por Andrea Bravo Echenique
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De los procesos de vestir y de los mensajes que envuelven, pasando por la imagen que proyectamos con la vestimenta al ir al trabajo o en los fines de semana, para finalizar en las características de la ropa en relación con la identidad de las personas y lo que quieren proyectar.
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A diferencia de hace 10 o 20 años, hoy el campo laboral se ha abierto de tal forma que los esquemas tradicionales de “tipos de trabajo” se han multiplicado tremendamente. Antes los códigos de vestimenta profesionales estaban tan bien definidos tanto para mujeres como para hombres, que llegaban a ser casi como uniformes escolares. Por suerte, hoy las cosas son más flexibles y tenemos la oportunidad de echar mano de nuestros gustos y creatividad a la hora de vestirnos para ir a trabajar. Esto quiere decir que a través de la ropa, podemos construir y proyectar una identidad propia. Sin embargo, este nuevo esquema trae también algunas complicaciones, la principal, es saber distinguir los límites entre lo apropiado para ir a trabajar y lo que simplemente no lo es.
Para salir del problema sin irnos ni al extremo de usar aburridos uniformes monocromos ni al del excentricismo vulgar, es importante conocer los elementos o símbolos que conforman a la vestimenta, los cuales van cargando de significado nuestros atuendos: color, texturas, líneas, estampados y detalles.
En resumidas cuentas, si adquirimos herramientas para entender y hacer trabajar el lenguaje de la ropa a nuestro favor a través de sus símbolos, podremos traducir los valores que nos interesa proyectar, en atuendos de trabajo que reflejen una identidad propia al mismo tiempo que transmitan profesionalismo. Para esto, te compartimos una pequeña guía en la que podrás basarte la próxima vez que vayas de compras.
Color
Los estudios científicos y psicológicos han demostrado que cada color está cargado de un mensaje inherente que comunica determinados valores de inconsciente a inconsciente. Además de esta capacidad para transmitir mensajes de manera casi inmediata, los colores que vestimos también afectan tanto nuestro ánimo como el de la gente que nos rodea. Por todo esto, te recomendamos analizar bien los valores y la energía que buscas transmitir profesionalmente y construir tus atuendos de acuerdo con ellos. Aquí algunos ejemplos de valores asociados a colores:
Azul marino. Honestidad, integridad, confiabilidad, trabajo duro y organización.
Negro. Sofisticación, autoridad, poder, asertividad y sensualidad.
Blanco. Frescura, limpieza, responsabilidad y expresividad.
Café. Estabilidad, seguridad y perseverancia.
Rojo. Dramatismo, seguridad, proactividad, valentía y energía.
Verde. Amabilidad, pacifismo y ayuda.
Azul. Pensamiento lógico, honestidad y conservadurismo.
Violeta. Sensibilidad, exotismo y espiritualismo.
Textura
Cuando se trata de escoger ropa para ir a trabajar, te recomendamos que tengas esta regla en mente: texturas suaves para el trabajo, texturas pesadas para los fines de semana. Igual que el color, la textura de las prendas transmite mensajes inconscientes a los demás sobre nuestra energía y nuestra disponibilidad; si tus pantalones, por ejemplo, son de texturas pesadas como mezclilla o gabardina, probablemente reflejes pesadez, complicación y poca fluidez en un ambiente laboral. Te recomendamos escoger telas suaves y ligeras, las cuales comunican dinamismo y disposición para el trabajo.
Líneas
Aunque no lo creas, las líneas marcadas por las costuras en las prendas que vistes también envían mensajes a tus jefes y colegas de trabajo. Las líneas verticales y rectas comunican autoridad y automáticamente atraen la atención de las personas. Es por esto que el traje es tan utilizado en los ambientes de trabajo, sus líneas rectas y largas que van prácticamente del hombro al pie demandan atención, reflejan una presencia construida y fuerte. Las líneas curvas dan la sensación de accesibilidad y dinamismo, y en este sentido menos formalidad; las líneas circulares, por no tener una dirección clara en las prendas, pueden reflejar lo mismo en tu vida cotidiana.
Estampados
Los estampados son el elemento de la vestimenta encargado de dar la pauta formal o informal al atuendo por tener la cualidad de ser captados inmediatamente por la vista de los demás. Evidentemente los patrones uniformes, de tonos similares y compactos, reflejan más seriedad y profesionalismo. Los estampados con figuras grandes y coloridas reflejan creatividad y al mismo tiempo inclinación al juego y la diversión.
Detalles, detalles, detalles
Por ser elementos pequeños, precisos y aparentemente fortuitos, la gente generalmente busca los detalles de tu vestimenta para hacer juicios específicos sobre tu higiene, nivel de responsabilidad y cuidado de tu persona. Por esto, es importante que pongas mucha atención y preparación en tus elecciones al respecto; cuida mucho la calidad y estado de tus zapatos, joyería y accesorios en general, así como tu peinado y maquillaje (en el caso de las mujeres). Recuerda que por lo general, en el mundo laboral, "menos es más" cuando se trata de los detalles.
Ahora que tienes algunas herramientas para hacer trabajar los símbolos de la ropa a tu favor, solo hace falta que te preguntes ¿cómo quieres ser percibido en el trabajo?, ¿qué valores buscas comunicar? Y de acuerdo con tus respuestas construyas atuendos que logren un vínculo entre los valores profesionales que quieres reflejar y la manera en que te ves, una identidad profesional.
Andrea Bravo Echenique es gestora cultura y Coordinadora editorial de la Revista Capitel.