Desde niño, Miguel Ángel Pérez, consejero y vicepresidente de la Caja Gonzalo Vega (CGV), tiene una pasión y amor por la naturaleza. Su visión influye en la creación de iniciativas enfocadas al medio ambiente y en darle vida a los principios cooperativos.

Ante la pregunta “[Si todos] plantaran un árbol ¿cómo sería el planeta?” que escuchó en una conferencia, le surgió la inquietud y la pasión por tomar acciones. Así, descubrió un lugar amenazado, un bosque mixto de encino y coníferas de 100 hectáreas, y tomó la decisión de protegerlo y convertirlo en un ejemplo para legar a futuras generaciones. Quiso crear un parque para la conservación y la educación ambiental que sea un modelo a seguir para otras iniciativas.

[…] un parque para la conservación
y la educación ambiental […].

En el rubro de Responsabilidad Social de la CGV, el proyecto del Parque Natural La Beata, localizado en Amealco de Bonfil, Querétaro, se convirtió en un elemento central de la visión de la empresa. Luego de diez años de trabajar con las autoridades ejidales, llevaron a cabo estudios de impacto ambiental y lograron inaugurarlo. Así, con el respaldo de consejeros, el director general y los colaboradores de CGV, se establecieron los estudios forestales e hidráulicos con los que arrancaron el proyecto.

En 2020 este proyecto buscará el reconocimiento como Unidad de Manejo Ambiental (UMA), lo que significaría la autorización para reproducir especies en peligro de extinción y posteriormente convertirse en una reserva ecológica, al destinar 96.5% de la superficie a la conservación e investigación.

En una visión a largo plazo, al Parque Natural La Beata le interesa colaborar con instituciones educativas públicas y privadas, para llevar a cabo estudios de campo sin impactar el medio ambiente, crear sinergias con la comunidad, colaborar en la generación de empleos y conservar un espacio verde, recreativo y de gran belleza escénica.