronce cuidadosamente hechas a mano y piedra caliza lijada en las fachadas.
El jurado consideró que “su compromiso incesante con la excelencia en arquitectura, su actitud responsable hacia el medio ambiente, su capacidad de ser cosmopolitas al mismo tiempo que abrazan la singularidad de cada lugar en el que trabajan”, son mérito suficiente para que Yvonne Farrell y Shelley McNamara recibieran el Premio Pritzker de Arquitectura 2020.
Grafton Architects, Oficinas del Departamento de Finanzas, Dublín, Irlanda, 2009. Fotografía cortesía de Dennis Gilbert.
Grafton Architects, Universidad Toulouse 1 Capitole – Escuela de Economía, Toulouse, Francia, 2019. Fotografía cortesía de Dennis Gilbert.
Tanto Farrell como McNamara son reconocidas por sus intervenciones contextuales y modernas que, sin perder de vista la historia, han demostrado altos niveles de sensibilidad y artesanía.
Grafton Architects, Universidad Luigi Bocconi, Milán, Italia, 2008. Fotografía cortesía de Federico Brunetti.
Su trabajo creativo emplea metodologías de control ambiental para proyectar edificios eficientes y sostenibles […].
Grafton Architects, Universidad Luigi Bocconi, Milán, Italia, 2008. Fotografía cortesía de Federico Brunetti.
Marco Cuevas es editor y periodista. Colaborador de revistas como Architectural Digest, GQ, Esquire, Audi Magazine y Travesías, es miembro del equipo fundador de la revista Quién y por más de 10 años fue editor en jefe de la revista de a bordo de Interjet.