Artsi Ifrach es un diseñador de moda nacido en Israel pero que vive y trabaja en Marrakech. Ifrach ha vivido en diferentes ciudades del mundo, lo que ha nutrido su trabajo, no sólo como diseñador, sino como un auténtico explorador de las posibilidades que ofrecen los textiles, la historia y la indumentaria. 

Maison ARTC, la casa de moda fundada por Ifrach, se distingue por una exploración lúdica y libre de textiles tradicionales e históricos en prendas que oscilan entre las tendencias más innovadoras de la alta costura y costumbres milenarias asociadas al vestir y la indumentaria. Mediante gestos humorísticos y refrescantes que se encuentran con las más tradicionales técnicas textiles, el diseñador encuentra en la moda un medio para motivar la expresión, no sólo de la identidad individual, sino también de las complejidades de la historia y cultura que nos atraviesan. 

El trabajo de Ifrach se nutre de referentes visuales diversos como una réplica de la Última Cena de Leonardo da Vinci en textiles de tapicería dispuestos como una túnica sin mangas. Burkas y chadores se fusionan con vestidos de noche, banderas, manteles y tapetes. El carácter dramático de muchas de estas prendas revela la fuerte influencia del diseño de vestuario teatral que el mismo Ifrach confiesa haber recibido en su infancia por parte de una profesora de actuación, quien le motivaba a experimentar con viejos disfraces que tenía en un baúl.

El diseño textil y de indumentaria en Marruecos cuenta con una riquísima tradición cargada de influjos culturales sumamente diversos. El diseño de textiles cobró una importancia cultural y económica primordial en Marruecos desde el establecimiento de los primeros pueblos amazig (también conocidos como bereberes) alrededor del 1500 a.C. En aquel entonces el bordado y ornamento de textiles era una actividad esencial para esos pueblos. Dado que algunos eran nómadas, y otros ya habían establecido poblaciones sedentarias significativas, sus textiles cumplían funciones muy diversas: desde elementos cotidianos como indumentaria, mobiliario —textiles que cumplen la función de mesas, asientos y puertas—, hasta objetos religiosos y ceremoniales que cumplían usos rituales o incluso de despliegue del poderío económico. 

Sin embargo, la tradición textil de Marruecos no se limita a este contexto, por el contrario; el influjo de otros pueblos ha sido un determinante en la diversidad cultural y estética de esta tradición. Marruecos ha sido poblado por judíos, musulmanes árabes y de otras etnias, e igualmente ha recibido influencias de otros pueblos del Norte de África y del Mediterráneo.

Es natural imaginar las posibilidades creativas que se develan en este contexto y ahí se ubica el diseño de Artsi Ifrach. No hay que olvidar que Marrakech es una ciudad con más de un millón de habitantes que, aunque posea una tradición antiquísima, se inscribe en el imaginario occidental contemporáneo. Por esto, no es extraño que existan choques entre imágenes y signos con más de dos mil años de diferencia. Los textiles amazig colisionan con una industria de la moda cada vez más cargada de conceptos, signos visuales y políticos. El trabajo de Artsi se ubica en ese encuentro en el que tradición y futuro, no sólo dejan de ser opuestos, sino que se fusionan en una misma posibilidad.

Así, el diseño de indumentaria se vuelve una herramienta con la que Ifrach puede explorar temas tan políticos como la memoria e historia nacional, pero también jugar con los límites del cuerpo y las prendas que vestimos. Esta tensión es para Ifrach una de las principales funciones de la moda y el diseño; incentivar la exploración de nuestra propia identidad, motivar a que lo que vestimos no sólo exprese quiénes somos, sino que nos inviten a tomar riesgos y tal vez descubrir quiénes podemos ser. 

Si vestir es un lenguaje y una forma de expresión, diseñar moda es motivar a otros para que encuentren su propia expresión. El diseñador de moda no es sino quien encarna un intercambio entre los signos e identidades personales y los colectivos. La obra de Ifrach trae a cuenta una discusión mucho más amplia sobre la función del diseño: por un lado, el modo en el que el hacer del diseñador y la confección pueden motivar conversaciones sobre el lugar de la tradición y la contemporaneidad, pero, por otro lado, invitarnos a extender los límites de nuestra propia identidad. 

www.maisonartc.com

Andrés Zafra tiene una Licenciatura en historia del arte por la Universidad Iberoamericana y estudios de maestría por la UNAM. Se ha desarrollado como gestorx cultural y educadorx independiente en diversas instituciones. Sus líneas de investigación incluyen estudios de género, pedagogías experimentales y teoría e historia del diseño de moda. Instagram @andreszafra