por Manuel Godínez Necoechea
imágenes de Vadim Gushchin
DE ACUERDO CON PSICÓLOGOS, PEDAGOGOS Y ANTROPÓLOGOS, LA CURIOSIDAD ES UN ELEMENTO CLAVE A LA HORA DE PENSAR EN LA FORMACIÓN ACADÉMICA DE LAS PERSONAS. EN ESTE TEXTO, EL AUTOR REFLEXIONA SOBRE CÓMO PUEDE APLICARSE ESTA HABILIDAD EN EL ÁMBITO DEL DERECHO.
Desde los primeros registros del humano como ser social, la curiosidad jugó un papel importante. Esta habilidad le permitió entender qué estaba pasando a su alrededor, cómo podía manejarlo y la manera de utilizarlo para satisfacer sus necesidades. A muchos años de distancia, sigue haciéndose presente la importancia de la curiosidad para sobrevivir en un ambiente, ya de otra manera hostil, y que demanda ciertas habilidades indispensables.
Esta habilidad innata se debe alimentar para que pueda crecer y se debe ver materializada especialmente en el campo educativo o académico. Tanto padres de familia como maestros juegan un importante papel de acompañamiento en este proceso que no se debe detener a lo largo de la vida.
El psicólogo soviético Lev Vygotsky creía que:
[…] el aprendizaje más que un proceso de asimilación-acomodación, es un proceso de apropiación del saber exterior, en el cual la curiosidad mediada por agentes como padres o docentes juega un papel muy relevante, en concordancia con lo planteado por Dewey (1989), para quien el enriquecimiento de la curiosidad se da por efecto de la interacción con los demás.¹
La ONU define a la curiosidad como:
El motor del rendimiento académico […] un genuino deseo de conocimiento y la motivación para buscar activamente nueva información. La curiosidad impulsa el aprendizaje […], fomenta la empatía y contribuye al pensamiento crítico, a la toma de decisiones y a las habilidades para relacionarse.²
Así, la ONU nos muestra la serie de beneficios, que se volverán ventajas en los estudiantes, cuando esa curiosidad se vuelve parte de su rutina diaria y es alimentada hasta convertirse en una guía de razonamiento de lo jurídico que estará utilizando en el aula, los juzgados e inclusive en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La maestra Jenny V. Román González considera que “un niño es curioso cuando persiste en la examinación y exploración de los estímulos, con el propósito de conocer más de ellos”.³ Para John Dewey, “en cada individuo hay ciertas tendencias que actúan como fuerzas, susceptibles de ser utilizadas para mejorar sus hábitos de pensamiento”.4 El autor señala que “la curiosidad actúa como esta fuerza o poder para el desarrollo del pensamiento, porque es el factor básico en la ampliación de la experiencia, un componente que sirve de base y que al desarrollarse se convierte en pensamiento reflexivo”.5
Ambos autores señalan dos beneficios de seguir alimentando la curiosidad: mejorar los hábitos del pensamiento y el desarrollo del pensamiento reflexivo. Al hablar de “hábitos del pensamiento” nos referimos a que son habilidades que debemos desarrollar de manera sistemática y gradual.
El estudiante de derecho, que en unos cuantos años se volverá abogado, deberá echar mano de lo aprendido en la universidad, pero no sólo de lo que le compartieron sus maestros, sino lo que investigó por su cuenta, analizó e incluyó en lo que acababa de aprender. Asimismo, no debemos olvidar el papel de pasante que muchos de nosotros vivimos mientras seguíamos estudiando en la universidad.
Como nunca antes, los estudiantes tienen a su disposición una fuente inagotable de información que deberán filtrar por medio del pensamiento crítico que desarrollaron a la par de la curiosidad. Una de las metas de la educación debe ser fomentar en los estudiantes la disposición para crear y adquirir conocimiento, y que perdure esta disposición más allá del salón de clases.
Vadim Gushchin, Boos in the Box #1 (Abucheos en la caja #1) 2017. Cortesía del artista.
Vadim Gushchin, Attributes of Art #2 (Atributos del arte #2), 2001. Cortesía del artista.
Una de las metas de la educación debe ser fomentar en los estudiantes la disposición para crear y adquirir conocimiento, y que perdure esta disposición más allá del salón de clases.
La forma más efectiva en la que van a poner en práctica la curiosidad como una habilidad y requisito indispensable es el autoaprendizaje, necesario para autogestionar los procesos educativos y desarrollar habilidades que les permitan aprender y adquirir conocimiento de manera autónoma.
Podemos concluir que la curiosidad es una habilidad necesaria para los estudiantes de derecho, la cual debe permanecer en su posterior desarrollo profesional. Juega un importante papel, ya que va a impulsar al estudiante a estar actualizado, como decimos los abogados, tanto en la forma como en el fondo. Igualmente le permitirá observar lo que señaló el abogado uruguayo Eduardo Juan Couture Etcheverry en Los mandamientos del abogado, mejor conocido como El decálogo del abogado, en sus dos primeros incisos:
- Estudia. El derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos serás cada día un poco menos abogado.
- Piensa. El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.
Vadim Gushchin, Circle of reading #13 (Círculo de lectura #13), 2010. Cortesía del artista.
[…] la ONU nos muestra la serie de beneficios, que se volverán ventajas en los estudiantes, cuando esa curiosidad se vuelve parte de su rutina diaria y es alimentada hasta convertirse en una guía de razonamiento de lo jurídico […].
Vadim Gushchin, Attributes of Art #2 (Atributos del arte #2), 2001. Cortesía del artista.
Bibliografía
León, Federico. “Sobre el pensamiento reflexivo, también llamado pensamiento crítico” en Propósitos y Representaciones, vol. 2, no. 1 (enero-junio 2014).
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. “La Ciencia de la Curiosidad” en UNODC https://shorturl.at/cqr59 (verificado el 10 de enero de 2024).
Román, Jenny V. “La curiosidad en el desarrollo cognitivo: análisis teórico” en Folios de Humanidades y Pedagogía (enero-junio 2016).
Manuel Godínez Necoechea es un abogado litigante desde el 2000, colaborador experto en derecho penal en el libro Índice de Estado de Derecho en México 2018; 2019; 2020-2021, perspectivas y experiencias en los 32 estados del país, publicado por la organización World Justice Project. Es docente en campus Presa Madín de Universidad Humanitas.
- Jenny V. Román, “La curiosidad en el desarrollo cognitivo: análisis teórico” en Folios de Humanidades y Pedagogía (enero-junio 2016).
- Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, “La Ciencia de la Curiosidad” en UNODC. https://shorturl.at/kxBE6 (verificado el 2 de enero del 2024).
- Jenny V. Román, “La curiosidad en el desarrollo cognitivo: análisis teórico” op. cit.
- Ibídem.
- Ibídem.