por Ángel García Juárez
imágenes de Robert Strati
ESTE TEXTO NOS INVITA A PENSAR EL CONCEPTO DE PRECISIÓN ENTENDIDO COMO UN FETICHE DE LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA, QUE, EN CASOS EXTREMOS, PUEDE LLEVAR A LA OBSESIÓN. EN ESTA MEDIDA, EL AUTOR PROPONE UN ANÁLISIS CLÍNICO Y CULTURAL PARA ENTENDER SUS IMPLICACIONES SOBRE NUESTRA PSIQUE Y NUESTRA SINGULARIDAD.
La historia del fetichismo se remonta al análisis de las ideas sobre las prácticas mágicas, religiosas y de valor simbólico que han tenido diferentes perspectivas e interpretaciones. Podemos encontrar, por ejemplo, que su etimología se remonta a la palabra latina facticius de donde proviene feitico, cuyo significado se ha asociado a lo artificial, erróneo y no verdadero. Muchos han reflexionado sobre este concepto, Kant por ejemplo habla de la idea de pensar al fetiche como la ilusión de poseer un arte de lograr un efecto sobrenatural por medios naturales. El fetiche también se ha pensado como amuleto que recubre la falta del sujeto, cuya característica relevante no es la presencia, sino la posibilidad de entender al objeto desde su ausencia, porque así como podríamos decir que el fetiche representa lo presente en su ausencia, también podríamos decir que esa ausencia es un espacio vacío en el que aparece la ficción. Y así, importa pensar al fetiche porque su ambivalencia se inscribe por un lado en una red simbólica que le da sentido, y por otro en el ocultamiento que trata de velar la falta, entendida como castración simbólica, no sólo del objeto mismo, también del sujeto.
Freud es el que nos permite comprender el impacto de este concepto, como un emblema del triunfo sobre la amenaza de castración. Cabe decir por supuesto, que el fetiche se da a partir de una decantación del complejo de castración, cuya consecuencia psíquica instaura el inicio de una asociación de ideas simbólicas, que dan lugar a la sustitución de un objeto por el fetiche. Así el sujeto, aunque sabe de su propia castración, decide no saber a partir de un velo que deviene de la instauración de su fetiche. Deniega la castración (Verleugnung) y por lo tanto escapa de la angustia mediante el fetiche.
Así como el fetiche puede entenderse como un objeto cuya decantación asociativa intenta cubrir la castración, también podemos entenderlo como aquello que permite que los sujetos sean convocados a ocultar los dilemas humanos, en pos de ideologías que insisten en la totalidad, la perfección y la precisión. El fetiche, como la personificación de la mentira, nos permite mantener la verdad insoportable. Y quizá por eso Nietzsche nos advertía que no es fácil poder sostener una verdad: ¿cuánta verdad soporta, cuánta verdad osa un espíritu?
Quizá no mucha, como ya estaremos anticipando. Hoy en día, la idea de la precisión es un mandato que establece un ideal que insiste imaginariamente en la completitud del sujeto, una especie de estado de totalidad, que a primera vista pareciera todo aquello a lo que se debería aspirar.
Sabemos ya (de sobra) que la humanidad difícilmente es precisa, y si lo fuera, sólo lo sería a partir de la cancelación de la incertidumbre. Afortunadamente, la precisión lleva consigo una advertencia: “preciso” viene de la palabra latina praecisio (corte, separación), que a su vez deriva del verbo praecidere cuyo significado es también cortar, cercenar, impedir; quitar, suprimir, abreviar, negar rotundamente. ¿Qué es lo que niega rotundamente la precisión? La singularidad del sujeto, las marcas de cada historia que insisten en no borrarse, porque así se arborizan posiciones distintas de ser-en-el-mundo que permiten des-totalizar las certezas. Por consiguiente, el sujeto histórico (¿histérico?) es impreciso y todo aquello que ha buscado velar ese saber (esa castración simbólica) a través de la búsqueda compulsiva de la idea de la precisión, ilustra la configuración del fetiche, o más bien, la configuración de la precisión como fetiche.
Claro que entendemos la dificultad de reflexionarlo: lo preciso en tanto tal, puede pensarse exacto e incuestionable, porque ¿quién en su juicio podría cuestionar que la precisión sea la aspiración más perfecta? Žižek se nos adelanta pues advierte que el fetiche en tanto velo de la realidad, puede hacer creer que lo que importa es el fetiche en sí mismo y nada más; sabemos cómo el fetichista adora su fetiche quizá hasta un punto compulsivo carente de preguntas en donde no importaría el para qué de la precisión, sólo importaría serlo.
Como hemos visto, cuando la precisión se vuelve fetichista, cuando el sujeto no se pregunta sobre sí, aparece la compulsión del sujeto que insiste una y otra vez: ¿por qué?, ¿por peligro, desamparo o angustia? Sí, por angustia, pero sabiendo que ésta no es ni peligro ni desamparo, sino el modo radical bajo el que se mantiene la relación con el deseo, la angustia en tanto Erwartung, y por eso decimos que, ir más allá de la precisión como objeto fetichista —a pesar de la angustia o quizá incluso por ella— podría desplegar el deseo, como un acto que comprometa la posición de un sujeto y evite que los espacios simbólicos sigan desmoronándose. Apostar entonces a la pregunta, a la impresión del sujeto, a los dilemas humanos, es también, apostar a la posibilidad del deseo.
Robert Strati, Fragmented in blue with windmills (Fragmentado en azul con molinos de viento), 2022. Cortesía del artista.
Robert Strati, The Fall and Forest (El otoño y el bosque), 2023. Cortesía del artista.
¿Qué es lo que niega rotundamente la precisión? La singularidad del sujeto, las marcas de cada historia que insisten en no borrarse […].
Robert Strati, Fragmented in blue with waterfall (Fragmentado en azul con cascada), 2021. Cortesía del artista.
Robert Strati, Fragmented in blue (Fragmentado en azul), 2021. Cortesía del artista.
El fetiche, como la personificación de la mentira, nos permite mantener la verdad insoportable.
Robert Strati, Fragmented in blue with ladders (Fragmentado en azul con escaleras), 2022. Cortesía del artista.
BIBLIOGRAFÍA
Freud, S. Obras Completas. Londres: FrontPage Publishing, 2019.
Fua Púppulo, V. Rayuelas Lacanianas. Edición Kindle, 2021.
García Juárez, Á. Erotomanía: Un acontecimiento delirante en la experiencia amorosa. México: UNAM, 2020.
Iacono, A. The History and Theory of Fetishism. Nueva York: Palgrave Macmillan, 2016.
Kant, I. La religión desde la mera razón. Madrid: Alianza Editorial, 1981.
Lacan, J. El seminario de Jacques Lacan: Libro 8: La transferencia. Buenos Aires: Paidós, 2008.
Nietzsche, F. Obras Completas. India: Ed. Grapevine, 2022.
Žižek, S. Amor sin piedad: Hacia una política de la verdad, España: Ed. Síntesis, 2001.
Ángel García Juárez es Licenciado por la UNAM y Maestrando en teoría psicoanalítica por la UAZ. Catedrático de psicología en Universidad Humanitas, además de trabajar psicoanálisis tanto en consulta privada como en instituciones de salud.