El tiempo y la temporalidad; dos grandes cuestiones que a veces olvidamos, a veces no podemos ignorar pero independientemente de lo que queramos y hagamos, marcan el ritmo de las historias. 

Encontrar o recibir objetos, contemplarlos, escucharlos, sirve para construir una relación e inspirarse con ellos a fin de crear escenas cinematográficas que juegan con el tiempo mismo. No sabemos si están sucediendo en este instante, en nuestro día a día, o si cargan con un pasado sin fecha.

Jo Ann Chaus (Nueva York, 1954) utiliza el color y objetos que encuentra o hereda para crear la serie Conversaciones conmigo misma (Conversations with myself), que consiste en autorretratos que desafían las leyes de la temporalidad. Imágenes frágiles, divertidas, llenas de nostalgia, misteriosas, algunas muy tristes y otras llenas de alegría subliminal, luz y color que nos llevan de un lugar a otro, como puentes entre el presente y el pasado, sus historias y las nuestras. 

El color y la luz juegan un papel muy importante en las imágenes de Chaus, ya que dirigen nuestra atención y nuestra mirada hacia los detalles protagonistas de cada fotografía. 

En aquellas imágenes podemos apreciar la mirada de la autora y hacer “contacto visual” con ella, sentir la fragilidad de la vida, el tiempo que va pasando y se refleja en la piel, en la profundidad de la mirada, en la experiencia adquirida y capturada para siempre en el papel. 

Los objetos cobran vida, los vestidos, las mascadas y los sombreros pueden pensarse como simples detalles, pero en realidad se vuelven el hilo central, son la razón de estas construcciones, la inspiración y el motor que convierte la curiosidad de la artista en historias sin final plasmadas en una sola hoja.

La presencia de la ausencia es parte fundamental del trabajo de Jo Ann, deja espacio a todas las mujeres para tomar su lugar y explorar en nuestra imaginación, qué se sentiría estar dentro de esos paisajes, ser parte de esos momentos, de esas historias. Esa ausencia, ese vacío, permite liberar nuestra curiosidad y explorar al lado de la autora en las escenas que ha construido. 

El trabajo de Jo Ann Chaus refleja la influencia de artistas expertos en el color, maestros como William Eggleston, Stephen Shore y Saul Leiter, así como la intimidad y los retratos familiares con influencia de Elinor Carucci y Jen Davis. 

Conversaciones conmigo misma es el resultado de la evolución de otros proyectos en los que, con el recurso del autorretrato, Chaus ha explorado todo tipo de escenas y escenografías. 

Utilizando la luz de forma sutil y elegante, Jo Ann logra dar vida a los objetos y que tengan un diálogo con los otros retratos en donde ella, ya sea a cuerpo completo o con alguna aparición misteriosa, siempre se hace presente. 

Las imágenes cuidadosamente construidas nos contagian de todo lo que implica crearlas. Nos inspiran a entrar a esos mundos en los que habitan, a sentarnos frente a la autora, cuestionarla acerca de lo que ha vivido y está viviendo, curiosear en su mente tratando de investigar y descubrir todos los caminos que ha recorrido para descifrar cómo ha llegado hasta ahí, al mundo que construye y pertenece a cada una de las imágenes. 

Conversar con uno mismo puede llevarnos a descubrir límites que aún no hemos desafiado, ideas que tal vez no hemos explorado, creencias que no son nuestras, sueños que no hemos compartido y mundos que aún ofrecen mucho por descubrir. Las imágenes de Conversaciones conmigo misma hablan acerca de resignación y rendición a los roles que como mujeres hemos adoptado. 

Algunos curioseamos en silencio en nuestra mente, otros, como Jo Ann Chaus, utilizan la curiosidad como un pincel para crear una paleta de colores con cada autorretrato fotografiado.