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SERGIO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ

La verdad, en México, es uno de los temas más importantes. Sergio González Rodríguez es un narrador, ensayista y periodista mexicano reconocido y premiado por su obra literaria y por ejercer su libertad de expresión. Es egresado de la Maestría en Justicia Penal y Seguridad Pública por Universidad Humanitas. En esta entrevista nos comparte diversos aspectos de sus inicios como escritor, sus estudios en esta institución, su cultura y su concepto de la verdad

por Carlos O. Noriega

Tiene la frente amplia, el pelo corto, usa lentes de lectura y tiene bigote. Lleva una chamarra negra y camisa verde. Su personalidad refleja inquietud, inteligencia y lucidez. Tiene 66 años de edad. Es narrador, periodista, ensayista; trabaja como columnista en el periódico Reforma. Es mexicano. Sabe de cine, música —tocaba el bajo en la banda que fundó con su hermano: Enigma Rock Mexicano, una de las precursoras del movimiento musical de los sesenta en México—; escribe sobre arte, literatura, política y actualidad. Entre sus libros publicados destacan El centauro en el paisaje (1992), finalista del Premio Anagrama de Ensayo en Barcelona, España; Huesos en el desierto (2002), finalista del Premio de Reportaje Literario Lettre/ Ulysses en Alemania y del Premio Herralde de Novela (2003 y 2004, respectivamente); Campo de guerra (2014), premio Anagrama de Ensayo en el mismo año y Los 43 de Iguala (2015). Su oficio periodístico lo ejerce con rigor y valentía, buscando siempre la verdad. En 2013 fue ganador del Premio Casa América Catalunya a la Libertad de Expresión en Iberoamérica y, recientemente, dentro del marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara 2015, recibió el Homenaje Nacional de Periodismo Fernando Benítez.

Se llama Sergio González Rodríguez y es egresado de la Maestría en Justicia Penal y Seguridad Pública por Universidad Humanitas. Para la presente edición de Capitel, dedicada a la verdad, él es nuestro caso de éxito, un profesionista que trabaja estrechamente con la verdad, que se enfrenta a situaciones difíciles de México a través de su escritura.

Carlos O. Noriega (CON). ¿Cómo inició su oficio de escritura?

Sergio González Rodríguez (SGR). Es una mezcla de proceso formativo y decisión porque todo inicia, me imagino, en el entorno familiar. La educación y la lectura son muy importantes. En mi casa siempre habían libros y revistas; desde niño tenía la curiosidad de saber qué había allí, todavía yo no entendía y así empieza la curiosidad de aprender a leer. Empecé en los libros como lector, a leer un libro completo, revistas y periódicos.

El proceso de escritura es consustancial a la lectura, de manera que cuando uno tiene un entorno familiar que favorece la lectura va dándote un proceso que es al que me refería, donde uno se vincula con el acto de la escritura a través de la propia lectura y este fue digamos el momento inicial, pero yo propiamente empecé como músico de rock [cuando] fundamos mi hermano Pablo, quien falleció hace algunos años, y yo, alrededor de los 12 y 13 años [de edad], un grupo de rock que nos permitió vivir durante 10 años.

A los 10 años ya el entorno era muy difícil porque no teníamos dónde tocar, las autoridades cerraban los lugares. Andábamos obviamente a la usanza de la época con unas cabelleras tremendas y la sociedad era muy intolerante para esta diferencia de los jóvenes y poco a poco me di cuenta que era muy difícil que sobreviviera de tocar en el grupo de rock. Mi hermano sí siguió tocando,
a la fecha el grupo persiste y yo volví a tocar con él cinco años atrás a la fecha, antes de que muriera. Toco el bajo eléctrico, el grupo es Enigma Rock Mexicano, está en Youtube y en Facebook, etcétera, y allí vemos las muestras de rock que hacíamos en esa época.

En el trayecto de decidir la supervivencia profesional, volví a estudiar. Estudié en la Facultad de Filosofía y Letras (UNAM), la carrera de Letras Modernas, en la vertiente de Letras Inglesas y entré inmediatamente al proceso del medio cultural como corrector, editor, reseñista de libros, primordialmente con Carlos Monsiváis cuando coordinaba un suplemento en la revista Siempre! que se llamaba La cultura en México. El suplemento y la revista, si no me equivoco, aún existen.

Posteriormente estuve también como editor de libros en las editoriales Premià y Nueva Imagen, y cuando se funda el periódico La Jornada nos adherimos al proyecto otros amigos y yo. Allí estuve 5 años y hacia el '93 entré desde la fundación en el periódico Reforma; primero fui consejero editorial y columnista, y ahora soy solamente columnista. En el medio editorial llevo trabajando cerca de 25 o 30 años, algo así.

CON. ¿Por qué decidió estudiar en Universidad Humanitas?

SGR. Yo creo que es importante tener una visión flexible y cambiante frente a los hechos, a mí me ha parecido una fortuna, por ejemplo, haber estudiado una Maestría en Justicia Penal y Seguridad Pública en Universidad Humanitas porque me permitió complementar muy claramente los temas desde el punto de vista del Derecho de las políticas criminales, de la Criminología, de la Criminalística, de la Seguridad Pública, de la Seguridad Nacional. Asuntos de los que yo tenía simplemente información como lector pero no tenía conocimiento experto. Afortunadamente tuve muy buenos maestros: el Mtro. Torres y el Dr. Farrera, menciono dos importantísimos porque esto me permitió cambiar muchos puntos de vista, cuando ya llego a [trabajar en] libros como Los 43 de Iguala, tengo una visión mucho más clara del contexto integral de todo. Anteriormente, digamos, tenía más una visión política, sociocultural, y ya con una especialidad de esta naturaleza, entras a una concepción más amplia donde vas entendiendo muchas cosas. Esto es importantísimo.

CON. En algunos de sus libros traza relaciones entre la trama y la cultura, menciona a escritores como Octavio Paz. ¿Qué relación existe entre la literatura y el México actual?

SGR. Octavio Paz es la gran figura de las letras mexicanas del siglo XX y para mí es un ensayista extraordinario. No tuve la oportunidad de estar a su alrededor pero sí tuve la oportunidad de que alguna vez Octavio Paz fuera gentil con un texto que yo escribí donde lo mencionaba y le gustó mi trabajo. Esto para mí fue un gran estímulo y yo siempre trato de poner en mis libros una perspectiva literaria. ¿Qué quiero decir con literaria? Primero, desde luego, la mayor exigencia en la expresión escrita. Segundo, respecto a la tradición literaria no solamente del país sino en la literatura universal, y tercero, proponiendo formas o procedimientos narrativos que tienen que ver con el ejercicio mismo de la literatura; con la alternancia de la entrevista, el ensayo, del artículo, del análisis; la flexibilidad que da la propia literatura. Yo no establezco diferencia entre periodismo y literatura, para mí, una buena pieza de periodismo siempre será literatura.

Anteriormente desde el punto de vista tradicional se entendía que el periodista es un escritor como de segunda y yo siempre me opuse a eso. Porque simplemente Octavio Paz, García Márquez, José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, fueron extraordinarios periodistas y extraordinarios escritores y no hacían ninguna diferencia. De allí que yo me di cuenta que era una percepción equivocada creer que el periodista es un escritor de segunda. Yo no estoy de acuerdo, al contrario, un buen periodista siempre es un gran escritor y yo traté de seguir ese ejemplo.

CON. ¿Qué es para usted el éxito y cómo lo identifica en su trabajo?

SGR. Yo lo relaciono con la mayor vinculación posible con los lectores o con el público. Yo ubicaría así la noción de éxito. La posibilidad de acceder a un diálogo lo más amplio posible con las personas. Para mí eso representaría la noción de éxito, obviamente no lo circunscribo estrictamente al tema de la fama, tampoco a la celebridad, desde luego son valores válidos que están de por medio. Pero sobre todo, para mí, tratándose del trabajo que yo hago, que es escritura, periodismo, lectura, etcétera, literatura como decíamos, tiene que ver con los modos en los que mejor te puedes emplazar en un diálogo con el público y esta es una gran posibilidad para mí.

CON. ¿Es imprescindible una formación profesional para obtener el éxito?

SGR. Yo creo que sí, sobre todo porque tenemos muchas fantasías sobre el éxito que son, por ejemplo, el enriquecimiento súbito. O tenemos la idea de que, dado que vivimos en una época de enorme posibilidad mediático-espectacular, pues basta que yo proponga algo original para que sea reconocido mundialmente. A lo mejor, pero son casos excepcionales, incluso a nivel de redes sociales y de plataformas como Youtube o Facebook, sabemos que los casos que se han alcanzado de celebridad son realmente excepcionales y no se dan todos los días. Yo creo que tenemos que quitar esa idea. Creo más en el trabajo, la disciplina, la formación, el conocimiento para llegar y conseguir un objetivo y desde luego si está incluido el éxito, mejor aún, pero sí es necesario, a mi juicio, tener educación. No hemos encontrado el modo de reemplazar la educación ni la cultura.

CON. ¿En una sociedad como la mexicana, y en su trabajo periodístico, cuál es
el precio de decir la verdad?

SGR. Es muy difícil jugar el papel del que dice la verdad y está previendo cosas no por un acto de imaginación y fantasía sino simplemente porque las tendencias existentes te permiten prever un desarrollo de lo que viene y tú sigues esas tendencias institucionales, esa degradación institucional, te vas a dar cuenta que son procesos de largo tiempo y que va a llevar mucho tiempo corregirlos, por lo tanto si no se empieza desde ahora, empieza el problema para el día de mañana. De allí el papel de Casandra, que es aquella deidad que le es dado el don de la adivinación por el dios Apolo, pero con una condena: nadie le va a creer. Entonces es muy inquietante jugar ese papel porque tú dices la verdad, estás diciendo un pronóstico absolutamente fundado y pocos te creen, de hecho casi nadie y es un papel desdichado pero a la vez hay que seguir una y otra vez, como en el mito de Sísifo, de Camus, hay que imaginar a un Sísifo feliz, consciente de su lucidez, de que al llegar al punto del cerro aquel, la piedra
va a volver a caer y él va a volver a empezar la tarea.

CON. ¿Qué es la verdad para usted?

SGR. La verdad es aprender a desconfiar de la verdad oficial. Las verdades son relativas pero en este caso lo que más nos empeñamos en hacer es cuestionar lo que se nos da como verdad. Por eso insisto mucho en que debemos ser muy claros en cuestionar el discurso público, allí hay un principio para mejorar el conocimiento en nuestra vida.

Al término de la entrevista nos quedamos conversando sobre escritores, músicos mexicanos de la década de los sesenta, películas y series de televisión.

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Sergio González Rodríguez en Universidad Humanitas, Campus Del Valle. Fotografía de Munir Hamdan, noviembre 2015.

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Carlos O. Noriega es Director Editorial de la revista Capitel.

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