por Juan Gildardo Ledesma Amaya
imágenes de Inside Out Project
En un escenario global marcado por la incertidumbre social, el debilitamiento de la democracia y la polarización política, la participación ciudadana y el gobierno abierto se posicionan como instrumentos fundamentales para recuperar la confianza pública, fomentar la transparencia y garantizar decisiones políticas más inclusivas.
En democracia la participación ciudadana siempre ha sido de suma importancia, más allá del terreno electoral. Y aunque tenemos el derecho constitucional de votar y ser votados, es vital que la sociedad intervenga en la toma de decisiones que le corresponde al gobierno.
Si bien la democracia actual vive condiciones de riesgo a nivel global, debido en buena parte a la polarización política, el populismo y la posverdad, es un reto lograr una democracia plena.
La idea del Gobierno Abierto (GA) nos propone una nueva relación entre gobiernos y ciudadanía, pues puede llevar a prácticas de participación ciudadana que tengan una posible incidencia en la política pública, lo que significa que el actuar gubernamental incluiría la voluntad ciudadana, así como de la sociedad civil.
Por tanto, el GA es un reto para la política pública y su análisis en términos de factibilidad, presupuestarios, político-electorales, en un panorama global de riesgos democráticos o regresiones autocráticas que se experimentan. A pesar de este panorama, debe destacarse el éxito de algunas políticas públicas que se insertan en el marco del GA.
¿Cómo entender la participación ciudadana en tiempos de incertidumbre democrática?
Como se expuso anteriormente, vivimos tiempos de incertidumbre democrática. Ha quedado lejos ya el ideal democrático liberal ante las políticas de identidad y resentimiento como plantea Francis Fukuyama en Identidad, uno de sus últimos trabajos sobre democracia. Por otra parte, la seducción autoritaria que mencionaba Anne Applebaum es cada vez una realidad.
También la polarización ha tomado un tono más emocional en el que los votantes o la política se vuelven un espacio de confrontación de hinchas o hooligans, factores que imposibilitan el diálogo y en consecuencia la participación ciudadana entendida como el involucramiento de la sociedad en la esfera social-política, como lo explica Nuria Cunill Grau.
La tecnopolítica y el uso de TIC quizá hayan puesto sobre la mesa que internet o las redes sociales son áreas de oportunidad para que la sociedad se involucre en los asuntos públicos. El Tea Party estadounidense, #MeToo, #YoSoy132, e incels fueron muestra de ello en su momento pues el poder mediático de las plataformas digitales les ofreció un canal para difundir su mensaje, aunque no sea muy sensato o políticamente correcto.
Ejemplo de lo anterior es la miniserie de Netflix, Adolescence (Adolescencia, 2025) que generó todo un debate social, con implicaciones en la salud mental, así como que los gobiernos reorientaran sus esfuerzos en generar al menos una política pública al respecto de la sana convivencia en los espacios online/offline.
El presupuesto participativo: una alternativa del GA y la participación ciudadana
Una alternativa de política pública que ha favorecido el involucramiento de la sociedad en el actuar gubernamental sería el presupuesto participativo, entendido como “un dispositivo que permite a los ciudadanos no elegidos participar en la concepción o repartición de fondos públicos”. Considerando que uno de los pilares del GA es la transparencia y la rendición de cuentas, tiene sentido que este instrumento sea una alternativa exitosa, dado que involucra la participación ciudadana en el manejo del gasto público, cuestión compleja en países como México.
Sin embargo, esto no ha sido un obstáculo; si bien el primer caso de este instrumento participativo fue en Porto Alegre en 1980, en México existen experiencias documentadas, como en el caso de San Pedro Garza (alrededor de 1999), o las de la CDMX que, aunque tienen problemas en el diseño institucional o baja participación, el esfuerzo bien vale la pena.

Tijuana, México, 2018. Fotografía de Scott Bennett.

Todas las imágenes son cortesía de Inside Out Project.
Tower Bridge, Londres, Reino Unido, 2021.
La idea del Gobierno Abierto nos propone una nueva relación entre gobiernos y ciudadanía, pues puede llevar a prácticas de participación ciudadana que tengan una posible incidencia en la política pública […].
México en las prácticas de GA
Nuestro país no es ajeno a estas prácticas y por lo menos desde 2011 participa en el Open Government Partnership, iniciativa internacional que conjunta esfuerzos en las prácticas de buen gobierno sumando actores de la sociedad civil junto con autoridades gubernamentales.
También nuestro marco jurídico se ha ampliado en los últimos años, desde 2016 contamos con el Sistema Nacional Anticorrupción, uno de los pilares del GA. En el ámbito local, un ejemplo de lo anterior es el estado de Querétaro, donde se han realizado estos ejercicios con el apoyo de organismos públicos locales, como el Instituto Electoral del Estado de Querétaro, IEEQ, Infoqro el órgano de acceso a la información pública y gobiernos municipales.
Sin embargo, aún hay retos en la materia, pues si bien las personas involucradas reconocen la voluntad de los gobiernos en la toma de decisiones, la comunicación gubernamental, de acuerdo con Negrete y Rivera, es offline lo que implica una reconsideración en la que no necesariamente las redes o el sitio de la administración pública local son efectivas en un panorama de brecha digital.
Con base en lo ya mencionado, es vital renovar la participación ciudadana, especialmente con ejercicios de GA. A la vez, es necesario considerar que el ámbito digital y las tendencias de riesgo en democracia son un reto para esta cultura participativa. No obstante, es una tarea fundamental en las universidades, empresas y gobiernos involucrarse en una gobernanza global.
Nuestro país no es ajeno a estas prácticas y por lo menos desde 2011 participa en […] iniciativas internacionales que conjuntan esfuerzos en las prácticas de buen gobierno sumando actores de la sociedad civil en conjunto con las autoridades gubernamentales.

Panteón, París, Francia, 2014.

Times Square, Nueva York, Estados Unidos, 2013.

Valenton, Francia, 2022. Fotografía de Valentin Crépain.
Bibliografía
Aguilar Villanueva, Luis F. Gobernanza y gestión pública. México: Fondo de Cultura Económica, 2006.
Applebaum, Anne. El ocaso de la democracia: La seducción del autoritarismo. Traducido por Luis Noriega. Barcelona: Debate, 2021.
Fukuyama, Francis. Identidad: La demanda de dignidad y la política de resentimiento. Traducido por María Herrera. Barcelona: Deusto, 2019.
Ganuza, Ernesto e Yves Sintomer. “La democracia participativa y la proximidad: nuevas formas de democracia en Europa” en Revista Internacional de Sociología. 2006, vol. 64, núm. 44.
Rivera Magos, Sergio y Karla Negrete-Huelga. “Experiencias de Gobierno Abierto en Querétaro desde la perspectiva de sus actores” en Gobierno Abierto en Querétaro: Una práctica en construcción. Tirant, INFOQRO, UAQ. Querétaro: Universidad Autónoma de Querétaro, 2024.
Juan Gildardo Ledesma Amaya es licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública, maestro en Administración Pública y doctorando en Ciencias Sociales con orientación a la Comunicación Política y Cultura Digital (Universidad Autónoma de Querétaro). Ha coordinado cursos de diplomado en Política Pública y Participación Ciudadana, además de ser docente en las Facultades de Ciencias Políticas y Sociales, Derecho UAQ y Humanitas Querétaro. Cuenta con experiencia en el sector público, medios de comunicación y académico.